EMILIO ÁLVAREZ. EL CAMPEÓN DESCONOCIDO

Si hay una característica común a un buen número de jugadores de los que esta magnífica bitácora compila, es el hecho de apuntar mucho en sus inicios como futbolista para después diluirse. Talentos perdidos que proliferan con especial profusión en nuestra tierra pero que, por las razones que sea, no cuajan hasta alcanzar las cotas que su fútbol apuntaba. Entre los múltiples ejemplos, tengo especial predilección por Pinedita, al que Maradona nombró su sucesor in pectore en La Bombonera y que terminó pintando joyas esporádicas por Almendralejo. 

El que hoy traemos a conocimiento público es un futbolista perteneciente a este “selecto” club de jugadores que no rompieron en figura. Su carrera como profesional fue la típica de un trotamundos futbolero aunque su nivel de chaval era altísimo hasta el punto que fue, nada más y nada menos, campeón del mundo juvenil con España con una importancia tal en la selección que anotó el gol decisivo de la final. Aunque a usted su nombre no le sonará de nada: Emilio Álvarez Sánchez.

En este punto resulta necesario poner en situación al lector sobre la Historia de los Mundiales en categorías inferiores ya que, si bien es cierto que se vienen organizando oficialmente por FIFA desde mediados de los 70 (de hecho, el auténtico Mundial Juvenil es el Sub-20 que se juega desde el 77) podemos encontrar antecedentes claros ya que, en 1948, la FIFA organizó un “Torneo Juvenil” reuniendo 16 selecciones. No obstante, ese primer Torneo (disputado en Inglaterra y ganado por el anfitrión) no puede considerarse como “Mundial” ya que todos los equipos pertenecían a Europa. Sin embargo, el de 1954 que se disputaría en Alemania Federal, sí podría considerarse oficiosamente como tal ya que no sólo participaron escuadras del Viejo Continente. De hecho, España eliminó a Argentina en semifinales como ahora veremos. En este Mundial es donde se hace importante la figura de Álvarez.

Según distintas bases de datos, Emilio Álvarez nace en Coria del Río el 27 de marzo de 1933. Pues bien: ni nació en esa fecha ni, probablemente, lo hiciera en Coria sino en la propia Sevilla capital. La confusión, estimo, tal vez derive de tomar la fecha de nacimiento de su hermano Manuel que también fue futbolista (del Córdoba). La prueba de que Emilio Álvarez no nació en el 33 es su participación en el Mundial Juvenil del 54 donde sólo se podía jugar con 19 años máximo. La realidad es que Emilio Álvarez nace en junio del 36, justo cuando el país se preparaba para ahostiarse. De su infancia nada se sabe, salvo que juega en todas las categorías inferiores del Sevilla mostrándose como un extremo derecho incisivo. Muy bien debió hacerlo porque con 17 añitos recibe una carta por la que es convocado para el Mundial Juvenil de la FIFA a disputar en abril de 1954 en Alemania Federal.

La verdad es que España no tenía muchas expectativas de cara a ese Mundial ya que la expedición se reúne en Madrid para realizar un eterno viaje en tren de 42 horas hasta Alemania con dinero solo para cubrir los gastos de la primera fase. En la selección española compuesta por jugadores nacidos en el 35 y el 36 sólo hay dos jugadores andaluces, ambos del Sevilla: el defensa Juan Maraver (que estaría 10 temporadas en el primer equipo) y el delantero Emilio Álvarez, el benjamín de la selección. 

Sin embargo, España realiza una primera fase perfecta derrotando a Yugoslavia -con lesión de Maraver incluida-, Irlanda y finalmente a Portugal, al que endosa un set en blanco. Como campeón de grupo se clasifica para semifinales (había 4 grupos donde se sólo se clasificaba el primero), tocándole en suerte Argentina. En ese momento y como estaban tiesos, tienen que acudir a la Embajada Española por dinero para sufragar los gastos de cara a poder continuar. Argentina es derrotada por 1-0 clasificándose los nuestros para la final. En la otra semi, Alemania derrotaba a Turquía.

En la finalísima, un empate bastaba a los nuestros. Hay que recordar que en esa época no había penaltis por lo que si había igualada en el choque tras la prórroga (de 10 minutos y no 15), lo ganaba quien hubiera hecho mejor torneo. Y España, por diferencia de goles en la primera fase, llevaba mejor porcentaje que el equipo teutón. Sin embargo, en campo del equipo local y ante 50.000 espectadores, todo estaba en contra por lo que sólo pensar en empatar se antojaba una heroicidad. De hecho, empieza el partido y de inmediato los alemanes se ponen 2-0 tras un doblete de un delantero bajito, regordete y que corría raro. Un tal Uwe Seeler. Pero los nuestros no se achantan y el vigués Cela, un punta que estudiaba económicas en Barcelona y que haría carrera en el Español, Real Madrid, Betis o Jaén, redujo distancias. En el segundo tiempo surge la figura del sevillista Álvarez para empatar el partido tras sorprender entrando en diagonal en una buena jugada de toda la delantera. A partir de ahí, sufrimiento donde los españoles aguantaron como jabatos tanto el tiempo reglamentario como el suplementario. El capitán Ferrán Olivella (mítico jugador del Barcelona y campeón de la Eurocopa 64) levantó el trofeo ante un absorto público alemán. Esta es la foto del gol de Álvarez.

Tras el triunfo y los múltiples festejos que la caravana tuvo desde que entró en Irún y fue recibida por Franco (que les regaló un reloj), los dos campeones del mundo sevillistas vuelven para entrenarse en Oromana con la primera plantilla del Sevilla a las órdenes de Helenio Herrera de cara a la ilusionante temporada 54/55. Pero, a diferencia de Maraver que tuvo cierta participación en el equipo, Álvarez apenas juega en una magnífica campaña del plantel blanco, que termina cuarto y es subcampeón de Copa. De hecho, debuta nada menos que en la jornada 21 en un partido en el que el Sevilla cae por 2-1 en campo del Alavés. No vuelve a jugar hasta la visita a Mestalla donde los nuestros son derrotados por 3-1 en el que sería su último partido oficial con el Sevilla ya que, a pesar de su insultante juventud, el peculiar Helenio Herrera no cuenta con él por lo que tiene que salir de su casa. Tenemos que recordar que estamos en un periodo donde el Sevilla tenía un plantel fortísimo, como atestigua el quinto puesto de la 53/54, los dos cuartos en las dos siguientes y el subcampeonato de la 56/57. Además, Álvarez tenía que competir con delanteros de la talla de Arza, Liz, Pepillo, Ayala, Quirro, Loren, Araújo o Domenech los cuales estaban en el momento cenital de su carrera. De hecho, en esa 54/55 donde Álvarez forma parte del primer plantel, Juan Arza se proclama máximo goleador del torneo con 28 dianas.

No sabemos si fue porque no tuvo ofertas de primera división o porque no quiso salir de Andalucía, pero el caso es que a sus 19 años se enrola en el Cádiz, que estaba en segunda donde no tuvo fortuna jugando sólo una temporada, pasando a las filas del Málaga donde sí tiene un papel importante que le sirve para volver a la primera división, tras firmar por el Jaén. En este punto su carrera recuerda a la del más reciente “talento perdido” José Gómez Campaña; pieza básica de las inferiores con España, no rompe en el Sevilla y con 21 años ya había estado en cuatro equipos distintos. Desde aquí nuestros mejores deseos para el fantástico y todavía muy joven mediocentro del Alcorcón. Ojalá llegue donde su fútbol reclama.

Emilio Álvarez se convierte en un jugador importante ya que completa 14 de los 15 primeros partidos con el Real Jaén, anotando su único gol en primera frente al Zaragoza. Después desaparece 10 semanas (imaginamos que por una lesión) para volver a jugar en los últimos partidos de una temporada que empezó bien para el equipo jiennense pero estropeada por una mala segunda vuelta que los condenó a segunda, continuando Álvarez en su plantel en la 58/59. Curiosamente volvió a jugar en Sevilla dos veces: en primera con el Jaén en la liga 57/58 (empate a cero) y en la inauguración del Ramón Sánchez-Pizjuán el 7 de septiembre de 1958 donde formó parte del once que se enfrentó a los hispalenses.

A la temporada siguiente ficha por el Murcia donde sólo está un año pasando al Atlético Ceuta lugar en el que se asienta, jugando cuatro temporadas consecutivas (tres en en segunda división y una en tercera). Forma parte del plantel del mejor Atlético Ceuta de la historia que, en la 60/61, perdió con el Elche en la promoción de ascenso a primera. El final de su carrera son dos temporadas en el Castellón y la final, la 66/67, en el Farense portugués.

Tras retirarse se desvinculó del mundo del fútbol profesional, aunque sí participó en varios homenajes como, por ejemplo, el que la Real Federación Española de Fútbol le dio en 1996 a los campeones del 54. De igual forma, fue invitado por el Sevilla FC el 7 de septiembre de 2008 por los actos del 50 Aniversario de la inauguración del santuario sevillista. 

Sin embargo, el 9 de noviembre, sólo dos meses después, falleció. El Sevilla FC tuvo el bonito detalle de guardar un minuto de silencio al partido siguiente, disputado el día 13 contra la Ponferradina en dieciseisavos de Copa.

Desde aquí, nuestro recuerdo y cariño a Emilio Álvarez, el campeón del mundo desconocido.

Artículo cortesía de nuestro amigo Álvaro Yanes

Autor de uno de nuestros blogs favoritos: Salmón Palangana.

Podéis seguirlo en twitter en @alvayanes y en @SalmonPalangana.

¡¡Gracias por regalarnos esta historia!!