miércoles, 1 de abril de 2015

MARADONA Y SU CORBATA DEL TÍO GILITO


Solo D10S o en su detrimento alguien muy crack serían capaces de vacilarle en toda su puta jeta de esta manera tan acojonante a cada uno de los 150 kilos que conforman a Jesús Gil (y hablo en presente porque ¿saben aquellos rumores que había de que Gil estaba en una isla caribeña con Elvis, Marilyn, Kennedy y algún otro más? Pues son ciertos, están confirmados) porque Gil era muy pero que muy cabronazo y si como te cruzara con la mirada era un hijo de puta de lo más temible. Que se lo pregunten cómo se las gastaba el dueño de Imperioso al pobre “Tren” Valencia, que tuvo que salir del estadio por la ventanilla del vestuario para que no lo encontrara su presidente tras un partido contra el Logroñés. Pero eso sí, de tonto no tenía un pelo y como buen padrino del lado más oscuro de los bajos fondos, si sabía que podía sacar algo de ti, no tenía reparos de ponerse en pompa si era necesario. Ya te la devolvería en un futuro.

Algo querría de Maradona cuando reaccionó con esa estupenda sonrisa a la vacilada del astro argentino que, sabiendo que se iba a reunir con él, no tuvo otra idea que ir a la planta tercera de El Corte Inglés (moda infantil), buscar la sección de “Complementos para  que su niño salga guapo en el programa de Juan y Medio”, buscar las corbatas y elegir la del Tío Gilito. Porque claro, de Gil… Gilito. Ya puestos y de perdidos al río, lo suyo hubiera sido que al encontrarse le saludara con un “Hola, Jesús Gil… y pollas” acompañado de una sonora carcajada como queriendo remarcar la evidencia de la broma. Quizás por eso se reía Hristo Stoichkov, porque debajo de la camisa llevaba una camiseta con eso escrito, vayan ustedes a saber. 

Lo que sí parece evidente es que El Pelusa tenía que tener muy claro que algo buscaba Gil de él cuando se permitió semejante pasote con el rey de los jacuzzis (no se pierdan el video del enlace) ¿el teléfono del capo de la Camorra? Yo no lo descartaría…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gil en una isla desierta disfrutando de refrescante agua de coco y Del Nido y Julián Muñoz en la cárcel por la Operación Malaya... pobres ilusos que pretendieron hacerle sombra a don Jesús y que maravilla como se quitó de en medio el gordo en el momento justo.