Su biografía oficial dice que Carlos
Timoteo Griguol, apodado “El Viejo” o “El Maestro” o aquí en Sevilla “el nota
de la gorra, el del sparring, qué arte de tío”, nace el 4 de Septiembre de 1936
en Las Palmas, provincia de Córdoba (no es que estemos pegados de geografía, es
que hablamos de Argentina), pero existen grabados del siglo XVI en los que se
observa un hombre con gorra de sospechoso parecido a él.
No fue fácil la infancia de Carlos
Timoteo, ya que cuando él nació aún no había niños así que jugaba solo y cuando
inventaron el fútbol le gustó tanto que cogió una depresión por no tener con
quien echar una pachanga
Una vez que la Humanidad se fue
propagando por el planeta Griguol fue uno de los precursores del nuevo deporte,
aunque era algo diferente de como lo conocemos ahora ya que se jugaba con una
piedra que llevaba al hospital al que remataba de cabeza (no se habían
inventado los balones), las porterías eran de chaquetones (idea brillante de
Griguol, que fue a quien se le ocurrió) y al que perdía lo sacrificaban a los
dioses.
Tras sobrevivir al exterminio que los
“conquistadores” europeos acometieron por todo el continente americano, el
fútbol pudo empezar a desarrollarse en la Argentina, profesionalizándose y
dando lugar a una liga y Griguol quiso formar parte del evento. Es falso que
marcara el gol inaugural de la primera edición de la competición, ya que lo que
hizo fue dar la primera asistencia a la joven promesa Matusalén.
Fue jugador primero de Atlanta y luego de
Rosario
Central. El único título de su carrera fue la Copa Suecia de 1958, es
decir, es un argentino que nació en Las Palmas, en la provincia de Córdoba y
que sin salir de su país ganó la Copa Suecia.
Una vez retirado Griguol siguió ayudando
a la evolución en el fútbol inventando el hilo negro para los cordones de las
botas.
Su carrera como entrenador comienza con
unos meses en el equipo donde se retiró, Rosario Central, que le pagaba en sal.
Tras esta breve etapa volvería al equipo canalla durante dos temporadas,
ganando el Campeonato Nacional de 1973, su primer título en los banquillos. A
aquel equipo se le conoció como “Los Picapiedras”, dicen que por su juego
rústico o quizá porque su míster llevaba un coche que tenía que desplazar
impulsándose con los pies y tenía un dinosaurio de mascota.
Aún tendría una tercera etapa en Rosario,
que duraría un año, tras un paso de dos temporadas por el Tecos de Guadalajara
de la Liga del Imperio Azteca.
Tras una brevísima estancia en el modesto
Kimberley de Mar del Plata llega al club donde conseguiría sus mayores éxitos.
Ferro Carril Oeste, bautizado así en honor del nuevo medio de locomoción recién
inventado.
Si le preguntáis os dirá que estuvo 96
años en Ferro, pero en realidad eso lo dice porque aún se regía según un
calendario lunar, estuvo sólo ocho. Allí consiguió los dos únicos títulos de
Liga de la historia del club.
Posteriormente llega a River Plate,
nombre que le llamaba la atención porque el inglés era una lengua de reciente
creación y aún poca gente la hablaba, Griguol se manejaba más con el arameo y
el latín. El primer día de entrenamientos se situó ante la plantilla, señaló al
horizonte y dijo “antes todo esto era campo”. Allí ganó la Copa Interamericana
pero parece ser que el vestuario le hizo el montón de paja (las camas se
inventarían algún tiempo después), así que un año más tarde volvió a Ferro
donde permaneció cinco temporadas más.
Para esas alturas ya tenía bastante
prestigio en Argentina, siendo considerado “La Tercera Vía” tras Menotti y
Bilardo, y sonando para ser seleccionador nacional, a lo que él contestó que
una vez consiguieran la independencia de España estaría encantado de asumir el
cargo si se lo ofrecían.
Firma después por Gimnasia y Esgrima de
La Plata, club que acaba de iniciar su sección de fútbol, que reemplazaría a la
de venatio. Allí estuvo cinco años consiguiendo tres subcampeonatos de Liga, algo frustrante.
En 1999 el telégrafo de su casa recibe
una comunicación desde España. Su discípulo Américo Gallego por un problema
burocrático no puede entrenar al Real Betis Balompié y le ha dicho a Lopera que
si no podía ser él, que fuera su maestro, así que Don Manué le llama y le
informa que no hace falta que vaya a Sevilla en barco, que va a tardar mucho,
que venga en el invento ése nuevo que los hermanos Wright acaban de patentar.
Griguol llama la atención en Sevilla por
su imagen. Un hombre mayor siempre con gorra (desde que empezó
a quedarse cartón, se dice que la involución
capilar la inventó él) con más pinta de estar a punto de jubilarse y pasar
sus días en
la piscina que de entrenar a un equipo de fútbol. Además hablaba muy raro,
en la presentación dijo textualmente “esperamos la ayuda de todos los betistas
en la lucha para entrar en la competencia contra equipos europeos”. Él ya se
veía disputando partidos de Copa Mitropa contra equipos del Imperio
Austro-Húngaro o de Bohemia.
Inciso: Qué cosas se decían en las
presentaciones. A mí me contratan para entrenar al Betis de la temporada
1990-91, o al Sevilla de la temporada 1997-98, y cuando me den el micrófono,
tras echarle un ojo a mi plantilla, simplemente diría un lacónico “señores, se
hará lo que se pueda”.
Volviendo al tema, los métodos de Griguol
eran llamativos. Aparte de que era del club de la carajotada ésa del manotazo
en el pecho antes de salir (dicen que es para que los jugadores salgan
despiertos al campo, a alguno le hará falta tras estar hasta las 7 de la mañana
en Antique la noche anterior), en pretemporada no hacía las típicas rotaciones
o que cada parte la jugaran once jugadores distintos, sino que él siempre ponía
sus once titulares y hacía sus tres cambios, vamos, que cuando la pretemporada
acabó había algunos que habían jugado poco o nada. Otra costumbre que al poco
de empezar la Liga desechó era dar la alineación titular a la prensa el día
antes del partido.
La pretemporada y el debut liguero
(derrota 1-0 ante el Athletic) no son satisfactorias y es que al Betis le falta
gol. Lopera y Griguol se reúnen para hablar sobre el tema y Griguol le dice
“Don Manué, en Gimnasia tuve un jugador que si usted lo ficha se acaban todos
los problemas de mediocampo en adelante”. Lopera le hizo caso y fichó a ese
jugador, que no era otro que el “Chirola”
Romero. Luego se descubrió que Gimnasia & Esgrima le debía dinero a
Griguol y usó el dinero del traspaso para pagarle. No me digáis que no es para
ponerse en pie y aplaudirle, yo lo acabo de hacer tras escribir esto. Aparte,
también por recomendación de Griguol, vino Crosa, un defensa de Newell´s Old
Boys.
La Liga no empezó bien, pero el momento
culmen de la etapa betista de Griguol fue antes del derbi en el Pizjuán, cuando
soltó una frase memorable: “El Sevilla será el sparring del Betis” (el amor por
el boxeo le vino desde que vio pelear en vivo por primera vez a John L. Sullivan). En
el primer minuto ya marcó Quevedo y al final la cosa acabó 3-0 para los de
Nervión con unas carcajadas que aún resuenan. Y ahí está el motivo de que
Américo Gallego le llamara maestro, recordad en el artículo anterior la frase
de Gallego sobre Palermo y Francescoli.
Curiosamente el equipo repuntó tras esa
derrota. En los siguientes seis partidos consiguió cuatro victorias, un empate
y sólo una derrota (eso sí, 5-1 en Vigo), por lo que en la jornada 12 se colocó
en puestos europeos. Un empate 1-1 en Santander le hizo descender al octavo
puesto antes de recibir al Español.
Con los resultados que se dieron esa
jornada una victoria bética permitía el conjunto verdiblanco empatar a puntos
con el Barcelona por la cuarta plaza, que daba billete para la previa de
Champions. Y las cosas se pusieron bien con un gol tempranero de Alfonso. En el
minuto 66 el delantero de Getafe hacía el 2-0. Inmediatamente Tamudo recortaba
distancias y en el último cuarto de hora, tras empatar Velamazán el partido, el
equipo se desquicia. Dos penaltis, dos expulsiones, un caos absoluto y un
increíble 2-5 final en el electrónico. Lopera dijo después del partido “no
teníamos que haber metido el segundo gol, nos hemos relajado”. Coño, pues eso
se avisa, que con Benjamín,
Denilson,
Karhan
o el “Chirola” en el césped el objetivo de no marcar más goles hubiera sido
fácil de conseguir. Se podía haber dado entrada a Gálvez y todo.
El palo de aquel estrambótico partido le
pesa al equipo que entra en barrena, de los siguientes ocho partidos sólo gana
dos. Derrotas en casa 0-1 frente al Valladolid con un octogenario Caminero en
figura, o un 1-2 contra el Numancia fueron demasiado. Tras empatar 0-0 contra
el Málaga en Villamarín de puro milagro, con Catanha fallando goles de todos
los colores, Lopera decidió cesar a Griguol, que se fue antes de poder ver en
televisión la serie “Cuéntame”, que habría sido una ventana al futuro para él.
Un año en Gimnasia & Esgrima, unos
meses en un Unión de Santa Fe que se despeña al descenso y un año más en
Gimnasia (donde recupera al “Chirola”) cierran su carrera como entrenador.
Luego pasó a ser asesor honorario de las categorías inferiores de Ferro Carril
Oeste, lo cual no suena para nada a cargo que me invento para enchufar a un
amiguete.
Hoy día, al recordar aquel descenso del
año 2000, la mayoría de los béticos recuerdan a Griguol y le señalan como
culpable, pero la verdad es que, tras ser cesado a falta de un buen número de
jornadas (16) el equipo no estaba en descenso, sino en la 16ª plaza. Se le echó
pensando que el equipo había tocado fondo y que el que viniera no lo podría
hacer peor, y todos estuvimos de acuerdo. Entonces llegó Guus
Hiddink.
Pero de eso hablaremos mañana.
como se comio lo del sparring jajajaja xDDD
ResponderEliminarComo he dicho en twitter creo q el partido del Español supuso el comienzo de los probkemas de corazon de mi padre.
ResponderEliminarYo tenía 11 años en aquella época y no os imaginais el coraje que le acabé coguendo a ese señor. Aunque vaya tela lo q vino despues!
Muy bueno, un clásico que aparece en cualquier conversación sobre entrenadores pufos del Betis o Sevilla, el equivalente bético a Camacho o a Toni.
ResponderEliminarSiempre con su gorrita (a veces lelvaba una boina más elegante) no sabía que se la jugó al Betis co nel Chirola para cobrar la pasta que le debía jajajaja que crack! (y que hijo de puta también)
Rafa, en el documental que me pasastes hace tiempo sobre Carlovich solían refereirse a él bastante a menudo al hablar del fútbol rosarino, no se si fue el entrenador de aquel equipo mítico de Rosario Central.
Su frase del Sparring quedará en los anales del fútbol sevillano y mira que el Sevilla de aquella temporada no era pecisamente un equipazo, pero para el derbi tuvo un motivador de excepción y ese fue el propio Griguol.
El resumen de ese derby:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=VD6Hn02zp-0
Y la respuesta de Marcos Alonso:
http://lh5.ggpht.com/-GF2xTS6Mzgs/Tfn656DgW1I/AAAAAAAAFwk/iEKxxIHfggM/image_thumb%25255B8%25255D.png?imgmax=800
Relacionado con el tema pugilístico, tenemos el tifo por la campaña de abonados de aquel año:
http://lh6.ggpht.com/-GLj3_IhY2S4/Tfn68VeLEFI/AAAAAAAAFws/8noO4GgsG3g/tifobetis_thumb%25255B2%25255D.jpg?imgmax=800
Y el contratifo de Biris:
http://lh6.ggpht.com/-HaJmaRGC-Dg/Tfn6_ipGDxI/AAAAAAAAFw0/EfvcRhXeTi0/sparring_thumb%25255B2%25255D.jpg?imgmax=800
http://lh5.ggpht.com/-p12tucfyyQU/Tfn7CpdRPfI/AAAAAAAAFw8/4ySufCqQpsI/K.O_thumb%25255B2%25255D.jpg?imgmax=800
Este señor fue el que consiguió que Prats, marcara más goles de Galvez, Chirola y Crosa juntos no?
ResponderEliminarHe estado viendo el vídeo y no sé cómo se me ha podido olvidar el golazo de Quevedo y su vaselina
ResponderEliminarEl entrenador del Sparring forever and ever. Le pudo su bocaza y se la tuvo que comer.
ResponderEliminar@Fesaro: Es cierto, fue el que "descubrió" a Toni Prats como lanzador de faltas y el que le animó a tirarlas. Metió 2 goles contra los equipos de Madrid, precisamente siendo el 5º máximo goleador del Betis aquella temporada solo por detrás de Alfonso (10 goles), Finidi (8) y Denilson e Ito (3) y superando en goles no solo a esos tres que nombras sino también al todo un delantero centro tirular como Oli y a otros delanteros como Cuéllar.
@Señor: Puede ser tío, pero ahora mismo no me acuerdo porque lo nombraban...
@Señor: Pues bicheando un poco he encontrado un par de fotos con el tipo de boina al que te referías antes:
ResponderEliminarTIPO 1: Boina elegante: Aquí podemos observar a Griguol con su boina más especial, perfecta para combinar con un traje y dejar la fantasía para la corbata. La presentación de un entrenador siempre es un acto importante y hay que causar buena impresión, es por ello por lo que el bueno de Carlos Timoteo se decidió a sacar la gorra de los domingos, a pesar de no ser domingo. Única vez en la historia que ha pasado esto.
TIPO 2: Boina "casual friday": Elegante pero informal, que se podría decir. No es una triste gorra de esas normales que llevaba para sudar en los entrenamientos ni tampoco una de esas de rejilla en la que los chiquillos colocaban los pins durante la Expo, es una boina de calidad, pero su color blanco la hace muy versatil y facilmente combinable con divertidas (y extravagantes, por que no decirlo) camisas que causan el impacto total de la persona que se cruce con el argentino. Me comentan que una vez y en un plan muy a lo loco, Griguol con esa misma camisa y esa misma gorra pero puesta del revés se puso a cantar hip hop acompañando sus rimas con un scratch autofabricado con su propias manos cuya onomatopeya podría ser un rollo así: Aprrrufch, Aprrrufffch. Desgraciadamente no hay video de tan épico momento :-(
Rinat el de la boina elegante ke es Griguol o Miguel Gila??
ResponderEliminarQue pesao tio. Con tanta tonteria que te inventas, no dices nada de lo que pasó con Griguol que pueda tener interés para los aficinados. Una bromita tiene gracia, pero un artículo con 200 bromitas es ridículo
ResponderEliminarAmigo anónimo, si no le gustan los artículos con bromitas le recomiendo la wikipedia.
ResponderEliminarUn saludo