jueves, 28 de abril de 2011

JOSÉ MANUEL MONSALVETE HERRERA

A veces  uno tienda a identificar a un futbolista como una persona joven y millonaria a la que no le debe faltar casi nada: dinero, popularidad, reconocimiento, etc, pero no siempre se dan estos factores y José Manuel Monsalvete es un buen ejemplo de ello.

Nacido en Sevilla el 4 de octubre de 1969, destacó rápidamente como mediapunta de gran calidad en los escalafones inferiores del Betis, donde llegó en edad alevín, compartiendo vestuario con jugadores como Miguel Ángel II, Conte o Carvajal, llegando a jugar en la selección española sub 16 con la que se proclamó campeón de Europa en 1986 (marcando el gol definitivo en la final contra Italia) y convirtiéndose junto a Cuellar en la gran esperanza de la cantera verdiblanca de aquellos años.
Debutó con el primer equipo verdiblanco en segunda división durante la temporada 1989/90, disputando 18 partidos en los que marcó tres goles. El equipo bético ascendió dicho año y le llegó la oportunidad de debutar en primera división en la siguiente campaña en la que disputó 615 minutos repartidos en 14 partidos. Durante este periodo empezaron a ser conocidas sus salidas nocturnas junto con el “Puma” Rodríguez, pero aun así los técnicos quisieron retenerle un año más para ver si explotaba definitivamente. No tuvo mucha más participación en la temporada siguiente disputando tan solo 18 partidos, debido a una serie de lesiones, lo que sumado a las “malas compañías” y la vida nocturna del jugador hicieron al Betis tomar la decisión de cederlo durante un año.
El UD Figueres, por entonces en segunda división, fue su siguiente destino al que llegó como compensación del traspaso de Tab Ramos al conjunto bético y cuando apenas llevaba disputados cinco partidos con el equipo catalán, Monsalvete dio positivo por cocaína en un control antidoping, y a pesar de que el jugador negó en todo momento haber consumido dicha droga “conscientemente”, fue sancionado por dos meses de inhabilitación, siendo el primer jugador que se sancionaba en nuestra liga por este hecho. No volvió a jugar con el UD Figueres y a partir de ese momento su carrera fue cuesta abajo por diversos problemas, entre ellos las drogas, que le impidió labrarse una carrera profesional longeva, como la de su hermano Jorge (con aventura en China inclusive)
Actualmente Monsalvete, después de varios años de batalla, ha logrado tener una segunda oportunidad, consiguiendo vencer a su adicción así como a diversas enfermedades que casi “acaban con él”. Busca un “trabajo fijo”, mientras se dedica cuatro días a la semana a trabajar con los chavales de las Tres Mil Viviendas en un taller de fútbol, donde además de entrenar a los chicos, intenta alejarlos de las malas influencias de la calle, labor que ya le ha conllevado alguna distinción.
Desde aquí alabamos su nueva actividad y le deseamos toda la suerte del mundo.

5 comentarios:

Jose MME dijo...

Lo de este jugador es realmente triste, por eso hay que tener a los chicos aleccionados desde pequeños que luego pasan estas cosas.
La leyenda dice que fue Maradona el que lo metió por la coca, pero las fechas no terminan de coincidir, así que seguramente no sea verdad.
De cualquier forma, muy triste.

Rinat Rafaé dijo...

Eso es, cuando Maradona estuvo en el Sevilla Monsalvete se fue al Figueres... Yo escuché la misma leyenda pero con Pinedita.

Anónimo dijo...

Antes de figueres ya se le habia descartado para fichar por el logroñes por su sabida fama al vicio, lo conozco personalmente y ni jorge ni el le llegaban a los talones a su hermano miguel que este ultimo si que era un verdadero crack tanto dentro del campo como de fiesta.

Anónimo dijo...

Lo de que Maradona lo metio a la coca no es cierto para nada mas que nada pq este antes de llegar maradona tenia el vicio metido en su casa con familiares cercanos, y el tampoco le hacia ascos.

Anónimo dijo...

Conozco tanto a él como a su familia (incluso jugué varias veces contra su sobrino chico, que es de mi edad). Es amigo de mi tío (y jefe) y cliente nuestro.
Son una familia fabulosa que como tantos chavales de esa época cayeron en las drogas (desconocidas por entonces). Una pena porque todos ellos tenían un envidiable talento para jugar al fútbol, un barrio de donde salían muchos chavales con muchísima calidad que luego no llegaban por no tener una formación y control adecuados.