Desde
orillas del Nilo, allí donde por las noches el rumor de las pequeñas olas silenciosas arrecian la ribera del vetusto rio sagrado bajo un manto estrellado
conformado por la grandiosidad del firmamento, desde una tierra cuyas
milenarias arenas han presenciado imperios, guerras, epidemias, nacimiento de
reyes y milagros varios, desde un lugar no tan distinto a éste, donde también
han contemplado el nacimiento de faraones,
trileros e incluso del Risitas,
llegó hasta nuestra ciudad uno de esos tipos de jugador sobre los que más nos
gusta hablar. Sé que lo hemos repetido varias veces a lo largo de estos casi
dos años que llevamos martirizando a nuestros lectores con las paridas que
salen de las mentes creadoras de esta bitácora, pero que quieren que les diga, aquellos
futbolistas que estuvieron a prueba por unos días, pero no llegaron a formalizar
contrato con el club en el que
ilusionados, trabajaron durante unas semanas son una de nuestras debilidades.
Son un tipo de jugador distinto, un jugador que rara vez se queda en la memoria
del aficionado medio, si bien tienen durante unos días sus minutos de gloria y
expectación en la prensa local.
Ya
hemos analizado varios casos en este blog y sin ánimo de ser repetitivo,
permítanme recordarles a los Gareca,
Adilson,
el hijo
de Biri Biri, Ivonaldo,
Carlao
o Dani
Fernández, pero es que en este caso se añade el plus de llegar de país con
tan poca tradición futbolística fuera de África como Egipto, por lo que parece
más que comprensible que cuando leímos que estaba a prueba con el Betis el último
jugador de estas características que ha pasado por la ciudad, el portero
egipcio Ahmed El-Shenawy y que
finalmente se desestimó su contratación, se nos hicieran los ojos
chiribitas y supiéramos de inmediato
que estábamos ante uno de esos hombres que con el paso del tiempo solo son
recordados por los aficionados más completistas
y que más tarde o más temprano pasan a formar parte de la ilustre
y bicentenaria nómina de jugadores que tan orgullosamente forman parte de
esta casa.
El-Shenawy es (¿era?) un prometedor y joven
portero nacido en 14 de mayo de 1991 que durante el pasado mes de las flores
estuvo entrenando durante unos días, primero con el Betis B y posteriormente
con el primer plantel a modo de prueba. Se especulaba que podía ser un fichaje
de futuro de cara a reforzar la portería dada
su meteórica trayectoria en su país de origen. El jugador que había militado hasta entonces en el Al-Masry
de Port Said y ya era internacional absoluto, había sido tentado por el Zamalek
(uno de los clubs más importante de Egipto), pero había preferido probar suerte
en Europa y ser cola de león antes que cabeza de ratón.
Tras varios días compartiendo vestuario con
los de Pepe Mel y algunos entrenamientos, el Betis desestimó su fichaje del que se presumía iba a ser el abanderado
de su selección en los Juegos Olímpicos en favor de otras
opciones que contemplaba la secretaría técnica, no llegando a enfundarse la
camiseta verdiblanca ni siquiera en un partido amistoso de los que el Betis
suele jugar de vez en cuando entre semana en la provincia.
Tras el varapalo que le supone no ser
contratado por los béticos El Shenawy no se rinde y decide seguir intentando demostrar
su valía por lo que prueba en diversos equipos como el Al-Kalat de
Guadaira, el Al-Habin Al-Haban
Alabimbomban, el Wadi La Al-Gabat, el BT
Al-Cara Jho (al que llega por recomendación del comentarista deportivo El Rafat
Al-Mansat) el Al-mejha Shorreante o el Al Hamedat D’hercules, pero finalmente
todos y cada uno de estos equipos desestimaron su fichaje no encontrando nadie
que requiriese de sus servicios, por lo que decidió pasar al plan B y colgar su
curriculum en Infojobs. Pasaban los días y el portero se desesperaba viendo que
no recibía llamada alguna a pesar de que se apuntaba a todas y cada una de las
ofertas de empleo que salían en la popular web, fue entonces cuando el dueño del
Doner Kebab de la calle Torneo lo reconoció gracias a que era hincha del último
de los equipos en los que estuvo probando. Tras invitarlo a un delicioso té y
conversar animosamente con él decidió darle una oportunidad en su negocio. Quizás
no sea el trabajo que el bueno de Ahmed había pensado para él como profesión,
pero a pesar de ello y de las bromitas que tiene que soportar de sus compañeros
turcos debido a su origen egipcio lo realiza con esmero con la loable ilusión
de aprender algo nuevo cada día.
4 comentarios:
su agente era Ramses, el de los pañuelos de Plaza de Armas que se disfraza de egipcio, él lo trajo a Sevilla y lo intentó colocar en todos esos equipos que mencionas, incluido el Betis. Mi favorito el Wadi La Al-Gabat
¿Kebab que es el tronchaco ese de carne que cortan así p'abajo? Me voy a comer yo uno de esos ¡¡UN CARAJO!!
Un único comentario para completar el currículo, ya que con los datos que yo manejo, falta la temporada que jugó en el Al-Tozano de Triana, después de dejar el Al Hamedat.
Había escuchado rumores del interés del Al-Tozano por hacerse con sus servicios, Jean Sol, pero creo que finalmente rompieron negociaciones cuando se reunieron en el mismo Doner Kebab y no llegó a enfundarse la camiseta de tan ilustre club, aun así a ver si algún lector conoce realmente que mamoneo hubo con El Shenawy y el Al-Tozano y nos lo puede explicar mejor...
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