VICTOR MANUEL TORRES MESTRE

Quizás muchos no recuerden a ese lateral zurdo de gran recorrido que se formó en la cantera del Real Madrid (en el que llegó a debutar) y que triunfó en el Espanyol, ya que a pesar de no ser especialmente habilidoso con el balón en los pies, si que tenía lo que muchos aficionados piden en sus jugadores, tesón y garra, cumpliendo perfectamente en defensa, ya que si pasaba algo era el balón, nunca el atacante. Esto le convirtió en indiscutible para todos los entrenadores que pasaron por el club perico y se ganó el cariño de sus hinchas. Tuvo su momento estelar en el partido que su equipó le ganó al Real Oviedo en Sabadell por clausura del ya destruido Sarriá por cinco a cero, y que lo clasificaría para la copa de la UEFA la siguiente temporada, marcando un golazo desde 30 metros con el que se cerraría el marcador, siendo este su único gol como profesional en España. También podrá presumir de haber jugado el último partido que se disputó en Sarriá, la siguiente temporada.

Nacido minutos antes de las uvas del año 1970, este madrileño que tras triunfar en el Espanyol de Barcelona, decide probar sin éxito el fútbol francés, volviendo a la liga española la siguiente temporada al Alavés, engrosando, después de otro fracaso, la plantilla del Real Betis en la temporada 2000-01, que militaba en la 2ª división y que ese año consiguió el ascenso, aunque tampoco tuvo demasiada suerte aquí. Primero Fernando Vázquez y luego Luis del Sol, lo dejaron en el ostracismo, sobre todo el primero, que a pesar de haber dado el visto bueno a su fichaje ese año, dejó muy pronto de contar con él e incluso dejó de contar con él en las convocatorias. Pidiendo este técnico, antes de ser cesado, más fichajes para conseguir el objetivo del ascenso, provocó que Torres Mestre, indirectamente, se convirtiese en el protagonista de esa temporada en el club, debido a la anécdota del café. 

Y es que pidiendo más refuerzos Fernando Vázquez a comienzos de temporada, viendo que el equipo empezó con bastantes dudas de juego y resultados, Lopera le respondió a su estilo increpando al técnico que sus fichajes no jugaban y que Torres Mestre, ese jugador “proveniente del Gerundín” lo único que hacía, después de traerlo, era tomar café en el palco. Ese comentario le persiguió al pobre de Víctor Manuel Torres el resto de temporada, a pesar de que poco a poco fue entrando en las convocatorias e incluso jugando, y a pesar de que el equipo consiguió el objetivo final del ascenso, el bueno de Torres Mestre no continuó en la disciplina verdiblanca.

Tras este breve paso por Sevilla, el jugador probó suerte, sin éxito de nuevo, en el Varsim portugués, regresando a España, tras un año sin equipo, al Sporting Mahonés, donde acabó retirándose a los 35 años de edad.

Actualmente, es parte del cuerpo técnico de las categorías inferiores del Valencia CF. De todas formas, hemos dicho que en primera sólo marcó un gol, pero es un dato no del todo cierto. Y como queremos ser justos, no nos podemos olvidar de la temporada de su debut en el primer equipo del Real Madrid, en la que a pesar de haber jugado dos partidos logró su único título, el de la Supercopa de España. En uno de esos dos partidos, concretamente en el que enfrentaba al Real Madrid con el Logroñés, Torres Mestre marcó un gol. Además, el gol de la victoria. Es cierto que el gol fue en propia puerta y la victoria para el equipo contrario, pero eso son minucias.