viernes, 13 de julio de 2012

MILORAD RATKOVIC

Antes que la figura del director deportivo fuese una cosa institucionalizada, los entrenadores tenían mucho que decir en los fichajes que hacían los equipos, ya fuera por intereses económicos, por amistad con sus representantes o porque ya habían tenido a sus órdenes al jugador de marras y confiaban ciegamente en él.  Pregunten por ejemplo a cualquier bético como Luis Aragonés le endosó a Solozabal, Otero, Gálvez, Andrei u Oli (en detrimento de Makaay) o a los sevillistas como al calor del Sabio de Hortaleza llegaron Juanito, Moacir o Pedro. Cuando para Fernando Castro Santos se abrió el mercado de fichajes en el Sevilla FC también tuvo su pequeño antojo y este no era otro que Milorad Ratkovic.

En principio la contratación del serbio despertó cierta ilusión entre la parroquia que ardía en deseos de regresar a primera división, no obstante era un jugador contrastado que venía de hacer buenas temporadas en el Borac, en el Estrella Roja (con el que se proclamó campeón de la Copa Intercontinental) y sobre todo en el Celta, que disfrutó de su gran toque con la zurda y sus potentes disparos y del que fue parte importante de una de las mejores épocas de su historia durante las seis temporadas que estuvo en el equipo vigués. En contra pesaba su edad (34 años) y que tan solo había jugado 5 partidos en su última temporada de celeste, aun así Fernando Castro Santos tenía un caprichito (no tuvo bastante con Gluscevic, Patri o Rokki) y el coste de su fichaje era de cero pesetas, así que Carrión no quiso tener descontento a su entrenador y le concedió su petición.

Como era su niña mimada,  el bigotudo entrenador gallego contaba con bastante asiduidad con el medio izquierdo balcánico, pero el canoso a-lo-Kiko-Veneno (mechón blanco en medio de la cabeza) jugador demostró en los 11 partidos de liga y en otros 5 de copa que jugó ante rivales tan respetables como el Jaén o el Cacereño (eliminatoria en la que marcó su único gol como sevillista) y dos primeras que descenderían aquel año (Salamanca y Villarreal) que ya no estaba para muchos trotes.

Cesado Castro Santos en el ecuador de la liga, su sustituto Marcos Alonso no cuenta para nada con él y junto a Vukicevic se le da la baja federativa (tan solo seis meses después de arribar a Sevilla) el día en que se cerraba el mercado de fichajes para dejar libres dos plazas de extranjero que ocuparían Olivera y Tabaré Silva. Esta dilación en darle la baja le sentó como una patada en el culo al bueno de Milorad que acabó retirándose del fútbol asqueado al no darle tiempo de encontrar otro equipo.

Tras retirarse volvió a Vigo donde colabora con el Celta en distintas funciones, entrena a equipos de las categorías inferiores (estuvo a punto de ser entrenador del Pontevedra, pero finalmente los gallegos se decantaron por Pablo Alfaro), es contertulio en diversas radios locales y como no podía ser de otra manera, hace disfrutar a los buenos aficionados al fútbol en la Liga de fútbol indoor.

Gran recuerdo que guardan de Ratkovic… en Vigo.

3 comentarios:

Aracnidus Rojiblancus dijo...

Señor Gol, cohone??

Rinat Rafaé dijo...

Usted si que es un señor, Aracnidus! gracias por desvirgar a Ratkovic

Señor dijo...

¿He escuchado gol de Señor?