Tengo que reconcerlo, de chico yo era
el típico niño que se compraba los pastelitos y los paquetes de papas
dependiendo del regalo que te tocara. Los Phoskitos, los Pantera Rosa, los
Círculos Rojos o los Cheetos me gustaban, por algunos (como por el Pantera
Rosa) sentía una adoración cuasimísitica pero a la hora de decantarme por uno
de ellos en uno de esos días en los que mi santa madre, hartita de que le diera
el coñazo mientras compraba en Baldomero (su supermecado de confianza), me decía
eso de “venga niñocoñazodeloscojones deja
de dar por culo y coge el pastelito que te de la gana para merendar” lo que
realmente me hacía decidirme por uno u otro no era si me apetecía más o menos
chocolate, sino el premio que con cada uno me llevaba.
En verano de 1990 Bollycao estaba en
la cresta del enrrolle. Sus anuncios eran sin duda los más hipnóticos y psicotrópicos
(valga éste que les
enlazo como ejemplo) e incluso había una campaña en su contra por los
supuestos altos niveles de colesterol de los que advertían malditas
asociaciones de matasanos que con sus consejos asustaban y alertaban a nuestras
madres sobre los peligros de la bollería industrial (y que a la postre fueron
los que prohibieron que jamás se volviera a regalar una manoloca con
unas patatas siendo directamente respondables de que la raza humana sea cada
década más débil) pero que en la época consiguieron con los niños más bien el
efecto contrario, hacernos sentir autenticos rebeldes por comernos un Bollycao
(yeah! Gasta’). Ese
verano Bollycao sacó una colección de cromos que, sinceramente, ya incluso en
la época me parecía un autentico mojón, pero aun así la coleccionaba con
devoción retando a mi colesterol en un duelo suicida de tú a tú donde la muerte
no suponía un problema para mi.
Se trataba de la colección de
caricaturas de futbolístas famosos, en la cual tenían representación los veinte
equipos que disputarían el campeonato de Liga 1990/91. Las estampitas eran
transparentes y normalmente aceitosas de la hostia, por lo cual no era difícil
llenarte de grasa mientras abrías el sobrecito y lo pegabas en el albúm que
igualmente quedaba transparente.
Algunos cromos tenían su gracia, pero otros directamente eran autenticos adefesios
salidos de la misma mente cruel que
hace las figuras del Museo de Cera de Madrid.
Hoy
vamos a repasar los jugadores que salían en el álbum tanto del Betis como del
Sevilla así como todos aquellos que salen y que en el pasado o en el futuro también
fueron “sevillanos”:
Cuatro
eran las estampas que tenía el Betis y sinceramente son de lo mejorcito del álbum,
pues no hay ninguna que de verdadero miedo. Los jugadores elegidos fueron Gail
(extraña elección pues apenas había jugado ocho encuentros la temporada
anterior y en aquella siguió con el mismo camino de marginación…), el canterano
Julio, el siempre carismático Puma
Rodríguez (al que sacan incluso
más guapo de lo que es) y el goleador bético y actual entrenador Pepe
Mel (al que, en un acto de verdadera predicción del futuro, sacan con menos
pelo del que tenía entonces en una imagen que se corresponde más con la actual
que con la de la época).
La
verdadera pena de este asunto es que el gran Triffon
Marinov Ivanov no llegara al equipo verdiblanco hasta diciembre pues, ahí
sí, intuimos que hubiera habido una estampita de autentica leyenda
Seis
futbolistas del Sevilla aparecían en la colección: Bengochea, que puede que sea
el que se parezca más de todo a pesar de que lo hayan captado casualmente justo
cuando apretaba con ahínco intentando liberar a Willy; Ramón Vázquez, al que le
realizaron un ejercicio de envejecimiento mostrándonos el aspecto que tendría
aproximadamente unos cien años después; Nacho Conte o un supuesto Nacho Conte,
porque díganme ustedes en que se parece el del cromo al
verdadero; el goleador Toni
Polster y su desbocada melena rizada que, bueno… ustedes saben; Jiménez el
cual llevo un rato pensando a quien me recuerda pero no me sale (y no, no es a Jiménez)
y por último la joya de la corona del álbum sevillista: La reinterpretación de
don Rafael
Paz Marín inspirada en “El
Grito” de Munch.
Por
último, varios son los futbolistas que aparecían en el álbum (Podéis verlo al
completo en este enlace) otros equipos y que en algún momento de sus
carreras han tenido relación con el Sevilla y el Betis. Tenemos a una especie
de Míchel
al que no le encontramos una explicación razonable (en serio, al autor de este
cromo y de la figura
de cera de Nadal, una pregunta: ¿Por qué?), al ex bético Gabino y los ex sevillistas
Moises y Gabi Moya, que no salen nada mal parados, la verdad y por último tres
jugadores con pasado nervionense como son Ricardo
“caracortada” Bango, el sicario más temido de todo el cártel colombiano: Juanito
y por último Patxi “Fetido Adams”
Ferreira.
Como
epílogo curioso comentar que en la última página del álbum tenías las
instrucciones para pedir a Bollycao los últimos diez que te faltaran para lo
cual teniás que enviar un sello de un duro por cada cromo que pidieses además
de treinta pesetas en sellos para los gastos de envío. Otra época…
PD: Quiero
dedicar esta entrada a nuestro amigo Pablo
Díaz por tener ese excelente gusto y dedicarle su
última entrada de su blog “La Liga hecha un cromo” a Cristian "el Chiri-D24S”
Colusso en la cual tiene además la delicadeza de mencionarnos. Agradecido,
caballero.
11 comentarios:
Ya se a quien se parece Manolo Jimenez... A poli Diaz!
Que por cierto, grandisimo articulo! Que recuerdos aquellos cromos aceitosos de camino o a la vuelta del colegio...
Coño pues sí que tiene un aire al Potro de Vallecas!!!
Michel tiene todo el pelo de cantar con los marismeños.
Recuerdo de éstos haber tenido a Conte, Mel y Gail. Y de otros equipos recuerdo que tenía a Górriz, Iturrino, Bastón, Alcañiz y al Mágico González.
Recuerdo que tenía todo esto pero no sé por qué lo tenía, porque yo nunca he comido bollycaos, ya que el primero que comí en mi vida siendo un enano lo vomité y les cogí un asco que dura hasta hoy.
¿Por qué lo vomité? ¿Estaba malo yo o el bollycao? ¿Es que no era un niño suficientemente cool para comer la merienda de moda? ¿Por qué estoy contando esta tontería en un blog futbolero? Ni idea de la respuesta a ninguna de estas preguntas.
Yo tenía un huevo de estampitas de esas, pero del Sevilla recuerdo que sólo tenía a Conte. Por aquella época yo era muy chico y era más de quedarme con los nombres de los futbolistas que con las caras, y el día que me fijé en un partido que Conte tenía el pelo negro como el sobaco de un grillo y la cabeza bien redonda llegué a la conclusión de que mi cromo era erróneo y habían puesto la cara de otro futbolista que no se correspondía con el nombre. Las cosas de la vida...
Ramón en la estampita se da un aire a Paul McCartney ya pasaíto de años...
Como siempre, Rafa Paz imponiendo críterío y aportando calidad.
Manolo Jiménez ahí me recuerda al cantante de no me pides que llevo chanclas de joven
Yo tengo la colección entera, de vez en cuando, la miro y recuerdo viejos tiempos
Por cierto todos los que conocemos está colección ya estamos rondando los 40 tacos
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