Cuando
Bergara llegó a España no era más que un prometedor jugador uruguayo de veinte
años que había llamado la atención del Mallorca lo suficiente para que el
equipo balear decidiera hacer el importante desembolso de un millón de pesetas
en 1962. Nacido en Montevideo el 24 de julio de 1942, Alberto Daniel Bergara
procedía de una familia de buenos genes futbolísticos, no en vano Mario, su
hermano mayor, había sido campeón sudamericano con la selección e Ignacio
Bergara (dos años mayor que Daniel) ya había destacado en las filas del Rácing Club
de la capital uruguaya. Alberto Daniel no tardó mucho en llegar a la élite, con
tan solo 16 años debutó en el mismo equipo de sus hermanos y con 18 con el
equipo nacional para en un par de años recalar junto con su hermano Nacho en el RCD
Mallorca, que en 1962 disfrutaba de su tercera temporada consecutiva en la
máxima categoría tras el histórico ascenso de mediados de 1960. No pudo ayudar
a mantener la categoría de su equipo pero temporada tras temporada se fue
afianzando tanto en el campo como en la ciudad (allí conoció a su mujer, una
guía turística inglesa, recuerden este dato) hasta convertirse en uno de los jugadores más
destacados de los bermellones.
Tras
cinco temporadas en Mallorca el Sevilla FC llama a su puerta, allí forma parte
de una delantera recordada por los aficionados de la época que estaba formada
por Lora, Eloy, Berruezo, Lebrón y el propio Bergara. Dotado de un magnífico
toque de balón, Alberto Daniel era un jugador inteligente, muy exquisito, con
buena técnica y muy buen control del balón que destacaba sobre todo por su
potente disparo desde media distancia. En su primera temporada se convierte
en el máximo goleador del equipo con once dianas que, sin embargo, no valen
para certificar la permanencia y el Sevilla FC desciende a segunda por primera
vez en su historia.
De
la mano de Juan
Arza el equipo hispalense recupera rápidamente la categoría nuevamente con
Daniel Bergara como máximo goleador, esta vez sus trece tantos sí sirvieron
para conseguir el objetivo. El Sevilla decidió prescindir de su “niño de oro”
para contratar al austriaco Max Merkel y no puede decirse que no acertara en el
cambio pues el equipo consiguió un tercer puesto en su retorno a la élite, sin
embargo para nuestro protagonista la contratación de Mr. Látigo no fue del todo
positiva ya que se inclinaba por darle la titularidad a otros jugadores como el
recién llegado Baby Acosta (con el que Bergara por cierto se entendía a las mil
maravillas dentro del terreno de juego) en detrimento de Daniel que aun así
logró marcar seis y cinco goles en las dos siguientes temporadas, algunos de
gran recuerdo como el que supuso la victoria contra el Real Madrid o aquel
que le endosó a Iribar tras sacar el uruguayo un córner despejado por el mítico
portero vasco en el que el balón volvió de nuevo a posición de Bergara que le
pegó tal como vino marcando todo un señor golazo.
La
llegada de Dan
Georgiadis le relega al ostracismo más absoluto por lo que el uruguayo
decide cambiar de aires a mitad de temporada y aceptar la oferta del Tenerife,
por aquel entonces en segunda, donde se mantendría en activo un par de años más
hasta que una lesión crónica de gemelos precipitó su retirada con tan solo 31
años. En todos estos equipos, a pesar de ser un jugador recordado (para el
concreto caso sevillista recomiendo este
enlace para ampliar la información relatada con montones de fotos y videos)
tampoco es que pueda decirse que fuera una leyenda, sin embargo su momento de
gloria estaba aún por llegar.
Como
comentábamos al principio la Señora Bergara era de nacionalidad inglesa, por lo
que al terminar su carrera deportiva Alberto Daniel (a partir de entonces “Danny”)
junto a su familia se instalaron en la Gran Bretaña con la intención de probar
suerte como entrenador. Gracias a la ayuda de un primo de su mujer consiguió
una entrevista con el entrenador del Luton Town, Mr. Harry Haslam, que le
consiguió distintos puestos en el organigrama técnico del equipo, funciones que
continuaría en Sheffield cuando Haslam fue fichado por “Las cuchillas” llevándose con él a su equipo de trabajo.
Los
innovadores métodos y técnicas que Danny
aplicó en el Sheffield United llamaron
la atención de la mismísima Federación Inglesa, que le reclutó para un puesto
como ayudante en los escalafones inferiores de la selección (trabajo que compaginaba
con el United) y del Middlesborough del que fue segundo entrenador en 1986. Posteriormente
fue seleccionador de Brunei hasta que en 1988 se hizo cargo como primer
entrenador del Rochdale AFC, de la cuarta división, convirtiéndose en el primer
entrenador extranjero de toda la historia del fútbol británico (realmente hubo
algún aislado precedente anterior de entrenadores sudafricanos con ascendencia inglesa,
pero en cualquier caso fue el primer entrenador que no tenía el inglés como
lengua materna).
En
1989 el Stockport County requiere de sus servicios y es en este equipo donde Danny Bergara se convierte, ahora sí, en
una autentica leyenda. Stockport es una ciudad situada a 12 Km al suroeste de Manchester
y su equipo siempre ha estado ensombrecido por los dos grandes mancunianos. En
1989 llevaba dos décadas deambulando por la cuarta categoría inglesa por lo que
los aficionados recibieron al nuevo entrenador con recelo, sin embargo los
métodos de Bergara consiguieron formar un equipo fuerte en el que iban todos a
una y que fue conocido como “The White
and Blue Army” (la armada blanquiazul). En su primer año se quedó a un
punto del ascenso consiguiendo el mejor resultado del equipo en veinte años
(preguntado por lo mejor de la temporada Danny Bergara contestó “nos limpiaron
los aseos y pintaron los vestuarios”). La temporada siguiente los hatters (apodo por el que era conocido
el Stockport) volvió a ser equipo de tercera después de 24 años y en las tres
siguientes temporadas el equipo siempre estuvo posicionado para subir a segunda
división sin conseguir lograrlo, aunque para el recuerdo de los hinchas siempre
quedará las dos finales (ambas perdidas) en Wembley de la Football League
Trophy (una especie de Copa de la Liga que enfrentaba a equipos de segunda y
tercera) en 1992 y 1993.
En
1995 Bergara pretendía acometer una reestructuración profunda en la plantilla a
fin de luchar de verdad por un puesto en los play off de ascenso lo que le supuso un duro enfrentamiento con la
directiva que tuvo como consecuencia su destitución para sorpresa de toda la
hinchada que tenía al uruguayo casi como a un dios.
Tras
esta etapa Bergara entrenó al Rotherham United, Doncaster Rovers o Gran Town
sin conseguir repetir el éxito anterior. Con posterioridad también elaboró
informes para el Tottenham y el Sunderland sobre nuevas promesas inglesas.
El
día 25 de julio de 2007 Alberto Daniel Bergara de Medina fallecía en Sheffield
justo un día después de cumplir 65 años (el Sevilla FC se sumó a las
condolencias por su ex jugador). Tres días después los aficionados del Stockport
County FC aprovecharon los prolegómenos de un partido amistoso contra el
Cardiff City para
rendirle un sentido tributo que bautizaron como “Danny Day”. A diez minutos de emocionante silencio le siguió
una atronadora ovación acompañada de los acordes de la inmortal My
Way de Frank Sinatra (la canción favorita del homenajeado), una ofrenda
floral de Jim Gannon (Manager del Stockport) y Dave Jones (Manager del Cardiff
City y, casualmente, el hombre que había sucedido a Bergara doce años antes al
frente de los hatters) en la que se
podía leer “DANNY” y un viejo cántico que ya atronó Wembley durante 45 minutos
en la final de 1993: El ejercito blanco y azul de Danny Bergara (Danny Bergar’s blue & White army).
Multitud
de homenajes se sucedieron desde entonces hacia la figura del primer no
angloparlante en entrenar en las islas (incluido un libro sobre su vida) culminando
con el renombramiento en
2012 de la tribuna principal del vetusto Edgeley Park que pasó a denominarse “Tribuna
Danny Bergara” y desde entonces una bandera uruguaya ondea en todos los
partidos que los blanquiazules juegan en su casa.
Quillo de mamassso este artículo. Mis aplausos
ResponderEliminarY yo le ví jugar... muchas veces... en Primera, en Segunda y en la liga Andaluza de suplentes.
ResponderEliminarQue gran historia, nunca sabré de donde ni como sois capaces de sacar este tipo de información.
ResponderEliminarUno de los mejores artículos que habéis hecho nunca.De verdad,IMPRESIONANTE.
ResponderEliminarEste tipo de historias de jugadores poco conocidos de nuestro fútbol son las que de verdad nos hacen ver lo bonito que es este deporte.
Que pena que en estos tiempos parezca que lo único destacable sean los estilismos de Neymar,si es mejor CR69 que Messi o cuánta gente ve el "clásico"(por qué se llama clásico a lo que de toda la vida se había llamado madridbarça?).
Lo dicho:ENHORABUENA CRACKS!!!
Muchas gracias amigos, me alegro de verdad que os haya gustado, esta historia se escribía sola, la verdad :-)
ResponderEliminar@Alfonsobis: Pues killo sobre la pista de este jugador en concreto me puso un amigo y ya a partir de ahí pues buscando y leyendo, tu sabes, a veces se encuentran cosas interesantes por ahí...
@carrascus ¿Y qué te parecía como jugador? ¿viste aquel golazo contra el Athletic?
Pues la verdad es que no recordaba aquel gol hasta que no he leído ahora este post y el que enlazas donde lo cuenta. He mirado a ver si había alguna foto del gol en el "Sevillismo", pero veo que la revista empezó a publicarse cuatro meses más tarde, en abril del 71.
ResponderEliminarEn aquellas épocas tenía yo entre 10 y 13 años y no era nada crítico (como ahora) con el futbol, y los jugadores del Sevilla me parecían buenos todos, jejeje... aún así yo era más de Baby Acosta que de Bergara... mucho más...