viernes, 10 de mayo de 2013

FRANCISCO LEAL RODRÍGUEZ


El 10 de mayo de 2006 es una fecha que ninguno de los sevillistas olvidará en su vida. El Sevilla por primera vez en 60 años alzaba un título, lo que supone que para toda una generación el Sevilla ganaba su primer título. Daba igual que estuvieras o no en Eindhoven, que lo vieras en el campo, en el Auditorio o en el salón de tu casa, solo o con amigos, si te tenías un mínimo de empatía por los colores rojo y blanco aquella fecha se habrá quedado a fuego grabada en tu memoria. Esto no se vayan a creer que es baladí, existen apenas tres o cuatro fechas en la vida en las que una colectividad recuerda perfectamente donde estaba y que hacía, el 23 de febrero de 1981, el 11 de septiembre de 2001, el 11 de marzo de 2004 y para los sevillistas el 10 de mayo de 2006. Pasarán veinte, treinta, cuarenta años y no seremos capaces de acordarnos en qué fecha exacta fue la final de la primera Supercopa de Europa o de la segunda UEFA, pero será oír 10 de mayo de 2006 e inmediatamente se nos vendrá a la mente las imágenes de todo lo que hicimos en aquel día desde que nos levantamos hasta que nos pudimos dormir. Coger el avión, llegar al aeropuerto, tener la sensación de que estás en Chipiona en pleno de mes de agosto y que se te va a poner el sobaco colorao de saludar a tantísimos conocidos, botellón en la Plaza Markt, recibimiento al autobús, entrada en el campo, nervios, comienzo, goles, victoria, reencuentro, buscar un coffeeshop, un bar, una discoteca, un puticlub, lo que fuera para poder continuar la celebración sin bajar el estado de excitación a las 2 de la mañana y tenerte que conformar con un banco en una plaza cuyo suelo es un manto de vasos de plástico para ver como un par de ingleses que trataban de mitigar su frustración tirándose en plancha entre los vasos, quedarte dormido en el suelo de la estación de trenes y despertarte a la hora y media absolutamente rodeado de gente que va y viene, en fin que les voy a contar.


Pues si vivirlo desde fuera fue inolvidable, imagínense vivirlo desde dentro, y ya no digo ser protagonista absoluto en plan Maresca, me refiero a vivirlo desde dentro aunque sea en un segundo plano, pero en el hotel, en el autobús, en el campo o en el césped como lo vivió por ejemplo el entrenador de porteros en aquella fecha, Francisco Leal Rodríguez, más conocidos por todos como Paco Leal. 

Nacido en Osuna, Leal era sevillista desde pequeño, no en vano sus primeros pasos como portero tras abandonar el equipo del Colspe los da en la Carretera de Utrera llegando a defender el marco del filial, pero las pocas probabilidades de ascenso al primer equipo que tenía (a pesar de que el suplente de Buyo en aquella época era nada más y nada menos que Villalba) le hicieron emigrar para ganarse el pan defendiendo la puerta de diversos equipos de segunda B y tercera tales como el Recreativo de Huelva, el UD Melilla, el Lorca Deportiva o el AD Ceuta, hasta que recala en el Marbella en 1990 que con un proyecto ambicioso logra ascender categorías hasta plantarse en 2ª división en un par de años convirtiéndose de la mano de Kresic, de jugadores como Loren II, Pacheta, el propio Leal y del resto del pack marbellí (Chirri, Olías y Comas) en el absoluto equipo revelación de la categoría de plata en la 1992/93. A pesar de la buena temporada  en lo colectivo, Paco Leal decide cambiar de aires convencido que el proyecto del Mérida a medio plazo tiene más futuro y vaya si acertó, con el equipo extremeño logra ser Zamora de 2ª y el ascenso, disfrutando de lo que fue su debut en primera ya siendo todo un veterano.

Tras un par de temporada Leal vuelve a cambiar de aires con destino a Vitoria, convirtiéndose en pieza clave para que el Alavés de Mané, Alfonso, Karmona o Tamudo consiguiera el ascenso y volviendo a ganar por segunda vez el trofeo Zamora de 2ª. Asentado en el equipo como titular indiscutible y en primera parecía imposible que Leal se moviera, pero es ahí donde llega su equipo de toda la vida y decide que qué mejor manera de olvidar una desastrosa campaña en la que ni siquiera habían podido optar al ascenso que reforzándose con el mejor goleador (Gluscevic) y con el mejor y menos goleado portero del año anterior. Paco no se lo piensa y abandona el norte con destino el sur.

Fernando Castro Santos le dio toda la confianza, pero sus actuaciones no convencían del todo. Muchos pensaron que con su edad (34 años) estaba comenzando a perder los reflejos de antaño y de ahí que hubiera bajado su rendimiento. El anterior pichichi de segunda tampoco lo hacía mucho mejor, por lo que en la grada había un run-run sobre si había podido haber manipulación en tales trofeos el año anterior ya que no se explicaban como los que habían venido como mejor portero y mejor goleador estaban resultando tan nefastos.

Marcos Alonso cogió las riendas del equipo en la jornada 19 y confió de nuevo en Leal como su portero titular, pero cada vez se hacía más evidente su bajo rendimiento y decidió fulminarlo en la jornada 25 sustituyéndolo por Monchi que ya no abandonaría el marco sevillista en el resto de temporada en la que el Sevilla de los Leal, Gluscevic, Quevedo, Prieto, Tsartas, Correa, Rokki y compañía consiguió el anhelado ascenso, lo que suponía el tercero consecutivo para Leal que de nuevo no iba a poder optar  a defender la portería en primera división, ya que tras un pacto de sangre que firmó con Monchi, ambos dejaron a los sevillistas sin poder disfrutar de ellos sobre un césped y se retiraron de la práctica del balompié para  formar parte del organigrama de los de Nervión, Monchi como delegado de campo y Leal como entrenador de porteros, cargo que desempeñó hasta que Gregorio Manzano decidió prescindir de él de un día para otro en la temporada 2010/11, lo que tas diez años en el puesto no sentó nada bien al bueno de Paco.

Quizás como jugador, Paco Leal no tuvo contacto con tan grandes futbolistas ni participara en tantos éxitos como en su etapa de entrenador de porteros, pero eso no le impidió sin embargo ser absoluto protagonista en ellos, prueba de ello y enlazando con el principio de esta entrada es como Leal acaparó TODA la parte derecha de la foto de entrega del trofeo, convirtiéndose en la imagen dominante en portadas de periódicos o en los posters que regalaron algunos periódicos que hoy podemos encontrar colgados en algunas peñas,  inmortalizándose eternamente en aquel 10 de mayo de 2006, por lo que será recordado por siempre como el hombre que jodió para siempre la foto de Eindhoven, obligando a  futuras generaciones, cuando vean en los libros de historia sevillista fotos de aquel triunfo a preguntarle a sus mayores “abuelito, abuelito ¿Quién es ese tal Paco Leal que ocupa media foto en la victoria de la primera UEFA? ¿Era muy bueno?” Id preparando la respuesta a partir de hoy, tenéis tiempo.

7 comentarios:

Esteban Novic dijo...

Mu jevi como le dais la vuelta a la situación para llevarosla a vuestro terreno jajaja

Jose MME dijo...

Yo de la entrega recuerdo un par de detalles. Del Nido fue el primer presidente que vi bajar a un césped estar para estar presente en la entrega del trofeo. Luego ya he visto a otros, incluso Moratti recogió una medalla cuando el Inter ganó la Champions.

Por otro lado luego el calvo presidente sevillista cogió el trofeo y se puse a enseñárselo a Felipe y Letizia y a rajar con ellos, con los jugadores esperando que se lo devolviera hasta que Maresca se hartó, se lo quitó de las manos y se fue a hacer lo que se supone se debe hacer en esas circunstancias.

En última instancia los partidos los ganan y los pierden los jugadores, y algunos dirigentes no se enteran de eso. Luego ponen su jeta en la trasera de los autobuses.

Stukanoute dijo...

Decimos de Leal,pero y el calvo en la izquierda de la foto que parece que está aplaudiendo al que le cantó la saeta este año la saeta en Campana a La Macarena.Ademas,las caritas que salen en la foto son de categoria ( Makukula,Jesuli,Fernando Sales..) y el gafitas de la UEFA que tambien se coló.

Señor dijo...

Otro que tal baila en el tema de colarse en las fotos es el masajista ese de las melenas que parecía que fuera un jugador más y que estaba metido en todas y cada una de las fotos importantes de esos años, incluyendo la salida de Puerta del Pizjuan el fatal día del partido contra el Getafe. Dicen que Zoido cuando comenzó de candidato a la alcaldía le pidió consejo en el sector de encalomarte en todas las fotos.

Creo que lo echaron del Sevilla hace no mucho por motivos "turbios" o al menos eso escuché...

En la foto también tenemos a Jordi López ya Pablo Ruiz... siempre serán participes de aquel éxito

Jean Sol Partre dijo...

Hay una ley que es infalible en las celebraciones: cuanto menor haya sido tu participación en conseguir el título más haces el gilipollas y con un mayor afán de protagonismo.
(gracias por respetar mi copyright de Moya y Caiceo, ya estaban trabajando mis abogados)

Aracnidus Rojiblancus dijo...

Me hace gracia Paco Leal, no lo puedo remediar. Era un armario empotrao, pero aquí no le fue bien del todo...Lo de la foto son detalles mágicos del destino. Todavía alucino cuando lo vi entrar con Alfredo Santaelena en el Pizza Hut (creo que se llamaba así) de Luis de Morales, con señoras inclusive, y las dos pizzas enormes que se jaló.

Anónimo dijo...

Este personajillo, el tal Paco Leal, se aprovechó de su seudopopularidad para entrar en la cuadrilla de costaleros del Cerro, aún siendo más alto de la cuenta y quitándole el sitio por ejemplo a mi hermano, y todo con la complicidad del "señor" capataz Paco Reguera y su impresentable hijo.