RYAN HARPER

24 de Abril de 1987, Barrhead, Escocia. Al grito de “Freedom” la señora Harper da a luz al pequeño Ryan.

No pasa mucho tiempo cuando sus padres deciden irse a vivir a la Costa del Sol junto con sus tres churumbeles. Ryan es el mediano, el pequeño es Jack, y el mayor Bruce.

Allí los niños Harper crecen con un poco de confusión de identidad entre su parte brittish y la andaluza, lo que da lugar a mezclas extrañas.

Un día, un colega le dice a los Harper que oye, que los ingleses inventaron el fútbol, que se os tiene que dar bien. Ryan intenta explicarle la diferencia entre Escocia e Inglaterra, pero es como hablarle a la pared, y al final decide pasar de él.

Pero la idea de jugar al fútbol no le desagrada porque está en un momento de su vida en el que debe decidir su camino a seguir en la misma, así que se plantea muchas elecciones.

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Elige vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige creer en algo. Elige un televisor HD grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, iPods y netbooks. Elige un nick para trolear por internet. Elige un blog para que tu vida se te erosione leyéndolo. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige un alquiler razonable. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y botas a juego. Elige ser de un puto equipo de fútbol que nunca gana. Elige una pareja y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver gente que por follar con famosos ve más dinero del que tú verás en tu puta vida mientras llenas tu boca de fritos, doritos y demás mierdas. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro.

Y Ryan eligió ser futbolista. Hizo las pruebas y entró en el Fuengirola, el equipo de su lugar de residencia, donde empezó a despuntar, así que el Polideportivo Ejido, por aquel entonces un ambicioso equipo de Segunda División, lo ficha para su cantera.

No hace malos números pero sólo dura en el filial del equipo de El Ejido un año. La temporada siguiente la pasaría entre el equipo del Villanueva de Córdoba y el Alcobendas Sport, equipo famoso por su fair play.

En 2009 vuelve a acercarse a casa, ficha por el Estepona, equipo que debuta en Segunda División B, y es allí donde explota. 12 goles en 36 partidos y estrella del equipo. No está mal, y el Betis se fija en él para meterlo en el filial pese a que ya cuenta con 23 primaveras. Vamos, que si Ryan hubiera salido actor habría estado en “Al salir de clase” interpretando con 30 años a alumnos de ESO.

No empieza mal Ryan la temporada. El filial sigue la buena racha del año anterior con un equipo que empieza en la portería con Razak y termina delante con nuestro protagonista de hoy. De hecho, el entrenador del primer equipo, Pepe Mel, decide contar con él, aunque tiene que esperar a que le hagan un contrato profesional para ello debido a su edad.

Ryan es convocado para un par de partidos con el primer equipo, pero no llega a debutar, y acaba volviendo al filial, y con la pólvora mojada, porque a final de temporada, entre pitos y flautas, alguna lesión y que el equipo cae en barrena, sólo ha marcado cinco goles en 33 partidos.

El Betis B acaba salvándose en una promoción contra el Benidorm. Ryan ya tiene 24 tacos y en el primer equipo no cuentan con él. El pajarillo ha de volar.

Y vuela al Guadalajara, equipo que debuta en Segunda División A, y con el que está participando en la actual temporada 2011-12.

Ryan Harper, porque de Escocia han venido otras cosas.