Domingo 8 de abril de 2012. Un año, cinco
meses y diez días después ha vuelto. Y en Pisa, su ciudad natal, se esperaba
tan magno regreso con la ciudad engalonada, con los lungos que flanquean el Arno vestidos como si del mejor San Ranieri se tratara y el campo dei miracoli y su torre inclinada escoltan en esta ocasión tan especial
una gran imagen del ídolo. En Sevilla la espera ha estado a la misma altura.
El Ayuntamiento ha dejado los palcos de Semana Santa (aprovechando la coyuntura
de que ya estaban puestos, que el tiesismo es latente) para que la ciudad luzca
con sus mejores galas un día más en su honor y en la Giralda su imagen se
proyectaba para iluminar a todo el Barrio Santa Cruz. Ha vuelto, y en la
Catedral del fútbol, como no podía ser te otra manera.
A las 19:29 minutos de la tarde
aproximadamente, la humanidad emocionada celebraba el regreso de Aguardiente en
partido oficial. Tras volver a sentirse estrella del fútbol contra el siempre correoso Coria, mucho se había especulado tras
su espectacular primera tomade contacto seria con la potente selección
“Peloteros del Sur” (golazo incluido), e incluso la ilusión fue in crescendo
tras la última vez que lo vimos jugar, en el siempre prestigioso
trofeo del centenario del Algeciras, donde volvió a mojar y fue elegido el
mejor jugador del encuentro. Pero todo eso no no eran más que sensaciones,
faltaba la guinda, la afición necesitaba verlo en partido oficial y por fin, en
la jornada 31 se ha producido EL REGRESO y contra el mismo equipo contra el que
jugó por última vez. Al final se perdió el partido, pero eso estaba en un
segundo plano, la vuelta de Aguardiente y sus maravillosas jugadas, tiro que casi roza el
travesaño incluido, ilusionan a cualquier equipo hasta el punto de que lo podamos considerar como
casi invencible a partir de ahora.
Pero al finalizar el partido nuestro héroe no
sonreía. Sus ojos inundados en lágrimas no atisbaban la más mínima ilusión,
todos lo felicitaban, pero él no se sentía felicitable. Y no, no era por la
derrota. Hacía unos meses una inoportuna confesión le había hecho perder a su media naranja. Un concurso
era la única forma de reconciliar a su alma gemela, pero a pesar de pedir ayuda a todos, su amigo, su compañero, Cigarrito, no ganó. Quedó segundo. Y para
colmo a él también lo eligieron entre los mejores, lo que no ayudó a suavizar
las cosas. Desde entonces no han vuelto hablar. Aguardiente llama, Cigarrito cuelga. Aguardiente se conecta
al messenguer, Cigarrito se pone estado “no conectado”.
Le ha bloqueado en Twitter, Facebook, Tuenti y Badooo y no lo añade en el
Whatsapp. Solo hay una manera de que Aguardiente consiga el perdón de Cigarrito y esta es dedicándole un gol en
partido oficial. ¿Lo conseguirá? No podemos saberlo, pero la sombra de su mejor
amigo planea en cada uno de sus actos y él, mientras tanto se retirará
solitario en cada entrenamiento, en cada partido y se encerrará en su
habitación para escuchar aquella vieja canción que escuchaban juntos y que
tanto le recuerda a aquellos días tan maravillosos que pasaron juntos.
6 comentarios:
Yo pensaba que la canción que escuchaban juntos era "La ragazza del elevatore",claro que diga ragazza fue la que provocó el cisma...
hOMBRE, ERA PARA DARLE EL TOQUE MELODRAMÁTICO AL TEMA...
Ah, ¿pero el Badoo es para hacer amigos? Yo creía que era para intentar llevarte al máximo número de mujeres posible al huerto...
Precisamente por eso, Dani, Aguardiente y Cigarrito eran expertos en esta red social, sobre todo el año pasado cuando estaban de Erasmus.
La foto con la cara de Cigarini de fondo da autentico miedo jejeje
Concretamente Guarente llevaba 559 días sin jugar
http://www.diariodesevilla.es/article/deportes/1230502/guarente/tenia/contados/los/dias/sin/jugar.html
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