Normalmente se dice que segundas partes no son buenas, y hay gente que lo demuestra sobremanera. Viktor Ikpeba es un ejemplo de ello.
Ikpeba, jugador nacido en Benin City (Nigeria), conocida ciudad africana en la que hay muchos animales exóticos, un 12 de junio de 1973 en el que hacía más calor que en la comunión de Charmander, supo desde pequeño que lo suyo era dedicarse a dar patadas a algo. Sus padres, para que calmara sus ansias, lo animaron a que se apuntara a clases de lucha y emulara al mismísimo Shawn Michaels o a Bruce Lee.
Pronto se dio cuenta de que eso de pelear no era lo suyo, ya que le daban hasta en el DNI. Se buscó otra cosa en la que dar pataditas, y rápidamente la encontró al ver unos chavales jugando al fútbol. Ikpeba supo desde ese día que iba a ser futbolista.
Su afición por el fútbol no tenía límites. Jugaba a todas horas, y destacaba por sus cualidades. No tardaron mucho en encontrarle un hueco en un equipo, el Lagos. Estando allí, al parecer hizo que el Lieja se interesara por ficharlo, tras verlo en el Mundial Sub-17 de 1989.
Ikpeba cogió un avión hacia Bélgica para fichar por el Lieja, y allí empezó a destacar. Con su buen amigo Oliseh, fue el terror de las defensas rivales, consiguiendo unos estupendos 17 goles en la campaña 1992-93.
El Monaco se hizo con él el verano de 1994. En la ciudad monegasca tuvo la mejor época de su carrera: participó en los Mundiales de 1994 y 1998 y en los Juegos de 1996, fue premiado como el mejor africano de 1997, ganó una liga (ayudando a ello con 13 goles)...
El periplo acabó en 1999.
Ikpeba tenía pensado en ese año marcharse a la Reggina, pero ocurrió un incidente que echó por tierra su fichaje por el equipo italiano: su mujer no quería marcharse, así que lo encerró en su casa el día que iba a firmar el contrato.
No le sirvió de mucho a su mujer, ya que Ikpeba se fue al Borussia Dortmund, donde estaba su amigo Oliseh, formando otra vez una dupla al nivel de Cigarrito y Aguardiente.
En el Borussia chocó con el entrenador Mathias Sammer, y empezó a dar muestras de lo que posteriormente se vería por Heliópolis, ya que en dos campañas hizo la friolera de 3 goles.
Y en 2001 llegó su gran momento: su fichaje por el Betis. Lopera lo trajo como el "nuevo Finidi", como dijo textualmente, para un equipo que había ascendido a Primera. Pero claramente se vio que no iba a haber otro Finidi...
Y es que Ikpeba sólo jugó 52 minutos repartidos en 3 partidos. Verlo jugar era más raro que ver a un gitano con gafas. Aún así, tuvo su momento de gloria: jugando contra el Zaragoza, esperaba marcar un gol. Y lo hizo. Rápidamente fue a celebrar su gol, pero... El linier había señalado fuera de juego. No valieron de nada sus protestas para cambiar su decisión.
Al acabar la campaña, en la que estuvo más tiempo fuera del campo (donde supongo que tuvo tiempo de disfrutar del ocio como mucha gente) que dentro de él, se marchó al siempre competitivo fútbol árabe, tras un una vuelta fallida a la liga alemana. El Al Ittihad lo fichó por un año, y no hizo malos numeros (7 goles). Poco más se puede contar de Ikpeba. Duró dos años más en el mundo del fútbol, sin destacar demasiado, hasta que decidió retirarse con 32 años.
Aún hoy en día se puede encontrar a Ikpeba echar pachangas por algun campo perdido, donde sigue con su afición de dar patadas.
Artículo cortesía de Dani
7 comentarios:
Si es que no aprenden nunca!!
Cuándo se enterarán que nunca nunca se deben hacer las siguientes cosas en la presentación de un jugador!
1º Decir que el jugador es el "nuevo Finidi", el "nuevo Roberto Carlos" o el "nuevo Pirlo"
2º Pegarse bravuconadas tipo "hoy estoy aquí pero espero dar el salto a un grande pronto" (a lo Guerrón en el Getafe)
3º Hacer un Tosic.
Es una maldición que no falla nunca y quién juega con ella la consecuencia es inaludible: El fracaso.
¿Qué clase de estampa es ésa que está hecha con el word? Qué cosa más cutre, por Dios.
Yo la declaración más molona que he visto en una presentación es la de Fernando Sanz cuando fichó con el Málaga diciendo que quería ganar la Liga y la Copa del Rey.
Aquí en la tierra la de Darío Silva es difícilmente olvidable, por todo lo que dio de hablar el abanderado del "salto de calidad".
Las de los jugadores del Betis en los últimos años poco que decir, ya que del jugador no se hablaba, aquello era el Lopera Freak Show.
Aunque yo estuve presente en la de Miguel Lopes, ya sin Lopera, un día relataré aquí cómo fue el acto.
Y ojo!! No puedo dejar de compartir aquí (ya lo hemos hecho en nuestro FACEBOOK, ¡Hazte fans!)también las dos imágenes que hasta última hora han pugnado duramente para presentar esta entrada:
1. Ikpeba con una sonrisa más blanca que Miguel Guillén
2. Ikpeba con una pinta de los más vacilona
Ni recordaba ke este habia estao en el Betis... Los cromos de esa temporada creo que son los mas cutres ke he visto en mi vida con ese rollo internet-futurista, pero me ha hecho mucha gracia porque la posicion que tie Ipkeba es como si estuviera congelado y el cursor esta justo donde pone reproducir seguro que le da y hace un jugadon jejeje
El colega en la foto tiene unos ojitos que parece que se ha fumado media Nigeria, más o menos como este tipo:
http://www.youtube.com/watch?v=6w6Cl8Pe2J4
Lo que pasa es que a estos tios se los traen cuando ya están bien podridos de billetes y jugar es lo que menos le importa. Yo vi jugar a Ikpeba cuando estaba en el Mónaco y el tio era un crack.
Lo de la Reggina parece se que estaba motivado porque la mujer tenía cancer y buscaban un destino que, aparte de un equipo decente, tuviese buenas prestaciones sanitarias
Buen blog este. Un abrazo y ánimo
Yiyo
Este jugador vino a Betis cargando el reciente drama de la muerte de su esposa por cáncer, ocurrida en 2000. Con tres hijos pequeños. Más humanidad
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