JOSÉ SALVADOR REQUENA PELEGRÍ

Ay, estos inocentes Amigos de Colusso y Kukleta que te encuentras por ahí! Están ellos tan tranquilos en sus casas, descubren este blog y piensan que nunca se verán por aquí. Ellos piensan “nadie me recuerda, si total, yo fui un portero que apenas participó en unos años muy olvidables. Teniendo a Andersen o Trujillo, ¿cómo se van a acordar de mí?”. 

Y un buen día entran y se encuentran con un tal Roger Dard o un Vukan Perovic del que nadie parece haber oído hablar y les entra la nerviosera. El colussokukletismo se extiende como la peste negra y nadie está a salvo, es capaz de llegar a cualquier rincón del multiverso. Lo sentimos, Requena, ha llegado tu momento.

José Salvador Requena Pelegrí nace el 6 de Agosto de 1967 en Alcira, provincia de Valencia. Jugaba de portero en la plazoleta y se rompía las rodillas de los pantalones una y otra vez a causa de sus magníficas estiradas, cabreando a su madre que no ganaba para rodilleras. Un día su progenitora le dijo que a ver si algún día hacía algo de provecho con esa manía que tenía con el fútbol y él hizo una prueba para el Valencia, pasándola y entrando a formar parte de las categorías inferiores del conjunto ché.

Sin embargo, no llegó a formar parte ni siquiera del filial valencianista, y empezó un tour por equipos de categorías inferiores como el Torre Pacheco o el Gandía, hasta recalar en 1991 en la Balompédica Linense.

A la sombra de The Rock, Requena hizo la mejor temporada de su vida, siendo pieza clave para que la Balona alcanzara el play-off de ascenso a Segunda A, que disputó sin erótico resultado. Este gran año no pasó desapercibido para la directiva del Real Betis, que en su infinita tiesura decidió rebuscar por la categoría de bronce para renovar la portería del equipo, llegando así a Villamarín nuestro protagonista de hoy por un lado, y por otro José Luis Diezma, portero del Extremadura. Aquí podemos ver a ambos junto con el resto de fichajes de aquel verano. Requena es el que lleva el balón bajo la camiseta.

Había serias dudas sobre quién sería el titular durante el campeonato, pero pronto Diezma mostró mejores cualidades que Requena. Sería titular esa temporada y la siguiente, siendo pieza clave en el ascenso del 94, y aún permaneciendo dos temporadas más en el equipo a la sombra de Jaro antes de marchar al Celta como parte del fichaje de Toni Prats. Además con él el Betis contaba con una ventaja que no se podía dejar pasar ya que así saltaba con veinte jugadores al terreno de juego, los diez de campo y Diez-má. 

Sí, ese chiste se hacía en la época. Entendemos tu reacción, querido lector. Respira un instante. Venga, ya puedes quitarte la mano de los ojos y volver a alzar el rostro para seguir leyendo.

¿Y con Requena que pasó? Pues que su paso por el Betis fue bastante testimonial, y de hecho muchos no le recuerdan. En su primera temporada fue el portero de la Copa, pero tras eliminar al Calahorra llegó una eliminatoria contra el Benidorm que le marcó. El Betis había empatado 2-2 en Foietes en el partido de ida y tocaba ganar en casa el encuentro de vuelta (fue la última temporada sin valor doble de los goles en campo contrario). El partido no es brillante y se llega al descanso sin goles, pero la hecatombe requenil llega en cuanto empieza la segunda mitad. Una salida bastante penosa provocó el 0-1 y la preocupación en las gradas. Afortunadamente para el conjunto heliopolitano, Gordillo y Márquez estaban sobrios aquella noche porque era 30 de Diciembre y se reservaban para Nochevieja, así que los dos poligoneros marcaron sendos goles que dieron la vuelta a la tortilla y pusieron al Betis en la siguiente ronda.

Sin embargo, Requena quedaría condenado por aquel error y sólo volveríamos a verle una vez más. Fue en la última jornada de Liga frente al Badajoz en Villamarín y sin nada en juego.

La temporada siguiente Requena la vuelve a empezar como suplente de Diezma, pero acaba desapareciendo de las convocatorias superado por el canterano José Luis. El fichaje invernal de Yubero le convierte en el cuarto portero de la entidad durante la segunda vuelta en una temporada en la que apenas disputa un partido de Copa en Villamarín frente al Polideportivo Ejido en una eliminatoria que venía sentenciada desde el encuentro de ida.

Ya al final de aquella temporada casi nadie se acordaba de Requena, que dejó el Betis para iniciar un periplo por Segunda B y Tercera que le llevó a Almería CF, Utrera, San Pedro de Alcántara, Balompédica Linense de nuevo y Los Barrios, donde cuelga las botas en 2003, con 36 años. Posteriormente sería entrenador de la Balona, Los Barrios, Manilva Sabinillas o Ronda.

¿Qué es de él en la actualidad? Pues tras siete años alejado del fútbol su cuñado, agente inmobiliario en el Campo de Gibraltar, le puso en contacto con un cliente que resultó ser director deportivo del College Europa, club llanito. Entró como asistente y entrenador de porteros y finalmente accedió al cargo de primer entrenador, pasando a la historia como el primer entrenador de un club gibraltareño en la UEFA Europa League. 

Ésta es la historia de Requena, que no pudo huir del virus colussokukletil. Así que ya sabes, lector que jugaste un ratito una vez con un equipo sevillano y que andas confiado en que nadie se acuerda de ti. Colussokukletismo is coming…