Buenas y elegantes tardes,
Ramón Rodriguez Verdejo “Monchi”,
el León San Fernando. Personaje de sobras conocidos por todos. Su trayectoria
deportiva se puede resumir en tres palabras: Sevilla Fútbol Club. Y es que tras
dejar su San Fernando natal, Monchi ha desempeñado casi todas las funciones que
un hombre puede desempeñar en un club: canterano, portero suplente, portero
titular, personaje
televisivo, capitán del equipo, delegado de campo, secretario técnico,
director deportivo, inspirador
de libros, consejero e incluso chirigotero… el próximo y
lógico paso será el de presidente, pero ¿y después? ¿Acaso Monchi tiene un
diabólico plan para conquistar pasito a pasito el mundo? Dejamos la respuesta
en el aire para que sea el astuto lector quién saque sus próximas conclusiones,
lo que si tenemos claro es una cosa: si conquista el mundo no será con pelo. Y
es que la involución capilar de Monchi durante todos estos años ha sido pareja
a la de su nivel de éxito, así que acompáñenos en este viaje en el tiempo y
recordemos la evolución de Monchi a lo largo de los últimos años.
Como ya hemos comentado, Monchi
comenzó su carrera en el equipo de su localidad natal, San Fernando (foto 1),
allí lucía una cabellera joven y revoltosa, optando siempre por la mayor
comodidad posible por lo que lo llevaba corto, aunque con mucha vida. Tras
pasar fichar por el Sevilla FC e ingresar en los escalafones inferiores, decide
modernizar su look con un muy—rockero tupé (foto 2). Seguro que en esa época
Monchi era de los que llevaba un peine en el bolsillo de atrás del pantalón
vaquero para retocarse levemente el pelo cada vez que viera a una chica. Todo
un clásico que fue abandonado tras pasar al primer equipo, donde el buen hacer
de Unzué le dejó prácticamente inédito, por lo que nuestro protagonista de hoy
tenía tiempo para cambiar constantemente de look. Buenos ejemplos de ellos son
la foto nº 3, donde ¡no amigos! ¡no! ¡No lleva peluquín! ¡Es su pelo real! Tan
solo es una mala elección de estilista lo que le hace parecer que tiene una
rata en la cabeza, problema que solucionaría en años venideros dejándose un rebelde medio flequillo que tapaba las
incipientes entradas que ya vemos que empieza a disfrutar el buen portero
gaditano (foto 4) que en ocasiones domaba peinándolo hacia atrás (foto 5),
mostrando claramente al mundo cual iba a ser su escaso futuro capilar, pero sin
miedo, dando un golpe en la mesa y diciendo ¡aquí estoy yo! mientras sonríe
seguro de sí mismo (¡bravo por Monchi!).
El tiempo fue pasando y Monchi
seguía chupando banquillo domingo si, domingo también, hasta que su suerte
cambio por completo y con la marcha del portero navarro logró hacerse con un
puesto de titular, coincidiendo lamentablemente con una de las peores épocas de
la historia del Sevilla, pero a pesar de que cada temporada le traían porteros
nuevos con los
que competir, Monchi no se achantaba y siempre lograba hacerse con un
puesto de titular. Esto le hizo tomarse más en serio su imagen, ya que sobre
él caerían todas las miradas de todos
los chavalitos que soñaban con ser el portero del Sevilla FC cada domingo, así
que optó por un pelo corto que inspirara seriedad y confianza (foto 6), pero
que desgraciadamente no podía ocultar las ya-para-nada-incipientes
entradas, por lo que, quién sabe si por
vergüenza a aceptarlo o por evitar que se cayeran más pelos, cuando el rol de
Monchi se hizo más importante dentro del vestuario, optó por ocultar su
verdadera identidad (capilar) con una gorra (foto 7) en los actos importantes
hasta que se retiró por sorpresa el día de la presentación del equipo para la
temporada 1999/00 tras haber conseguido ascender a primera, para comenzar una
nueva aventura, en la que podría mostrar con orgullo su calvicie, ya que a
partir de entonces luciría traje. Primero como delegado de campo y secretario
técnico (foto 8) y posteriormente con el puesto que más alegría, fama, éxito y
reconocimiento le ha dado a lo largo de su trayectoria, el de director
deportivo, donde ya luce como un señor serio e importante (foto 9) no exento de
cierto “endiosamiento” puntual al recibir tal borrachera de halagos que le ha
llevado en ocasiones a cometer errores como el de abrazar cierta metrosexualidad
con frescos rapados completos (foto 10). No Monchi no. Si eres calvo, lo luces
con orgullo y ya está. Mira Del Nido…
9 comentarios:
Estimados amigos, como habréis podido observar he cambiado el formato con respecto al anterior "involución capilar" agradecería mucho que me dijerais que tipo de formato os gusta más o cualquier tipo de idea, sugerencias, críticas o recomendaciones para esta sección y si os está gustando. Muchas gracias!
Me gusta más este formato.
En el repaso a sus distintas funciones se te ha olvidado actor, en la campaña aquella de abonados que salía viendo la ecografía de su futuro vástago.
Monchi que haga como su pelo: irse.
Ostias tio! yo tenía 2 o 3 fotos de Monchi "inéditas" que te hubieran venio del lomo pa esta entrada! Una de ellas me la dio Monchi un día que de pequeño estaba en la ciudad deportiva esperando a que mi madre me recogiera y se acercó un BMW y me dijo a mi y con los que iba "¿Esperáis a alguien? ¿Queréis que os lleve?" y era Monchi, que amablemente nos dio unas fotos. Desde ese día me ganó.
En cuanto al formato este rollo comecocos muestra mejor la evolución a un simple vistazo... Ya como tu prefieras hacerlo.
¿Estabas de pequeño en la ciudad deportiva con unos amigüitos, se te acercó un señor mayor y os dijo que si os llevaba?
Monchi es una caja de sorpresas...
Y me ofreció chucherías si me montaba en el coche...
El caso de involución capilar más claro es éste:
ANTES:
http://www.bdfutbol.com/es/j/j1969.html
DESPUES:
http://www.vavel.com/files/jgg_919455241.jpg
El caso más claro de involución capilar es Paco, el entrenador del Córdoba. De lucir melena desbocada en el Depor a quedarse completamente cartona
Hombre, ya, pero me refiero a gente que haya juegado en el Sevilla o en el Betis
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