Rinat Rafaé está aquí para
atestiguar que llevo como tres o cuatro años intentando poner en pie el post
sobre Martín Palermo, un Amigo de Kukleta de manual tal como Bebeto
es Amigo de Colusso, pero me surgía un problema tremendo.
Palermo no triunfó en el Betis,
pero su magnitud como futbolista y como personaje es tal, es tan idolotrado
(incluso por más de un bético como yo pese a que no tuvo suerte por aquí) que
nada de lo que mi mente concebía podía hacerle justicia.
Llegué a comenzar el artículo que
relataba su carrera y apenas había llegado a la parte en que El Loco debuta con
Estudiantes y ya llevaba cinco páginas. De haberlo terminado hubiera sido un
libro más que un artículo. Se sopesó la posibilidad de publicarlo en dos
partes, incluso tres, pero no convencía dicha opción.
La idea más loca quizá fue tomar
la canción Dieguitos y Mafaldas
de Joaquín Sabina, donde se habla de Boca y se menciona al mismo Palermo y
cambiarle la letra, que bien podría ser interpretada por the one and only Aracnidus
Rojiblancus. Llegué a ponerme a escribir esa letra, pero no daba lugar a
relatar todo lo que Palermo significaba en tan pocos versos. Si alguien se
quiere animar a hacer esta pamplina le animamos encarecidamente desde aquí a
que lo haga y nos lo mande.
Y llegó esta segunda mitad de
2015 cuando el blog llega a su fin y ya no se podía esto demorar más. Martín
tenía que ser invitado a formar parte del gran relato épico sobre el fútbol
underground sevillano.
Cuando uno va envejeciendo no
gana en sabiduría como se acostumbra a decir, gana en cinismo. Se hace más
imposible soñar. El día que el primer futbolista más joven que yo debutó en
Primera División (Fue José
Antonio Reyes) me di cuenta, con apenas 16 años, que nunca sería futbolista
profesional, aunque lógicamente a esas alturas ya tenía mis sospechas, pero no
es lo mismo que te estampen la realidad en la cara. Pero bueno, siempre se
puede encontrar otro camino profesional que te realice.
Igualmente llega ese momento que
te das cuenta que no te vas a trincar a esa muchacha que tanto te ponía y que,
en ocasiones, parecía dejarse querer. Pero bueno, al final acabas con otra estupenda
mujer que conoces después y que te hace feliz en todos los sentidos,
seguramente hasta más de lo que aquélla te hubiera hecho.
Y llega ese día que acabas la
carrera y ves que no es tan fácil encontrar un trabajo decente como te
prometieron cuando entraste en la facultad, en aquella época en la que no hacía
tanto que aún soñabas con ser futbolista profesional y con trincarte a aquella
muchacha (que aún no era la que mencioné antes, sino otra, porque siempre hubo
muchas frustraciones entre otros tantos éxitos). Sin embargo, siempre surge una
vía para salir adelante.
Y hoy día, asumo que no escribo
lo suficientemente bien como para hacerle justicia a Martín Palermo, pero que
siempre puede haber un plan B, y es mostrarles el documento definitivo sobre El
Loco. La película de su vida. Goles, locuras, goles, Maradona,
goles, los hermanos Schelotto, más goles, lesiones graves, más goles, disfraces
de mujer, goles, Riquelme, goles, el Madrid humillado en Japón, más goles, Américo
Gallego soltando una parida épica (uno de mis momentos favoritos del vídeo)
y sobre todo, muchísimos goles.
Sin más, gocen. No habré sabido
contarles su historia, pero por lo menos he sabido traerles a alguien que se la
cuente:
Sólo me gustaría añadir un par de
detalles al vídeo. El primero, que me sorprende mucho que se le dé más
importancia a su intrascendente (pese al record) gol en el Mundial de Sudáfrica
que al que le hizo a Perú en la fase de clasificación para dicho torneo, que
apenas aparece de refilón al final, y que cuando lo oí en directo por Marcador
Internacional me pareció el culmen a la extraordinaria carrera de este hombre.
Pongámonos en contexto. Con
"El Dié" de seleccionador Argentina (un estratega visionario que hacía
debutar con 37 años a un central como Schiavi para jugar de delantero centro en
Asunción a ver si en un balón a la olla conseguía empatar in extremis un
partido que se perdía y se perdió por 1-0) está haciendo un clasificatorio
espantoso, adornado con derrotas tales como un 6-1 en Bolivia. Llega la penúltima
jornada y, si no le ganan a Perú en el Monumental, Argentina no acudirá a un
Mundial por primera vez en 40 años. En un partido jugado bajo una tromba de
agua espectacular que hace hasta difícil seguir la retransmisión por televisión,
Higuaín adelanta a la albiceleste. A partir de ahí dominio intenso peruano,
Sergio Romero haciendo paradas de todos los colores, pero en el minuto 89, la
hecatombe, Rengifo consigue el empate. Argentina está eliminada.
Y en ese momento apareció Martín.
Lo relató Víctor Hugo
Morales. "Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, y aquí
estoy".
Y en segundo lugar, lo principal,
su paso por el Betis, que para eso estamos aquí, y es que su paso por el club
verdiblanco apenas se menciona unos segundos. Martín llega al Betis a punto de
empezar la temporada 2003-04, tras obtener la carta de libertad en el Villarreal,
finiquitando una ansiosa búsqueda de delanteros. Y lo reconozco, pese a que en
el pueblo favorito de los mallorquinistas no la rompió, a mí me hace ilusión. A
mí y al amigo con el que iba al fútbol en aquellos tiempos, porque en la
segunda jornada de Liga me estuvo dando el coñazo todo el camino con que
Palermo marcaría en su debut en el Villamarín frente al Español.
Y lo hizo. Sólo tuvo que
empujarla, pero lo hizo. Lástima que después nos igualaran un 2-0 en el último
minuto pero joder, marcó Palermo, algo nos llevamos a casa. Y así quiero
recordarlo, celebrando aquel gol, por eso es la foto que encabeza el post.
Rezan las estadísticas oficiales
que fue su único gol con el Betis. Cuando yo hago recuento
estadístico me gusta añadirle un segundo gol marcado en Mallorca que se le
asigna a Campano en propia puerta. Disparó desviado pero el lateral sevillano la
mandó hacia dentro sin querer. Si se tratara de otro, Denilson,
por ejemplo, quizá hubiera aceptado la estadística oficial, pero con Martín no.
Y siempre diré que el que no
triunfara en su media temporada en el Betis fue culpa de Víctor Fernández, que
le ponía a jugar de espaldas bien lejos de la portería. Y tampoco hubo suerte,
porque el que pudo ser su momento épico que le diera la vuelta a la tortilla y
le hiciera ir para arriba se fue al garete. Recibíamos al Deportivo bajo un
tremendo aguacero, quizá se tendría que haber suspendido el partido porque allí
no había quién jugara. Corre el minuto 58 y Palermo entra al campo sustituyendo
a Fernando justo cuando Assunçao se dispone a lanzar una falta a la olla. El
muchacho que se sienta a mi lado en Gol Norte dice, más en broma que en serio,
"ahora marca Palermo de chilena". Y ahí va El Loco al remate. Saca la
falta el brasileño algo larga, Palermo se lanza a por el balón para evitar el
saque de puerta y lo alcanza...de chilena, mandando el balón de manera
espectacular al otro palo donde Dani
sólo tiene que empujarla. Momento épico, se desata la locura, pero el hijo de
puta de Megía Dávila lo anula por juego peligroso pese a que la distancia entre
Scaloni y Palermo en el momento de la chilena es como de Triana a Pino Montano.
Ahí se acabó todo. Martín se fue
en el mercado invernal al Alavés, en Segunda, más para mantenerse en forma de
cara a regresar a Boca y seguir engrandeciendo su leyenda con los xeneizes, que
para otra cosa. Y ahí quedó lo que pudo haber sido y no fue. Pero al año
siguiente vinieron otros que sí nos hicieron totalmente felices. Y es que así
es la vida.
5 comentarios:
Impresionante la trascendencia que este jugador ha tenido en el fútbol sudamenricano y argentino en particular.Cierto que su paso por España fue muy gris,pero es que en Villareal no tuvo suerte(se lesionó justo cuando estaba empezando a coger carrerilla)y al Betis llegó a última hora y con un entrenador a quien no le gustaba.Estoy seguro que de haber jugado en otros equipos en Europa Palermo seguramente habría hecho carrera de sobra por aquí,luego lo ha demostrado en Boca y con la selección.
De hecho le pasa algo similar a lo que a otros grandes jugadores,que descatan muchísimo en un único equipo y en el resto de clubes en los que juegan apenas destacan.Pensad por ejemplo en Alfonso,por parte bética,o Kanouté por parte sevillista,ídolos absolutos en nuestra ciudad pero que pasaron bastante desapercibidos en otros equipos por donde estuvieron.
PD:su gol de cabeza casi desde medio campo me parece una barbaridad.
A Palermo en el Villarreal no sólo le lastró la lesión (que creo que fue celebrando un gol al caerse una valla) sino que también estaba eclipsado por Víctor que por aquel entonces era un Rubén Castro de la época (delantero infalible sin nivel para la Selección).
PD1: Yo también cuento con que el gol de Mallorca fue suyo, que por cierto quien lo desvió no fue Campano sino Fernando Niño.
PD2: En el Betis lo que más se le recuerda es que intentaba mucho la chilena, aparte de la del partido contra el Depor una vez lo intentó contra el Racing y la pelota simplemente no entró porque el portero hizo un paradón. Recuerdo que en la lista de las 10 mejores paradas del programa Estudio Estadio de hecho estaba esa la primera, la del paradón a una chilena del Loco.
El gol contra Perú será todo lo trascendental que se quiera (y la narración es de época, lo admito)... pero es un fuera de juego como un piano.
Lo cual no hace sino aumentar la belleza del gol, Bilardista que es uno.
En la toma parece fuera de juego, pero había un jugador de Perú fuera del campo que se supone lo rompe, de hecho, se ve en el vídeo que los jugadores argentinos se cruzan con él en la celebración.
Efectivamente, puse lo de Campano de memorieta y resulta que el jugador que desvió fue Fernando Niño.
Te habrás confundido porque Campano lo que hizo fue marcar dos goles, en ese partido además creo que debutó un tal Antoñito de la cantera.
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