Hay gente, que a pesar de haber estado en lugares opuestos, al final acaban juntándose y llevándose bien sin ningún problema. Y no, no estoy hablando de esas películas empalagosas que te ponen en la tele los domingos por la tarde y que solamente ves cuando no tienes nada que hacer. Estoy hablando de un futbolista.
Antonio Ramiro Pérez, nacido en el sevillano barrio de San Pablo (conocido por albergar los partidos del Caja en la cancha del mismo nombre) el 2 de febrero de 1978, es el protagonista de este artículo. Cuando era niño supo que lo suyo era jugar al fútbol, y él mismo jugaba en la calle muchas horas en la cancha del parque, y cuando no, estaba haciendo las típicas trastadas con sus amigos.