Era el 10 de Febrero de 1971
cuando viene al mundo, en Sevilla, José Luis Rodríguez Loreto, todo un rebelde
en potencia.
Su padre quería que formara parte
del negocio familiar, una pescadería en la Macarena, pero el pequeño José Luis tenía otra
cosa en mente. Había estado viendo los Snorkels y
documentales de Jacques Cousteau en la tele y se indignaba de que su familia
aprovechara el sufrimiento de seres marinos para ganarse la vida. Se hizo
insumiso del pescado y enfocó su mirada a lo que resultó ser su gran pasión, el
fútbol.
Al padre le pareció bien, y es
que era mejor que estuviera por ahí con el balón que tener al niño en la tienda
todo el día dando el coñazo y haciéndole el boicot, y es que el pequeño se había
hecho con un megáfono y pasaba el rato ahuyentando a los clientes con mensajes
como “en otra vida pudiste ser un rodaballo”,
“solidaridad con la acedía, ella no lo
haría” o “acabemos con el
boqueronicidio exacerbado”.
Lo malo fue que la tienda quedó
más tranquila, pero Loreto empezó a darle el coñazo al resto de la Macarena. Todo el día para
arriba y para abajo dándole patadas a la pelotita, y claro, la gente se hartó.
Que si “niño, la escalera de incendios
del Policlínico no es para entrenar a lo Rocky”, “niño, que le vas a dar un pelotazo a los que están desayunando churros
con chocolate frente a la
Basílica”, “niño,
no uses el Arco de portería que está pasando el Sentencia”… La gente del
barrio se acabó encabronando y le dijo a los padres de Loreto que, o apuntaban
al niño a algún equipo para que jugara lejos de allí o se acabó el comprarles
el pescado. Y fue así como Loreto acabó en la cantera del Betis.
Jugando como delantero centro se
convirtió en una de las grandes promesas de Los Bermejales. En 1990 se proclamó
campeón de la Copa
del Rey en categoría juvenil y en fijo en las categorías inferiores de la Selección Española
(llegó a jugar en la Sub21).
Fue entonces cuando Luis Cuervas, juguetero presidente del Sevilla, e
introductor de la fregona en nuestro país, lo vio claro. Ya se había llevado a
uno de los puntales del primer equipo bético, Diego,
y a un par de chavales que apuntaban alto en la cantera verdiblanca, como eran
Conte y Carvajal. Loreto era el golpe definitivo, la gran promesa de
Heliópolis, y mediante un representante algo espabilado le convencieron de que
firmara un precontrato con el Sevilla.
Al joven Loreto, con la falta de
luces habituales de un chaval de 18 años (que para colmo es futbolista), se le
puso el símbolo del dólar en los ojos y fue del tirón a comprarse un Toyota
Celica blanco que le tenía enamoradito perdido. No se le ocurrió otra cosa que
enseñar como aval el precontrato que había firmado con el Sevilla, resultando
que el vendedor era amigo de José María De la Concha, al que telefoneó ipso facto.
El Betis detuvo el fichaje de
Loreto por el equipo de Nervión ofreciéndole al jugador un contrato más
suculento. El Sevilla denunció el asunto, pidiendo 100 millones de
indemnización. El macareno se cagó vivo, ya que no tenía ese dinero y se veía
en la cárcel, pero finalmente sólo tuvo que pagar 2,5 millones de pesetas, de
los que Lopera puso la mitad. Durante lo que duró todo el proceso Loreto estuvo
entrenando en solitario en La
Cartuja.
El 2 de Diciembre de 1990, en
partido disputado en Villamarín frente al Español, debuta con el primer equipo
bético José Luis Rodríguez Loreto, sustituyendo a José Luis Rodríguez “El
Puma”, ya que por entonces había cupo de extranjeros y de José Luises
Rodríguez que uno pudiera poner sobre el césped al mismo tiempo. Ambas normas
fueron modificadas tras la famosa denuncia ante la Unión Europea del futbolista
belga José Luis Rodríguez Bosman.
Esa primera temporada de Loreto
en el primer equipo se salda con 23 partidos jugados, 11 como titular, y dos
goles marcados. El Betis desciende a Segunda, donde se espera mucho del
delantero, pero en dos temporadas juega un total de 35 partidos para meter sólo
cinco goles. Su estela verdiblanca se apaga definitivamente…
…para rehacerse en blanquiverde.
En 1993 Loreto ficha por el Córdoba y se proclama máximo goleador del grupo IV
de Segunda División B. Esto lleva a algunos clubes de Primera a interesarse por
sus servicios, firmando finalmente por el Real Zaragoza.
Con los maños sólo disputa 12
partidos, y sólo uno como titular, pero se proclama campeón
de la Recopa de Europa. No llega a disputar ningún minuto en la final, pero
tuvo su momento de gloria durante el torneo al colaborar activamente en la
eliminatoria de octavos frente al siempre correoso Tatran Presov eslovaco,
donde militaban jugadores de la talla de Zvara, Chihuri o Nenadic.
La siguiente temporada la pasa
cedido en el CD Logroñés, en Segunda. En La Rioja hace 10 goles y es pieza importante en el
último retorno a Primera de la historia del club. Sin embargo, al año siguiente
Víctor Fernández sigue sin contar con él para el Zaragoza. Finalmente en
octubre de 1996 vuelve al Córdoba.
Tras una buena temporada y media
en El Arcángel consigue el ascenso a Segunda A, haciendo ese año una interesante
cifra de goles, quince en total. Sin embargo, él seguiría militando en la
categoría de bronce, pues para la temporada 1999-00 firma por el Cádiz.
Allí no le va bien, dos goles en
30 partidos y una mención en un cuplé del Yuyu
fue su bagaje en la Tacita
de Plata, incorporándose al Murcia para disputar la liguilla de ascenso.
El equipo pimentonero consigue el
objetivo y en Segunda A Loreto se convierte en un puntal para los murcianos,
haciendo 17 y 13 goles en las dos primeras temporadas en la categoría. En la
temporada 2002-03 se consigue el ascenso a Primera, pero su participación sería
menor (26 partidos, 4 goles) ya que no comulga mucho con David
Vidal, algo que no se entiende porque el entrenador gallego siempre está con los suyos a muerte.
Los estertores de su carrera
fueron dos temporadas en Segunda B, defendiendo la camiseta del Cartagena, y un
último año a medias entre Orihuela y Molinense, en Tercera División,
retirándose en 2006.
Desde entonces ha ido ganándose
la vida en banquillos modestos del fútbol aragonés, ya que se instaló a vivir
en Zaragoza, donde conoció a su mujer. Fue entrenador en categorías inferiores
del Molinense y el Club Deportivo Valdefierro. Tras formar parte del cuerpo
técnico del Balsas se hizo cargo del banquillo del Ebro. Estuvo a punto de
ascenderlo a Segunda B por primera vez en la historia del club, pero se cruzó la SD Compostela.
Esta temporada entrena al Ejea, y
demuestra que es un hombre de fútbol de los que no quedan, y se apena por ello cuando
habla de su hijo: "Yo veía
videos para progresar, escuchaba la radio y dormía con un balón. Mi hijo ahora
sólo es ordenador, Facebook y Tuenti. Ya no viven el fútbol como antes". Vamos, que no tiene pinta
de que la siguiente generación de los Loreto le dé mucho por culo a la gente
por las calles de Zaragoza con la pelota, como hiciera su padre por Resolana y
alrededores.
5 comentarios:
Recuerdo que en la Guía Marca aparecía como estrella del Murcia para la temporada 01-02 después de marcar 17 goles. En la temporada anterior, la del regreso a Segunda A aparecía como estrella...Luis Gil Torres.
Me diera un poco de pena que no quedara en Primera con el Murcia ya que es uno de esos jugadores de una teoría mía, la de las caras (como mi otra teoría, la de los nombres). Miras a Loreto y se le ve en la cara que tiene instinto, le fuera mejor o peor de lo que prometía pero se le ve cara de marcar goles y jugar a fútbol. Todo lo contrario que siempre me produjo la cara de Clavero, ex Osasuna entre otros. A este tío ya bastante bien le fué con cara de Mayordomo de Ana y los 7.
http://www.bdfutbol.com/es/j/j2262.html
Jajajajaja la anécdota del Toyota es buenísima! Hay que tener pocas luces, pero refleja lo que era el fútbol sevillano a principio de los 90, una cosa mucho más familiar que lo de hoy en día con gente mucho más normal, de barrio...
Un mojón pa su coche
Oigan y no pasen por alto que José Luis Rodriguez (Loreto) sustituyera a José Luis Rodriguez (El Puma) ¿por orden de José Luis Rodríguez (Zapatero)?
El Betis no podía soportar tras lo de Conte y Carvajal perder otra joya de la cantera... pero ojo que gracias a eso se llevaron a Valentín Casanova a cambio.
El último enlace a la entrevista es muy bueno, no solo la frase de su hijo si no también esta que me ha gustado mucho "Viví la época dorada del Zaragoza y eso ya no me lo quita nadie por muy discreta que fuera mi actuación"... como Fernando Sales, Jesuli o Makukula en Eindhoven. Pa su casa que se lo lleva
Muy buena entrada, x cierto acordaros de dos canteranos q llegaron a debutar con el Betis a principios de los 90 , Abel y Bravo, este ultimo en un derbi. Un saludo sois unos maquinas
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