KEPA BLANCO GONZÁLEZ

Yo y mi buen ojo con los futbolistas. Si en su día defendí a capa y espada que de los Navas el bueno era Marco o si estaba absolutamente convencido de que Campaña iba a ser el nuevo Xavi, con Kepa vaticiné que el Sevilla tenía un delantero para diez años, si es que no llegaba antes un Manchester United o Chelsea de la vida y se lo arrebataba a base de millones.

Ya ven, a toro pasado puede parece que mi ojo no sea demasiado clínico, pero oigan, cuando Kepa estaba en el Sevilla B (al que había llegado procedente del UD Marbella) despuntaba, y despuntaba de verdad. Lo vi en varios partidos y el tío se salía, recuerdo como se fajó con la defensa del Castellón una y otra vez buscando los goles que le dieran el empate que supusieran el ascenso (solo pudo marcar uno y sobre la bocina) de aquel equipo que con los Sergio Ramos, Puerta, Bezares, Pablo Ruiz, Lolo o los hermanos Navas estuvo a un gol del ascenso.

Un año antes Caparrós le había dado la oportunidad de debutar en una intrascendente eliminatoria copera ante el Linares donde salió para básicamente perder tiempo sustituyendo a Antoñito en el minuto 93, aunque para él tuvo que ser la bomba. Solo por poder decir que jugaste junto a una leyenda como Vinnie Sanways ya mereció la pena.

El 2005 fue su año. Se estaba hinchando a meter goles con el filial (quedó máximo goleador del la 2ª B con 23 goles), entrenaba habitualmente con la primera plantilla y había disputado varios partidos tanto de Liga como de UEFA. En verano fue la estrella de la selección española que participó en los Juegos del Mediterráneo en Almería (junto a Puerta y Manu del Moral entre otros), marcando el gol en la final que le dio el oro a España. En la pretemporada se le consideró jugador de la primera plantilla a todos los efectos y debutaba con la selección Sub 21, su carrera iba imparable hacia arriba y no parecía que fuera a torcerse pues Juande Ramos le encontró acomodo entre los Luis Fabiano, Saviola y Kanouté. Kepa disputó al término de la 05/06 un total de 38 partidos marcando 7 goles coronando la temporada con la inolvidable Copa de la UEFA ganada en Eindhoven. 

En la siguiente temporada comenzó de nuevo como un tiro marcándole un hat trick en la primera jornada al Levante tras ganar la Supercopa de Europa ante el Barcelona, goleó en liga, UEFA y Copa (hasta 7 goles en 18 partidos) pero la llegada de Kerzhakov le relegaba a un plano más secundario y se decidió que saliera cedido en el mercado de invierno al West Ham que buscaba sustituto para el veterano Teddy Sheringham que a los 40 años colgaba las botas.

Con los hammers debuta con gol ante el Liverpool y la afición enloquece con él pero a partir de ahí se va diluyendo sin hasta casi no contar para el míster que prefería a Tévez o Zamora, por lo que al acabar la temporada vuelve a Sevilla habiéndose perdido la segunda UEFA y la Copa (¿le cuentan como título si jugó y marcó en ambas competiciones? La eterna duda…) y todavía con menos sitio si cabe tras la llegada de Javier Chevanton.

Se habló la posibilidad de que recalara en el Athletic y él estaba dispuesto a entonar el Eusko Abendaren Ereserkia si era necesario, pero finalmente lo desestimaron por no tener orígenes acorde con la filosofía del club (coño, si te apellidas Blanco González y has nacido en Marbella muy vasco no eres, por muy Kepa que te llames, por la misma regla de tres que por llamarte Kevin o Jessica no eres estadounidense de manera automática) y fue el Getafe el que se hizo con sus servicios a cambio de 3 millones y medio de euros y a partir de aquí comenzó la inexplicable caída de Kepa a los infiernos a un ritmo más vertiginoso aun que el de su involución capilar.

En su primera temporada todavía juega e incluso marca algún gol, pero en las dos siguientes como azulino bajó inexplicablemente su rendimiento y apenas goza de oportunidades contando en las dos siguientes temporadas con tan solo 130 minutos repartidos en diez encuentros y siempre saliendo desde el banquillo, la mayoría de veces para perder tiempo.

Quizás un paso atrás le sirviera para impulsar su carrera, motivo por el cual no se le caen los anillos por jugar en segunda y acepta formar parte del proyecto que le propone el Recreativo de Huelva avalado por su ex compañero Pablo Alfaro que sería el encargado de dirigir la nave onubense. Kepa no empezó mal pero tras la destitución de “El Doctor” en la jornada 8 empezó a contar menos para sus sucesores acabando la temporada con una cifra de goles (dos) muy por de la esperada por el club que confiaba en que el marbellí se convirtiera en el jugador bandera del equipo.  

Tal fue la decepción que Kepa se tira un año absolutamente en blanco en Huelva en el que no va convocado a ni un solo partido y es señalado por aficionados y prensa por su bajísimo estado de forma, por lo que incluso antes de acabar la temporada rescinde su contrato, reconoce su fracaso con absoluta sinceridad y espera ofertas para continuar su carrera. Hubo rumores de que EEUU o Francia serían sus destinos más probables pero finalmente es el Guadalajara quien convence al delantero para relanzar su carrera deportiva. Nuevamente empieza bien con su nuevo club pero una lesión de tibia le mantiene  inactivo cuatro meses y al regresar había perdido su hueco en el once. Cuatro goles, que no ayudan a los manchegos a mantener la categoría, es su balance a final del año, lo que no convence a la directiva para hacerle una oferta de renovación. Tras estar un año sin equipo, Kepa decide en 2014 retirarse del fútbol con tan solo 30 años y pasa a formar parte del staff técnico del UD San Pedro volviendo a sus orígenes para intentar de nuevo el asalto a la cima del fútbol, esta vez desde los banquillos.