Hermanos de leche fue
una de las series más punteras en España a mediados de los 90 en lo que se ha
venido a denominar como la edad de oro de las series en España (con series de
primer nivel como Farmacia de Guardia, Canguros, ¡¡Menudo es mi padre!!, Médico
de Familia… ¡Insuperables!) en ella se narran las peripecias de dos hermanos
recién divorciados que vuelven a compartir piso, interpretados por el nunca
suficientemente valorado Juan Echanove (¿Quién es el guapo capaz de resistirse
a sus caras
de buenazo simpaticón y bonachón en ese programa en el que
recorre el país alimentando con gracejo ese pozo sin fondo insaciable que es su
talega?) y José Coronado. En un giro de guión inesperado el personaje que interpretaba Juan Echanove
fue sustituido por el Gran Wyoming como si nada hubiera pasado siguiendo así la
moda establecida por la matriarca de los Banks en el Principe de Bel-Air, pero
bueno a lo que vamos, Hermanos de Leche, además de ser un fenómeno sociológico
en todo el país fue toda una obsesión para Dejan
“Rambo” Petkovic, que se enganchó nada más llegar a España de la
mano del Real Madrid, llegando incluso a comprarse las temporadas completas en
VHS con subtítulos en serbio para poder apreciar mejor los detalles que
pudieran escapársele.
Tanto
era su gusto por esta comedia que pensó que él debía vivir una situación igual
o más hilarante en España, así que ideó un plan para que su hermano Boban, que también era futbolista, viniera
con él a su nuevo país a compartir piso. Se lo intentó endosar en primer lugar
al Real Madrid, pero claro, Boban no era un chavalito que puedes meter en
cualquier equipo de cantera sin más con tal de agradar al fichaje de turno
(nació en Majdanpek el 9 de noviembre de 1969, por lo que era tres años mayor
que Dejan y en 1995 contaba ya con 26 años) así que no coló y una vez que en el
mercado de invierno recaló en el Sevilla junto a Agostinho, volvió
a la carga e intentó colársela al Sevilla, al que ya le pareció excesiva la
tomadura de pelo de tener que aguantarlo a él, al portugués y a otros paquetes
de la época como Peixe o Moacir, así
que le dijo a Rambo que si quería traérselo al piso que le había prestado
mientras durara su estancia en el Sevilla, perfecto, pero que de incorporarlo a
su plantilla NI DE COÑA (así
en negrita y subrayado). Dejan se entristeció, porque claro su hermano no veía
con buenos ojos ser un mantenido y quería desarrollarse profesionalmente, todo
parecía perdido y parecía que se esfumaba el sueño de los Млеко Браћа (Hermanos de Leche en serbio), pero de
repente un giro inesperado de los acontecimientos abrió una nueva vía a la
esperanza.
Dejan leyó que el Écija Balompié que
por aquel entonces estaba en segunda había fichado a un argentino y
a una serie de yugoslavos para reforzarse en el mercado de invierno de
cara a aspirar por la permanencia, así que movió hilos para que en ese pack de
balcánicos fuera incluido su hermano. El equipo en el que jugaba Boban, un tal Paliliuc de Belgrado no puso demasiados
problemas para dejarle marchar y así fue como por fin Dejan y Boban lograron compartir
piso en una misma ciudad, en este caso eligieron Carmona por ser un punto
intermedio entre Écija y Sevilla.
Las fiestas en su piso eran sonadas y no eran pocos
los Erasmus que fletaban autobuses para irse a Carmona a disfrutar de ese piso
franco donde siempre corría el alcohol y la juerga ¿pero y el fútbol? ¿Qué pasó
con Boban en el Écija? Pues Boban, como os podéis imaginar tuvo un paso más
bien irrelevante por el equipo astigitano; debutó al poco de llegar en la
derrota contra el Bilbao Athletic avisando que “no era tan bueno
como su hermano” pero profetizando
que marcaría unos 15 goles en media temporada. No sabemos si llegó a esa
cifra en los entrenamientos, pero en lo que es en Liga sus datos fueron
abrumadores: un gol contra el Almería tras
asistencia de Salva Ballesta y ocho partidos disputados como azulón, lo que no
es precisamente lo que se dice un balance positivo, además su hermano se
lesionó de gravedad al poco de llegar y al estar todo el día en casa con la
pata en alto se estaba convirtiendo en un amargao
que hizo que la convivencia fuera
insoportable, por lo que al final de todo el sueño de los Petkovic casi
acaba más bien en “hermanos a leches”.
Quizás su máxima portación al fútbol fue ser el
precursor de delantero con el 2 a la espalda (a lo Toquero o Koné) ya
que fue el único dorsal libre que quedaba cuando llegó, pero en lo futbolístico
dudo mucho que incluso los más aficionados al equipo azulón tenga un leve
recuerdo de este intrascendente futbolista. Como curiosidad, su último gol como
jugador del Écija lo anotó en aquel extraño partido amistoso contra el Xerez reforzado con jugadores del Sevilla FC y del Betis como Sánchez Jara,
Unzúe, Quique Estebaranz o Arpón, entre otros.
Tras su etapa en el Écija volvió a su país, siempre
a equipos de segunda fila como el Hajduk de Belgrado o el Kolubara Lazarevac y
tras darse cuenta que en el fútbol no llegaría a gran cosa se reconvirtió en
agente de futbolistas para a la vera de su hermano aprovechar el tirón que
“Rambo” tenía en Brasil y hacer negocio endosándole al Estrella Roja de Prosinecki
jugadores brasileños a go-go para que aprendan el oficio al lado de Tosic o a
embarcarse en proyectos tan sumamente apasionantes como producir la
película que lo peta en los cines cariocas:
“O Gringo: La vida de Rambo Pekovic”.
Ostia tú! No sabía de la existencia de un segundo Petkovic en la familia. Y aún hubo un tercer Petkovic ese mismo anho en Segunda, aunque no tenía nada que ver con estos dos.
ResponderEliminarDusan Petkovic, en el Mallorca. Dios los cría...
Jaja! Yo sí le recordaba, no las hazañas tan en detalle (ese precursor de delanteros con el 2 me ha encantado) pero me ha hecho mucha gracia. Tampoco conocía ese amistoso de Ecija-Xerez reforzado. Esos partidos molaban, el prestarse jugadores y hacer unas pachangas entretenidas
ResponderEliminarComo antes mencionabais a Petkovic el del Mallorca, llegó el mismo año y hubo confusión con el hermano, el del Madrid y el nuestro... Que se sabe quien es la madre pero no el padre...
Y hablando de padres, en 2006, es este mismo Petkovic que en el Mundial de Alemania, lo convoca Serbia, y el seleccionador es...su padre. Le critican mucho y al final Petkovic abandona la concentración incapaz de soportar la presión. al ser ya fuera de fecha, Serbia no puede sustituirle y se quedan con un jugador menos...
No es el Petkovic del artículo pero bueno... da de sí
Es que si eres hermano de jugador profesional pero paquete lo mejor es hacerse representante, como René Ramos que es aún más elegante que su hermano.
ResponderEliminarAlgún día hablaremos de los pisos que tenía el Sevilla para sus jugadores