Era el 8 de Noviembre de 1946 en
un hospital de Varsseveld, en los Países Bajos, cuando Guus Hiddink vino al mundo.
Cuando el médico fue a darle los típicos cates en el culete todos los presentes
se quedaron anonadados, incluso una enfermera se desmayó poniéndose el dorso de
la mano en la frente así en plan dramático. Del recto del bebé salía un
gladiolo. Después de mucho discutir si convenía podarlo decidieron dejarlo como
estaba porque no sabían si podían perjudicar al pequeño, así que Guus Hiddink
siempre tuvo una flor en el culo.
El niño era un crack en el
colegio y eso que apenas estudiaba. Se estudiaba un tema de 150 y caía ése (cosa
que todos los que hemos estudiado sabemos que es extremadamente improbable,
aunque no en el caso contrario si te estudias 149 de 150 y cae el que te
falta). Nunca le tocó una pipa amarga en el paquete de Kelia (las de la ranita). Las tostadas se le caían
boca arriba. Un día se encontró un cupón en la calle, le tocó lo metido, se
compró con ese dinero otro cupón y le tocó el primer premio. La declaración
siempre le salía a devolver. Un día cayó en un montón de agujas pero aterrizó
sobre un pedacito de paja que había.
Cuando decidió dedicarse al
fútbol todo el mundo quería tenerle en su equipo y fue el De Graafschap el club que
finalmente se hizo con sus servicios. Los de Doetinchem se frotaban las
manos, pero el primer día que saltó al campo el gladiolo de su culo asomaba por
el pernil de las calzonas. El árbitro dijo que eso era antirreglamentario.
Rompía la uniformidad y además era peligroso si había algún futbolista alérgico
en el campo. Para jugar Hiddink no tuvo más remedio que cortarse el gladiolo.
Y lo que pasó fue que en quince
años de profesional (nueve en sus tres etapas en De Graafschap, dos en el PSV
Eindhoven y cuatro en el NEC Nimega) no ganó ni un título.
Se retiró en 1982 y empezó a
entrenar inmediatamente al De Graafschap como asistente. Como ya no había
ningún problema se dejó crecer el gladiolo de nuevo.
El equipo militaba en la segunda
categoría del fútbol holandés y las cosas no marchaban bien. La única plaza de
descenso estaba rozándoles y lo estaban pasando realmente mal. Tras 15 jornadas
de sufrimiento el SC Amersfoort fue disuelto por problemas económicos, así que
no hubo descensos y el equipo se salvó.
La siguiente temporada está a
punto de conseguir el ascenso a la Eredivisie pero se queda en puertas. Fue el fin
de su trayectoria en un club donde le quieren tanto que pusieron su nombre
a la mascota. Bueno, realmente no sé si es una muestra de cariño.
Se convierte en 1984 en asistente
del PSV Eindhoven en un sorprendente salto de categoría, cargo que conserva
hasta 1987. A
mitad de temporada el entrenador Hans Kraay decide dejar su puesto por motivos
personales y el PSV coloca a Hiddink en su lugar, por lo que nuestro héroe del
día debuta como primer entrenador en el equipo que lidera una de las ligas
punteras del momento. Es listo, no toca nada y se lleva la Liga.
A la siguiente temporada, 1987-88
vuelve a ganar la Liga. La
Copa se la gana 3-2 al Roda en tiempo de descuento cuando perdía la final por
1-2 a
falta de cinco minutos. En la
Copa de Europa llega a cuartos de final tras eliminar a
Galatasaray y Rapid de Viena. En esa eliminatoria se enfrenta al Girondins de
Burdeos. Tras empatar 1-1 en tierras francesas el equipo bordelés sale al
Philips Stadion a comerse a su rival y lo mete en el área durante los noventa
minutos, pero el portero Van Breukelen está heroico y el PSV se mete en
semifinales por el valor doble de los goles en campo contrario.
En esa ronda se las ve contra el
Real Madrid. En el Bernabéu empata 1-1 tirando una vez a puerta gracias a un
error de Buyo. En la vuelta se repite la historia del Girondins en una de las noches más negras
del madridismo, ya que nunca la
Quinta del Buitre tuvo tan cerca la Copa de Europa.
El PSV se enfrentaría en la final
de Stuttgart al Benfica. El partido fue un auténtico peñazo sin goles que acabó
en la tanda de penaltis, donde todos marcaron hasta que en el primer penalti de
la segunda tanda Van Breukelen le detuvo el lanzamiento a Veloso y le dio a su
club la única Copa de Europa que hasta hoy ostenta. El PSV ganó la Copa de Europa ganando sólo
tres partidos de los nueve que disputó en el torneo y empatando los cinco
últimos.
Hiddink se convirtió en ídolo
absoluto de la hinchada y permaneció en el club hasta 1990. En los dos años
restantes ganó otra Liga y dos Copas.
La temporada 1990-91 la pasa en
el Fenerbahce pero no le van bien las cosas porque el clima turco no le va bien
al gladiolo que se marchita y aún no ha crecido para cuando le ficha el
Valencia la temporada siguiente.
Presidido por el personaje de
Paco Roig el Valencia es un club ambicioso que busca las más altas cotas. Las
dos primeras temporadas simplemente cumple con sendos cuartos puestos, pero lo
que de verdad mosquea a la peña son las participaciones europeas donde cae
eliminado por el Nápoles
tras un 1-5 o el Karslruher
tras un 7-0.
Finalmente sería cesado tras la
jornada 11 de la temporada 1993-94, aunque volvió a ser contratado en
sustitución de Héctor Núñez para las últimas nueve jornadas. Absurdo no, lo
siguiente. Eso sí, mencionemos un buen detalle que tuvo cuando ordenó
quitar una bandera nazi de las gradas del Luis Casanova. Huevos así tendría
que tener más de uno para ciertas cosas hoy día.
Es cuando llega al cargo de
seleccionador holandés, en el que permanecería cuatro años. En la Eurocopa 1996 cayó en la
tanda de penaltis en cuartos de final frente a Francia tras recibir un 4-1
frente a Inglaterra en la fase de grupos (si Kluivert no hubiera marcado en el
último momento la clasificada habría sido Escocia). En el Mundial 1998 pasa con
cierta brillantez la fase de grupos y se enfrenta en octavos de final a
Yugoslavia. Hiddink cuida bien su nuevo gladiolo y se clasifican con gol de
Davids en el último minuto. En cuartos toca la Argentina de Pasarella y
Américo Gallego y vuelven a ganar en el último minuto con un golazo de
Bergkamp. En semifinales toca Brasil. Empiezan perdiendo pero en el minuto 86
Kluivert empata llevando a la posterior prórroga y tanda de penaltis. Tras
seguir vivo con tres goles al límite ni un jardín de flores rectales puede dar
más de sí. El gladiolo se marchita, tardaría en volver, y Brasil se mete en la
final.
El buen juego mostrado por
Holanda en el torneo llama la atención del Real Madrid. A Hiddink no le da
tiempo a recuperar su arma secreta y es cesado en la jornada 21 tras una
derrota 0-1 ante el Athletic que deja al equipo en sexta posición. Eso sí, se
llevó la Copa Intercontinental,
después de que Heynckes ganara el año anterior la Copa de Europa y Capello la Liga dos años antes.
Decide entonces que la temporada
siguiente no entrenará. La flor es necesaria y hay que cuidarla. Pasa un año
con una dieta rica en fibra para abonarla bien. Y cuando ya está grande y
hermosa le llega la oportunidad de entrenar al Betis tras el cese de Carlos
Timoteo Griguol.
El primer partido en el banquillo
bético lo pierde 3-1 en Valencia, pero el equipo no da mala imagen. En el
segundo bate 2-1 al Barcelona con un extraordinario gol de
Alfonso destrozándole la cintura a Bogarde. El conjunto verdiblanco parece
que resucita, pero esa semana Hiddink se daría cuenta de que su flor no resiste
el calor sevillano, que aquel año empezó particularmente pronto. Aquella sería
la única victoria del Betis con el neerlandés en el banquillo en un total de 14
partidos. Es más, se dio una estadística bestial. De la jornada 26 a la 34, nueve encuentros,
el Betis hizo sólo cuatro goles, TODOS DE PENALTI. El equipo estuvo nueve
partidos sin meter un gol en jugada.
En la jornada 34 el Betis perdió
0-1 contra el Alavés quedando prácticamente condenado, pero aún quedaba una
última bala. Para eso había que ganar en Mallorca la semana siguiente. Hiddink
sacó al campo una alineación con cosas tan memorables como Vidakovic de extremo
derecho. En el minuto 19 el Mallorca ganaba 3-0. Al final fueron cuatro.
Aunque sólo quedaban tres
jornadas se tomó la decisión de cesarlo y darle el puesto a Hadzibegic. ¿Se
podía hacer peor que Griguol? Sí, pero con mucha menos gracia.
Fracasos como el de Sevilla no
podían volver a pasarle, así que tomó una decisión drástica. Plastificó una
caja a modo de invernadero portátil Ikea para pasar todo el tiempo posible con
el culo metido dentro. Así la flor siempre estaría a salvo.
Cuando en 2001 Corea del Sur le
contrató para ser seleccionador nacional en el Mundial del que serían
anfitriones vio una gran oportunidad. El equipo fue pasando rondas de manera
harto sospechosa en el torneo. Un 1-0 contra una Portugal con nueve jugadores y
un 2-1 con gol de oro ante Italia después de que le anularan un gol legal a
Tommasi metieron al equipo en cuartos de final, el rival sería España.
Y lo que pasó es historia
harto conocida. Gol legal de Baraja anulado. Gol legal (que era de oro) de
Morientes sangrantemente anulado. Mano a mano de Luis Enrique con fuera de
juego que nadie ve. Colegueos con el árbitro marroquí Al Gandour. El portero
adelantándose ilegalmente en el penalti decisivo que le detiene a Joaquín…un
show. Ese Mundial es que ni debería contar para la estadística. Al final en
semifinales la FIFA
dijo que hasta aquí la broma, perdieron contra Alemania y Turquía y quedaron
cuartos. Sin ayudas no es tan fácil. La cuestión es que Hiddink acabó de héroe
nacional y hasta le pusieron su
nombre al estadio en vez de ponerle el del árbitro.
En 2006 le dan a Australia ya
clasificadita para el Mundial de Alemania. Lista para disputar el torneo. Llega
a octavos y allí cae contra Italia por 1-0 de penalti rarito en el minuto 95.
Donde las dan las toman.
Y entonces le dan Rusia. Y hay
quien se refiere a él como “el mejor entrenador del mundo”. ¿Qué bebe la gente?
Con Rusia va a la Euro
2008 que la abre recibiendo un 4-1 contra España. De todas formas consigue
pasar a cuartos y allí se enfrenta a una Holanda que da miedo tras apalizar a
Francia e Italia en la fase de grupos.
La cosa es que Arshavin hace el
partido de su vida y Rusia gana 3-1 tras la prórroga contra todo pronóstico.
Rusia esta en semifinales y Hiddink
celebra haber eliminado a su país como si hubiera nacido en el mismo centro
de la preciosa ciudad de Kazan. En semis España le quitó todas las pamplinas
con un inapelable 3-0 en un partido maravilloso.
El mejor entrenador del mundo no
fue capaz de clasificar a Rusia para el Mundial 2010 tras perder la repesca con
una superpotencia como Eslovenia. El frío ruso se acabó cargando su invernadero
rectal. O quizá fue porque, aún sin dejar el combinado ruso, el tío se fue a
entrenar media temporada al Chelsea. Allí ganó la
FA Cup y el colega en la celebración no la
soltaba ni a tiros cuando que yo sepa los goles los metieron Drogba y Lampard,
no él.
Su cuarta selección nacional
sería la turca (yo del Besiktas desde shiquetito, oiga), donde le contratan
para clasificarse para la Euro
2012. ¿Ustedes vieron a Turquía el verano pasado? Yo tampoco. Otra vez se quedó
en la repesca tras perder 0-3 contra Croacia.
Y por último el mejor entrenador
interplanetario vuelve a los clubes. Al nuevo rico ruso del Anzhi, capaz de
llevar a Eto´o o Lass Diarra a la liga rusa y aún así quedar octavo, aunque
esta temporada marcha líder, lo cual tiene mucho mérito siendo un equipo en
economía de guerra que sólo puede fichar jugadores con carta de libertad ya que
roza
la concursal.
Y así acaba la (larga) historia
de los tres entrenadores que pusieron su granito de arena para que un Betis con
muy buena plantilla se fuera a Segunda en el año 2000. Esperamos que les haya
gustado, y si no ha sido de su agrado mala suerte, ya han entrado aquí, así que
la visita cuenta igualmente y así nos seguimos haciendo famosos y ricos a su
costa (insertar risa malvada).
8 comentarios:
Otro que se ha sumido al asqueroso fútbol moderno y aha abandonado el gallardo bigote que le ha acompañado casi toda su vida. solo por eso merece mi repulsa.
PD: Hoy he soñado que era futbolista yque me dejaba bigote solo para ser el único jugador con bigote. Esto no me lo invento, ha pasado de verdad...
En el Betis no llevaba bigote Rinat, esa foto debe ser de otra época de Hiddink, pero no de su paso por el Betis.
Muy buena la entrada, no conocía la historia de aquella Copa de Europa del PSV, muy interesante ni tampoco lo de las banderas nazis, muy de ídolo la reacción de Hiddink.
Ciertamente en el Betis su trayectoria fue desastrosa, culpable directo del descenso aunque no menos que Griguol.
Por cierto, Bogarde todavía anda buscando su cintura jajajaja ¡qué bonitos, que bonitos son los goles de Alfonsito!
"Tras seguir vivo con tres goles al límite ni un jardín de flores rectales puede dar más de sí"
Jajajajajaja qué bueno.
Uno de los entrenadores con más suerte que conozco, al menos tenía la ventaja de que no había que aguantarlo en las tertulias porque no era un cabrón pedante como D'Alessandro, Lillo, Valdano y gente de esa calaña.
Magnífica trilogía, Mr. Oselito.
Fantastico artículo! Me gusta la teoría del gladiolo de Guus que en Turquia y en Sevilla no cuajó pero en otros lugares sí. Y muy conseguidas las fotos.
Grande
Esperaba la "hidden track" de Faruk al final del post. :(
@Anónimo,no se decepcione usted, aquí tiene su "tema extra" de Pepe Hadzibegic!!
http://colussoscontrakukletas.blogspot.com.es/2012/09/faruk-hadzibegic.html
El enlace del video del Karlsruher no va bien, y el del robo de Corea tampoco. Salvo eso, excelente saga!!
Todavia me acuerdo de un partido con el Celta que acabo 0-0 y el gran Mario Turdó fallando goles cantados. Ese fue uno de los peores partidos que le recuerdo al Betis, y seguro que entrenaría este tipo.
Por cierto, el rival de Australia en esos octavos del mundial de 2006 fue Italia, que jugo con diez toda la segunda parte.
Un saludo.
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