Miroslav Stevanovic nació una soleada
mañana del 29 de julio de 1.990, en la bella ciudad de Zvornik, en Bosnia,
junto a la frontera con Serbia, por aquel entonces Yugoslavia. Su carrera
futbolística se desarrolló entre ambos países como veremos más adelante. Su
familia vivió tiempos difíciles hasta 1996, año en el que finalizó la guerra.
Una pelota y unos colegas eran suficientes para que el bueno de Stevanovic fuera feliz y siendo niño
empezó a despuntar en las típicas pachangas con sus amigos. El bosnio tenía dos grandes pasiones en su vida, el
fútbol y el cine. Su sorpresa fue mayúscula cuando a la edad de 11 años,
los ojeadores del director Peter Jackson
se fijaron en él para protagonizar el
papel de Frodo Bolsón en la película “El
señor de los Anillos”.
Sin embargo, la experiencia del actor
estadounidense Elijah Wood decantó
la balanza a su favor tras el casting realizado para el papel del “portador del
anillo”. Miroslav quedó destrozado, así que Peter Jackson, se apiadó de él y le
ofreció ser
el doble de Elijah para las escenas peligrosas. La película resultó ser
un gran éxito en la taquilla, Miroslav y su familia ya se frotaban las manos
con el dinero que iban a ganar en las próximas películas.
Miroslav se
llevó días y días esperando la llamada del director para participar en los próximos largometrajes pero
ésta no se produjo. Peter Jackson contrató a Pablito Aimar en su lugar para que
hiciera del doble de Elijah Wood. Stevanovic cayó entonces en una profunda
depresión de la que no salió hasta que sus colegas lo animaron a jugar un
torneo de fútbol sala por que les faltaba uno. Stevanovic, movido por la furia
de haber sido rechazado, completó un torneo espectacular, marcando numerosos
goles de bellísima factura. Sus actuaciones no pasaron desapercibidas
para el ojeador de un equipo de Serbia, la Vojvodina, que se encontraba viendo
el partido y el cual convenció al niño tras finalizar el partido con una sola
frase: “Te haré una oferta que no podrás rechazar”, Miroslav, fan de “El
padrino” y amante del buen cine, no pudo ni tuvo el valor de rechazar la
propuesta.
El bueno de
Stevanovic corrió a casa a toda velocidad para contarle a su madre que iba a
ser un gran futbolista, la madre, con lágrimas en los ojos, le dijo: “Ese Peter
Jackson se arrepentirá, aunque no hayas podido ser actor serás un crack mundial”.
Aquellas palabras marcaron al pequeño Miroslav, que desde aquel momento se tomó
muy en serio su carrera futbolística. El niño demostró tener gran potencial, llegando
a ser uno de los jóvenes más prometedores de la cantera de la Vojvodina. Toda
su familia se mudó a Serbia. Su madre, acudía todos los días a la ciudad
deportiva con un bocadillo de mortadela con aceitunas y un biofrutas
para que su hijo siguiera creciendo. La constancia de su madre tuvo el efecto
deseado, a la edad de 19 años, Stevanovic estaba hecho un hombretón de un metro
ochenta. Sin embargo, el pobre Miroslav estaba ya harto de la mortadela con
aceitunas, así que un día se plantó y amagó con no comerse el dichoso
bocadillo, entonces la madre le dijo: “Miroslav, comételo miarma, que estás mu
canijo” a lo que él contestó “estoy harto de la mortadela con aceitunas, ¿es
que no me lo podrías preparar alguna vez de Nocilla o paté La Piara?” Posteriormente
la madre le explicó que la situación económica que atravesaba la familia no le
permitía poder comprar otra cosa, Stevanovic, apenado, se comió el bocadillo
sin rechistar. “Omá, algún día podrás hacérmelo de jamón del bueno” le
esgrimió.
Harto de
aquellas meriendas y decidido a poner fin a aquella situación, Stevanovic,
habló con los técnicos de la Vojvodina para que le cedieran a algún equipo
bosnio, al otro lado de la frontera, para así merendar lo que le diera la gana,
disponer de minutos y buscar un futuro mejor para él y su familia. Los técnicos
aceptaron y le cedieron al FK Borac Banja Luka, que militaba en la primera
división bosnia. La ciudad estaba lejos de su casa así que se fue a vivir a un
piso compartido con otros compañeros del equipo, liberado de la mortadela con
aceitunas y esperanzado, realizó una muy buena temporada, disputando quince
partidos y anotando dos goles en su primera experiencia en la “élite”. Una vez
terminada la cesión volvió a la Vojvodina, que no dudó en ascenderle al primer equipo.
El reencuentro con su madre fue especialmente emotivo “Hijo, estás demasiao canijo, verás el potaje de
garbanzos que te voy a preparar pa almorzar”. El bueno de Miroslav, aún no
podía comprar jamón pero con lo que cobró de su cesión al menos pudo comprar
salchichón y algún que otro chorizo de Cantimpalos.
Stevanovic
comenzó a convertirse en un futbolista importante en la Vojvodina, en su
primera campaña irrumpió con fuerza, 24 partidos de liga disputados, en los que
marcó 4 goles y dio 3 asistencias. En la temporada 2011/2012 se consagró
definitivamente como un buen futbolista, jugó 30 partidos de liga, anotó 6
goles y asistió a sus compañeros en 5 ocasiones, además, debutó en la Europa
League. La familia de Miroslav estaba encantada, su hijo ya era famoso y
estaban orgullosos de poder desayunar todos los días unas buenas tostás con manteca
colorá. El bosnio se había convertido en un extremo veloz y peligroso,
que centraba muy bien y poseía una facilidad pasmosa para hacer goles. En la
2012/2013 afrontaba su tercera temporada consecutiva en la Vojvodina, tras una
gran primera mitad del campeonato y habiendo debutado con la selección de
Bosnia, recibió una llamada del Sevilla:
Monchi: Buenas tardes Miroslav, soy
Monchi, del Sevilla.
Stevanovic: Que sorpresa, yo soy Miroslav Stevanovic…
Monchi: Sí, ya sé quién eres hombre… te gustaría
fichar por el Sevilla? Alégrame el día…
Stevanovic: ¡Voy pallá!
A Monchi le
constaba en sus informes que Stevanovic era un gran amante del cine así que
introdujo la frase de Harry el sucio para cautivar a aquel joven futbolista tan
prometedor. El Sevilla necesitaba un sustituto para Trochowski, que se había
lesionado gravemente y un recambio de garantías para Jesús Navas. El
club sabía que Navas se marcharía traspasado al finalizar la campaña y querían atar a su sustituto.
Había
conseguido su sueño, estaba ante la gran oportunidad de su vida, sabía que si
lo hacía bien en el Sevilla podría terminar jugando en el Barcelona, Manchester
City o cualquier otro equipo grande de Europa. Stevanovic corrió a casa para
contárselo a sus padres, “Papá, mamá, voy a jugar en España, en el Sevilla, ¡allí
jugó el gran Mirsad
Hibic!”, a lo que su madre contestó “Hijo, ve y triunfa, no quiero que
vuelvas hasta que no seas un crack mundial. Que la fuerza te acompañe”.
Monchi había
sido cuestionado por un sector de la prensa y la afición, necesitaba que el
bosnio diera lo mejor de sí tras los fracasos de Babá y Manu del Moral. El
Sevilla abonó por él 1,5 millones de euros. El director deportivo sevillista
manifestó tras su fichaje: “Tenía ofertas de clubes de Alemania y Rusia, si
no éramos nosotros, habría dado el paso cualquier otro club”. Stevanovic fue presentado oficialmente
delante de un Seat León, luego Monchi lo presentó a los medios como
un futbolista polivalente de gran proyección. El futbolista de 22 años, se
presentó en la rueda de prensa con su característico pelo rizado alborotado,
con una sudadera gris con gorro y vaqueros, muy lejano del cliché de futbolista
metrosexual. “Para mí es una enorme satisfacción que el Sevilla se haya
fijado en mí. Es un paso
gigante en mi carrera. Voy a hacer todo lo posible para hacer el mejor papel
que pueda en este club. Por las circunstancias, donde más partidos he jugado es
en la banda derecha, pero puedo jugar tanto en la banda izquierda como por
dentro” declaró.
Stevanovic fue
recibido con
los brazos abiertos por parte de su compatriota Spahic, así que la
adaptación no fue un problema. Debutó en Copa del Rey, saliendo desde el
banquillo en una intrascendente derrota sevillista frente al Mallorca. Míchel y
Unai Emery demostraron tener total confianza en el bosnio, que participó en 7
encuentros de liga y 3 de copa, en todos ellos salió desde el banquillo. Estableció
un récord histórico, marcando 0 goles, asistiendo en 0 ocasiones, viendo 0
tarjetas amarillas y 0 rojas. Aún así, el bueno de Miroslav no desesperó, al
finalizar la temporada, dijo: “Mamá siempre decía que la vida es como
una caja de bombones. Nunca sabes cuál te va a tocar“. Entonces, el
Sevilla traspasó a Navas al Manchester City, Miroslav se encontraba ante su
gran oportunidad, pero sin embargo, el club sevillista decidió cederle al
Elche en un magnífico pack
deluxe junto a Manu del Moral, para que volviera como un campeón a la
temporada siguiente.
En las filas
del Elche, participó en tres partidos durante toda la primera vuelta. “Al menos
vi una tarjeta amarilla que quedará en mi palmarés” se dijo a sí mismo
Miroslav. El Elche, decepcionado, lo
descambió como se descambian unos zapatos. El Sevilla aceptó la devolución
y lo volvió a ceder, en esta ocasión al Alavés, que se encontraba en segunda
división. “Esta es la mía” pensó el bueno de Miroslav, allí participó en 13
encuentros, superando sus registros personales en todas las facetas, anotando
su primer tanto en España (su
celebración fue desgarradora) y superando su récord personal de una tarjeta
amarilla, duplicándolo. La temporada finalizó y volvió a Sevilla.
Stevanovic fue convocado
entonces en la lista preliminar para disputar el Mundial de Brasil 2014 con su
selección. “Ahora demostraré al mundo entero mi condición de gran pelotero”
pensó, sin embargo, a última hora, el seleccionador bosnio decidió dejarle
fuera de la lista definitiva, “No, mi tesoro, mi tesoro...” acertó a
balbucear Stevanovic tras conocer la noticia. El futbolista, decepcionado,
pensó “Tendré otra oportunidad en el Sevilla, será un gran trampolín para mí
tras haber ganado la Europa League” y se vino arriba “Soy Stevanovic,
Miroslav Stevanovic” dijo, parafraseando a su ídolo James Bond.
La suerte le fue
esquiva de nuevo, “no te haremos la ficha, lo siento” le dijo Monchi. El mundo
se le vino abajo al bueno de Stevanovic, el Sevilla acabó rescindiéndole el
contrato tan sólo un año después de haberle contratado. La Vojvodina se acordó
de él y quiso repatriarle para que deleitara a sus aficionados con sus
quiebros, regates imposibles y goles irrepetibles, él aceptó volver encantado.
Sin embargo, cuando iba de camino a Serbia se acordó de las palabras de su
madre “no quiero que vuelvas hasta que no seas un crack mundial”, así que le
dijo al chófer del autobús “hay que volver para atrás”, a lo que el conductor
le contestó “no puedo cambiar mi ruta, estoy trabajando”. “No sabes con quién
estás hablando, soy Stevanovic, algún día verás mi nombre en la gala del balón
de oro, pare inmediatamente, tengo que bajarme” le replicó el bueno de
Miroslav. El conductor le abrió la
puerta y Stevanovic se bajó sin mirar atrás. Se había quedado a mitad del
camino a Serbia, estaba en Hungría. El Győri ETO FC, de la competitiva
liga húngara, contactó con él al enterarse que se encontraba en el país y
consiguió ficharle. Participó en tres
partidos, acumulando 120 minutazos. Su ambición no tenía techo, así que decidió
dejar el club húngaro y buscar un nuevo destino. Cogió sus maletas y se dispuso
a marcharse del país haciendo autostop, un hombre tuvo la gentileza de
recogerle. Al montarse en el coche, el hombre le reconoció, “Tú eres Frodo
Bolsón, nunca me olvido de una cara”, Miroslav, pensó durante unos instantes
que habría sido de su vida si Hollywood no le hubiera dado la espalda, pero
Stevanovic no era persona de lamentarse así que le espetó al hombre “No, no soy
actor ¡soy un gran futbolista! “, el conductor le siguió la corriente y
charlaron por el camino sobre el tiempo que hacía y otras cosas sin
importancia. Finalmente llegaron a Grecia, allí se despidieron, “Muchas gracias
buen hombre, me acordaré de usted cuando sea el pichichi de la Premier”.
Stevanovic
tenía que buscar un nuevo club en el que reactivar su carrera, ya tenía 25 años
y pensaba “a este paso no voy a volver a casa en la puta vida”. Pero esta vez
la fortuna le sonrió, Miroslav se encontraba paseando por la calle con su
aspecto habitual, vistiendo ropa de mercadillo y luciendo su media melena
rizada, cuando se cruzó con él un directivo del prestigioso
club griego del Ergotelis, que lo confundió con un refugiado sirio.
Consciente de la compensación económica que recibiría por parte de la Unión
Europea, le ofreció un puesto en su equipo, que milita en la segunda división
griega. Miroslav, asentó con la cabeza y decidió probar fortuna de nuevo en
otro club. Hasta la fecha ha participado
en 5 de las 7 jornadas disputadas y ha visto una tarjeta amarilla, sabe que pronto
explotará por fín y el mundo entero se dará cuenta de las grandes cualidades
que atesora y por las que fichó por el Sevilla. “Esta temporada me voy a salir,
seguro” declaró recientemente a colussoscontrakukletas. Mientras tanto,
Miroslav no deja de recordar la frase lapidaria que le dijo su madre, sabe que
triunfará tarde o temprano y en su cabeza no deja de sonar la voz de Arnold Schwarzenegger
diciendo “VOLVERÉ”. Y
si no, siempre le quedará probar fortuna de nuevo en el cine…
Artículo cortesía de José M. Morales
Podéis leerlo en el blog “Sevillismo en vena”
Podéis seguirlo en twitter en @sebarili
¡Muchas gracias por ser el primero en colaborar en esta gran “traca final”,
amigo!
6 comentarios:
Muchas gracias al autor del texto por ser el primero en enviarnos una colaboración para nuestra "Gran traca final"!!
Lo mejor del fichaje de Stevanovic es que los 1'5 millones de euros que el Sevilla se gastó en él fueron a parar a toda la sociedad española vía el abono de la multa impuesta a Del Nido en el "Caso Minutas".
No existe otra explicación para que al sustituto de Navas al que largan cuando Navas se larga sin dejarlo ni siquiera como mascota tipo Tom de Mul sea capaz de costar dinero alguno...
Ola k ase?
Stevanovic o k ase?
Le dedico un rap o ke ase?
Que el gran valedor de este chaval fuera nada más y nada menos que Spahic (¿llegará a salir éste por aquí su compatriota?) ya dice bastante de él.Fichaje que ya olía raro desde que se fichó y como bien decís se confirmó después que el asunto no era nada limpio.
Qué pena que su único gol en España no sirviera de nada,y encima en segunda y con el Alavés.
Parece que finalmente al que cogieron como doble de Elijah Wood para hacer de hobbit fue a Tote,otro viejo conocido del fútbol sevillano.
Recuerdo el mercado de invierno cuando se hizo este fichaje,el equipo estaba sin delanteros y sin defensa y viene un jugador en el único puesto que no era necesario reforzar el de jesús navas.
Y encima vaya calamidad de fichaje,no sé cómo Monchi no se le caía la cara de verguenza cuando justificaba estos fichajes y decía que los había aconsejado él ja.Al final todo sale y como con el de Babá estos fichajes tenían un hedor insoportable.Comisiones,Doyen,prestamos a Del Nido.Vata tela que Monchi siendo Sevillista se haya prestado a fichajes como estos o con sobreprecios que nadie entendía y menos por lo paquetes que llegaron a ser:Guarente,Acosta,Chevantón,Romamaric,Dabo.
En la conciencia de Monchi quedará.Un abrazo.
Como bien dice el amigo rinat, el sustituto de navas que largan cuando se va navas. De mul tambien era recambio de navas, igual que fernando sales,menos mal que se vendio a navas y no se trajeron a mas recambios... Por cierto, navas supuso el fin de gallardo, mira q me gustaba ese futbolista pero acabó siendo carne de colusso, la banda derecha del sevilla ha sido una fuente colussera inagotable estos ultimos años, mosquera, dabo...
Publicar un comentario