Increíble foto ¿verdad? Un Etrusco Único sale
violentamente despedido tras un acrobático remate del escorpión realizado
magistralmente por Eduardo Rodríguez, remate que años más tarde inspiraría aun
extravagante Higuita para realizar su parada más famosa. Todo
un prodigio de imaginación, técnica y plasticidad de este chaval de Sanlúcar de
Barrameda que nada tiene que envidiar a las técnicas más depuradas de los Gemelos
Derrick. Lástima que tan solo lo viera el fotógrafo que realizaba la sesión
de fotos que tuvo el ojo de captar el momento porque el campo como pueden ver
estaba completamente vacío, pero la instantánea quedó ahí para recodarlo y en
el Benito Villamarín tampoco es que tuvieran muchas más ocasiones de ver más
acerca de este prometedor canterano con el primer equipo.
Eduardo Rodríguez debuta con el primer equipo
mientras milita en el juvenil en la
jornada de la huelga de 1984, tras estos primeros noventa minutos con el
cuadro verdiblanco vuelve a los escalafones inferiores en los cuales se
mantiene durante cuatro temporadas más, siendo considerado como uno de los
diamantes en bruto de la cantera, hasta que por fin le llega la oportunidad de redebutar con el Betis por derecho en un
partido contra la Real Sociedad de la mano de Eusebio Ríos, que confiaba
ciegamente en su instinto goleador, habilidad para el regate y en su remate
fantasía que había demostrado en la cantera. Seis partidos de liga (cinco como
titular y uno más saliendo desde el banco), uno de copa y dos goles son su
balance hasta la destitución de su mentor, tras ella el nuevo míster no confía
en sus mágicas jugadas y a pesar de la mala temporada bética, que acaba en
descenso, cae en el olvido y regresa al filial.
Esta falta de confianza le hace emigrar al
Recreativo de Huelva y al Badajoz en las siguientes temporadas hasta que ficha
a cambio de 8 millones de pesetas por un Hércules en horas bajas que deambulaba
por 2ªB. En Alicante, Eduardo se convierte en la referencia ofensiva del equipo
durante tres campañas, en la que ascienden a la categoría de plata,
convirtiéndose con 40 tantos en el máximo goleador de la historia del Hércules
en una sola temporada, record que aun ostenta. Su buen hacer le vale para
regresar a primera de la mano del Rayo Vallecano y tras dos campañas en
Vallecas sin demasiada fortuna regresa de nuevo a Alicante para devolver al
Hércules a la división de honor, aunque su nuevo periplo con los mejores
duraría poco, ya que el equipo alicantino desciende en su primera temporada,
aun así se pegaría el gustazo de marcar su único gol esa temporada en el 2-3 que los levantinos le
endosaron al Barcelona en el Nou Camp. A pesar de la mala campaña colectiva, el
nombre de Eduardo suena como posible “refuerzo” de la selección de Javier
Clemente, aunque no llega nunca a ser
convocado. Una temporada más disfrutando de la suave brisa marina alicantina y
otra en el Cacereño son sus últimos coletazos como profesional antes de colgar
las botas de una carrera en la que si bien no disfrutó de la fama mundial,
puede presumir de haber sido una autentica musa para profesionales de lo más
puntero en esto del balompié.
5 comentarios:
Creo recordar que en un partido contra el Hércules en segunda nos hizo sudar la gota gorda.
Recuerdo el partido comentado radiofónicamente por José Manuel Soto.
Cuando se le preguntaba a los técnicos verdiblancos el porqué se le había dejado marchar decías "Es que se lesionaba mucho".
¿Escorpion o remate de cabeza?
El escorpión, por supuestísimo.
El partido en que nos la lió fue la segunda jornada de la temporada 1993-94. Derrota por 2-0 en Alicante con dos goles del susodicho.
Más bien remate de cabeza "en plancha".
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