Corría la gélida mañana del 27 de enero
de 2006, César Cadaval (el
Moranco bajito) acudía feliz y pizpireto como cada mañana a tratarse una dolencia en el codo por un
fisioterapeuta del club, nada grave pero ¿quién se resiste a una revisión
médica de gratis? además su asistencia le permitía compartir risas y
confidencias con algunos jugadores de la plantilla con los que tenía amistad.
Al cruzarse con ellos aquella mañana César procedió a sus habituales bromas,
una coña a Martí, un comentario a David, decirle guapo a Aitor Ocio hasta que
llegó Dragutinovic.
Al igual que le ha pasado a Kolo este
año, en sus primeros meses en el equipo Ivica Dragutinovic no estaba dando el
rendimiento esperado. Fichado el último día de mercado tras la espantá de Sergio
Ramos sus actuaciones no habían convencido ni al técnico ni a los
aficionados. De hecho, apenas diez días antes el club había fichado a Escudé que
actuaba en la misma posición que el serbio que parecía no adaptarse ni a su
nueva ciudad ni al fútbol español, lo que suponemos tendría al balcánico en un
sin vivir y estado de tensión permanente el cual admitía poca broma.
No debía tener el Moranco mucha confianza
con Ivica, que ni siquiera conocía quién era ese señor rojizo y gordete que se
paseaba por las instalaciones de su equipo, así que cuando tras piropear a
Aitor Ocio, César le hizo un gesto de complicidad al nuevo añadiendo “y tú
también eres muy guapo…” lo que acompañó de un nada varonil besito que hizo a Drago entrar en colera. Imagínense,
aquello era demasiado y a Dragutinovic le salió hacia fuera toda la mala
hostia y tensión acumulada durante los últimos cuatro meses por lo que sin
mediar palabra le metió una señora hostia directa al ojo que levantó al otrora
marido de Omaita un par de palmos del suelo dejándole el ojo como un solomillo
de buey de estos que están tan de moda hoy en día (hago un inciso, ¿de dónde carajo traen tantos bueyes para tanto
solomillo y tanta mini hamburguesita de buey que pueblan en la actualidad las
cartas de los gastrobares patrios? Fin del inciso).
Rápidamente el resto de jugadores los
separaron y el central se quedó mirando incrédulamente a sus compañeros pues no entendía a que venía esa
defensa a ultranza a semejante impostor al que había dado caza mientras intentaba zafarse de sus captores completamente
fuera de sí (nada tipo "¡agarrarme que lo mato!" que si lo sueltan lo mata, vaya) y aunque intentaron que recapacitara Drago no se había criado
en la extinta Yugoslavia en un ambiente bélico para que ahora viniera un tipo
como aquel a tirarle un besito. No, no y no. Su carácter espartano no permitía
ese tipo de ofensa y ni Aitor Ocio ni nadie sería capaz de impedir su venganza,
hasta los juveniles que esa misma mañana iban a disputar un partidillo de
entrenamiento con el Sevilla se marcharon de allí asustados considerando que
llegar al primer equipo no merecía tanto la pena si el peaje era enfrentarse al
único y verdadero
heredero de Ivan Drago, que, no contento con aquello, a las pocas horas del incidente tuvo también
otro conato de pelea en el centro tras un accidente de tráfico.
Finalmente lograron tranquilizarlo,
explicarle quien era y Dragutinovic se excusó declarando que "No
conocía a este señor. Me lo encontré en mi lugar de trabajo, al que sólo puede
acceder personal del club, y todo ocurrió al realizarme éste un gesto que
entendí como provocación”, incluso tuvo el magnánimo gesto
de llamarlo para
pedirle disculpas (Un héroe no lo es solo por sus aciertos sino también
cuando reconoce sus equivocaciones). Durante varios días corrieron rumores de
que el balcánico no estaba a gusto y que el club
estaba pensando en abrirle expediente y traspasarlo, César intentó que
aquel incidente no saliera a la luz (sabía que le iba a caer trilla) sin éxito
y finalmente se dejó correr el tema sin más consecuencias.
No sabemos si después de aquello quedaron
como amigos, pero tras aquel incidente Dragutinovic se convirtió en Capitán
General del Ejercito Sevillista durante muchos años… y eso que estuvieron a punto
de echarlo.
5 comentarios:
Cuando el Sevilla ganó la UEFA, el speaker del evento fue Cesar Cadaval. Y tras presentar a todos los jugadores uno a uno, cuando le llegó el turno a Drago, el Moranco dijo: con este no voy a hacer muchas bromas que me mete otra
Joeee!!! Estuve buscando ese video para ilustrar la entrada pero no lo encontré!! Recuerdo que se subió Drago y cogió al Moranco del cuello en plan así de broma y esa era la imagen que quería ponerle a la entrada
Tras la mascá de Drago, alguien le dijo a Cesar "coje un palo" y este le respondió "un palo...lo que voy a cojer es un taxi". Jajajajajaja
Lo contó Cesar un día en la SER.
Un saludo.
Miguel Abyssos
jajajaja muy buena historia, no la conocía. En cuanto a Dragutinovic, empezó mal es cierto, pero pronto se convirtió en uno de los destacados de aquel maravilloso Sevilla. Lo recuerdo como un defensa muy completo.
Te dejo mi blog por si me quieres añadir a tu lista, yo ya te tengo. Escribo sobre deportes, fútbol sobre todo:
http://tecnicaindividual.blogspot.com.es/
Un abrazo!!
Hola Jesús, he añadido tu página a nuestra sección "Enlaces y páginas que nos gustan" (arriba la puedes ver). Saludos y gracias por agregarnos
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