¿Qué es un derby? Pues depende de
a quién preguntes. El bético medio te diría que es el partido que más gusta
ganar, y que una mala temporada con un derby ganado no es tan mala. Si le
preguntas al sevillista medio te dirá que son reductos de una rivalidad
enterrada, que ellos van a lo suyo, y de reojo mirará el calendario mientras
escribe chascarrillos y puyas supuestamente ingeniosas en twitter y busca farolillos de feria para hacer el gamba.
Si le preguntas a un malagueño te
dirá que el partido contra el Sevilla y que luego está el
derbi de Andalucía Oriental contra el Granada. Si le preguntáramos a Luis
Aragonés diría “eso es una
gilipollez. Derbi era una moto que tenía un amigo mío”. Si le preguntamos
al típico periodista deportivo español te dirá que es un partido de máxima
rivalidad, como un Real Madrid-Barcelona, y te emplazará a que después de 34
minutos de anuncios no te pierdas un reportaje sobre cómo se ata los cordones
Cristiano Ronaldo mientras ellos se ríen de un mendigo.
La palabra “derby” (españolizada
derbi) viene, como casi todo en el mundo futbolero, de Inglaterra. Hacía
referencia a carreras de caballos (el famoso Derby de Ascot, por ejemplo, con
sus sofisticadas
pamelas que nos hacen sentir a los del terruño infinitamente poco cool) y
luego se pasó al fútbol. Acerca de cómo ocurrió este trasvase del vocablo hay
varias teorías. Una es que para los duelos de rivalidad local había tanto
público que parecía un derby. Otra es que empezó a denominarse así por los
duelos Liverpool-Everton, ya que ambos estadios están separados por el Stanley
Park y el tal Stanley era el conde de Derby.
Realmente no se sabe a ciencia
cierta el origen pero está claro que se refiere a duelos de rivalidad local.
Aquí en Sevilla pues se nos va la mirada directamente al Sevilla-Betis, pero a
lo largo de la historia, sin tener en cuenta pachanguitas o categorías
inferiores, ha habido derbis oficiales que enfrentaban a heliopolitanos o
nervionenses contra algún equipo de la provincia, sea en Copa del Rey, o
durante el periplo bético por Tercera División.
En 1947 el Betis desciende a los
infiernos de Tercera División. Por alguna extraña razón, la temporada 1947-48
queda encuadrado en el grupo castellano-leonés, lo que evita derbis ligueros
aquella temporada. Perdemos por ejemplo la oportunidad única de haber visto un
Betis-Calavera oficial, que hubiera convertido al histórico club de la Puerta Osario en el único
equipo de la capital en haberse enfrentado oficialmente a uno de los dos
equipos más importantes de la ciudad. Sin embargo, el caprichoso bombo de la Copa del Generalísimo
permitió en primera ronda una eliminatoria a partido único en Heliópolis entre
el Betis y el Coria, teniendo el equipo ribereño el honor de ser el primer
conjunto sevillano en enfrentarse a Betis o Sevilla oficialmente desde los
tiempos en que existía la Copa
de Sevilla. El Betis ganó por 2-0 y pasó de ronda.
El Betis estuvo en tercera siete
temporadas en total, hasta 1954.
A partir de la siguiente sí quedó encuadrado con el
resto de equipos andaluces, pero el descenso de Coria y Calavera evitó duelos
con otros equipos de la provincia hasta la temporada 1950-51, cuando el Utrera
hizo su aparición en la categoría. Betis y Utrera coincidieron en Tercera
durante cuatro temporadas, hasta que los verdiblancos lograron el ascenso, y se
enfrentaron en ocho ocasiones. En la primera de ellas, disputada en la ciudad
de los mostachones, el resultado fue de empate a tres. El Betis salió vencedor
en los siete enfrentamientos posteriores (4-2, 6-1, 0-1, 5-1, 0-3, 0-2 y 2-0).
Si bien el Utrera no logró la victoria sí puede decir que fue el primero en
conseguir un empate contra el Betis.
El honor de conseguir la primera
victoria contra el conjunto de La
Palmera se lo lleva el único equipo sevillano que no es de
Sevilla, la UD Sevillana
de Tánger, cuya historia ya contó en su día Rinat Rafaé en un memorable
artículo de lectura obligada. Que la victoria de este equipo sobre el Betis
por 2-0 en su primer enfrentamiento, en la temporada 1952-53, pueda ser
considerada como conseguida por un equipo sevillano ya es cuestión de los ojos
de cada uno. El partido de vuelta en Heliópolis quedó 3-3. La siguiente
temporada el Betis venció en ambos encuentros por por 6-2 y 0-2.
En 1954 el Betis sube a Segunda
de nuevo, y si obviamos a la
Sevillana, el Utrera queda como el único equipo de la
provincia que se ha enfrentado a los verdiblancos en Liga. Para volver a ver un
duelo de esta naturaleza en Copa hay que esperar muchísimos años, debido al
ninguneo que esta competición otorgó durante décadas a los clubes de categorías
inferiores. Era la temporada 1979-80 y el caprichoso bombo no tuvo otra
ocurrencia que enfrentar al Betis contra el Sevilla Atlético, filial del eterno
rival (los filiales jugaron Copa del Rey hasta 1987).
El partido de ida se jugó en el
Villamarín. Evidentemente para el Betis era un asunto muy delicado y fue un
partido tenso y malo. El Betis se adelantó pronto con gol de Anzarda. Después
Hugo Cabezas fallaría un penalti, y la expulsión de López permitió a un Sevilla
Atlético (que contaba con Ruda, Choya o Grande entre sus filas) llegar a darle
algún susto, aunque a punto de finalizar el partido Morán transformó un segundo
penalti que colocaba un 2-0
que debía ser suficiente renta a defender en Nervión.
De hecho lo fue, ya que el Betis
se clasificó, pero no se libró de pasar un mal ratillo. El Sevilla Atlético
llegó a ponerse por delante dos veces, 1-0 y 2-1, pero a falta de veinte
minutos un gol olímpico de Villalba sentenció
la eliminatoria.
Un año más tarde se da el único
enfrentamiento oficial en Copa del Rey del Sevilla contra un sevillano que no
es el Betis, y resulta ser el Betis Deportivo. El partido de ida se disputa en
un Villamarín semivacío y es un paseo militar para el Sevilla que golea por
0-5. La nota negativa la puso Curro Sanjosé, que tras marcar el tercer gol hizo
un corte
de mangas a la grada alterando los ánimos estúpidamente. El entrenador
blanco, Miguel Muñoz, se encontraba en la grada al estar sancionado y tan
calentita se puso la cosa que tuvo que largarse antes de acabar el partido. El
partido de vuelta quedó como mero trámite. Fue más igualado y el Sevilla volvió
a vencer, esta
vez por 1-0. Curiosamente en la siguiente ronda el Sevilla también
eliminaría al primer equipo bético (hubiera sido llamativo ver al Betis enfrentado
a su filial).
En la temporada 1981-82 el Betis
vuelve a ser emparejado con el Coria en la primera eliminatoria, 35 años
después de su primer enfrentamiento. Este duelo tuvo poca historia, ya que un
Betis que no necesitó usar más allá de la tercera velocidad ganó 0-2 en el partido
de ida en el Estadio Guadalquivir. El partido de vuelta no debía tener
excesiva trascendencia tras ese resultado, así que el Betis salió dormido y en
el minuto 16 Jeromo hizo el 0-1 para el Coria (toma Jeromo). Ese gol despertó a
los verdiblancos que, a partir de ahí, arrollaron a los amarillos acabando el
partido con un tenístico resultado
de 6-3. Dos curiosidades, aquel día, por enfermedad de Luis Aragonés, se
sentó en el banquillo bético Rogelio Sosa (natural de Coria del Río). Por otro
lado, fue el debut de Moyano
con el Betis, marcando dos goles.
El cachondo del bombo vuelve a
emparejar a Betis y Sevilla Atlético en la temporada 1983-84. El Betis vuelve a
menospreciar a un extramotivado rival. El filial nervionense salió a por todas
y cuando llegó a la recta final del partido estaba fundido, lo que aprovechó el
Betis para hacer el
0-1 final por mediación de Álex en el minuto 81. El partido de vuelta debía
ser un trámite para los verdiblancos pero la muchachada sevillista les jugó de
poder a poder y acabó arrancando del Villamarín un empate
sin goles que se puede considerar histórico aunque no valiera para nada.
Como curiosidad decir que quizá se piense que estos partidos despertarían gran
expectación en su momento, pero la realidad es que en ninguno de los duelos
entre Betis y Sevilla contra los filiales del respectivo vecino se superó la
media entrada.
Para la temporada 1986-87 se
intenta hacer una revolución en el fútbol español. En la Liga se instaura un absurdo
sistema de play-off que dura sólo ese año, y en la Copa se incluyen varias
eliminatorias a partido único que condenarían a muchos equipos de Primera, lo
cual llevó a que para la siguiente temporada este experimento también quedara
abortado, y es que cayeron Valencia (contra un Villarreal en Tercera División),
Sevilla (contra el Éibar), Español (contra el Tarrasa), Valladolid (contra el
Langreo), Racing de Santander (contra el segundo filial del Real Madrid) o Las
Palmas (también contra dicho filial). El Mallorca consiguió encajar tanto a su
primer equipo como a su filial en cuartos de final, donde la Real Sociedad endosó un
sonrojante 10-1 a
los jóvenes baleares.
El Betis no cayó en esas
eliminatorias, pero las pasó canutas. Eliminó por penaltis al Atlético
Marbella, y remontó in extremis al Atlético Valdemoro (2-3), pero antes de eso
tuvo un doble enfrentamiento contra clubes de la provincia. En la primera
eliminatoria el bombo volvió a emparejarle, por tercera vez en la historia, con
el Coria. Sin forzar mucho la máquina los béticos ganaron por 0-2 con goles de
Hadzibegic de penalti y Gabino, y accedieron a la siguiente ronda, donde les
esperaba, 32 años después, el Utrera. En la visita al Municipal utrerano el
Betis salió a verlas venir, y le concedió al equipo local una oportunidad
histórica de haberlo eliminado, pero la diferencia de categoría se notó y la
dejaron escapar. El partido acabó sin goles, pero la prórroga fue una
escabechina en la que el Betis hizo cuatro
tantos.
No volvería el Betis a
enfrentarse a un equipo de la provincia en Copa del Rey hasta la temporada
1996-97, cuando la primera eliminatoria le emparejó con el Écija, que vivía su
segundo y último año dorado en Segunda División. El Betis no goleó, pero
tampoco sufrió para ganar ambos partidos. El 1-2
de la ida en el Municipal de San Pablo dejaba las cosas vistas para
sentencia. El partido de vuelta pareció más una reunión de amigos que otra
cosa, ya que fue un partido de guante blanco, sin apenas faltas, y en el que
muchos jugadores astigitanos que habían vestido la camiseta bética como Fede,
Recha o Alberto, recibieron una buena acogida. Al final la noche se convirtió
en el partido homenaje a Stosic, ya que éste había anunciado su marcha al
Atlante mexicano el día antes del partido. El serbio marcó el
2-0 definitivo y se llevó la mayor ovación de la noche como regalo de
despedida.
El Betis aquella temporada
llegaría a la final del torneo, perdiéndola por 3-2 contra el Barcelona en la
prórroga. El Betis no conseguiría alcanzar otra final hasta la de 2005, que
ganó frente a Osasuna, y como si fuera una señal, en primera ronda volvió a
enfrentarse, en eliminatoria a partido único, a otro equipo de la provincia, el
Alcalá, por entonces en Segunda B y cuya portería defendía un tal Javi Varas.
El Betis visitaba el estadio
Francisco Bono por segunda vez en su historia en partido oficial. Sí, segunda
vez, porque es conocido que el Betis jugó dos partidos como local en el Pizjuán
ante Las Palmas y Atlético de Madrid a principios de la temporada 1980-81, pero
es menos conocido que por aquellas fechas disputó como local en el Francisco
Bono de Alcalá de Guadaira un partido de Copa del Rey en
el que derrotó al Rota por 2-1 (en la ida había vencido 0-4). Este dato es
pregunta de trivial verdiblanco.
Tres días antes del Alcalá-Betis
el equipo verdiblanco ganaba 0-2 en Getafe con una gran actuación de un portero
debutante llamado Toni Doblas. El guardameta de Bellavista jugaría en Alcalá su
segundo partido oficial con el primer equipo bético y se consagraría hasta el
punto de hacerse con la titularidad hasta final de temporada, siendo uno de los
héroes del título copero. El Betis sufrió en el Francisco Bono, en un igualado
partido. Tras la prórroga nadie había marcado y hubo que decidir la
eliminatoria desde los once metros. Ahí apareció un heroico
Doblas, que detuvo los lanzamientos de Vergara y Garcés, consiguiendo que
su club diera el primer pasito hacia el título copero de 2005. Fue el último
duelo oficial entre el Betis y un equipo de la provincia.
En 1997 Sevilla y Écija
estuvieron a punto de coincidir en Segunda tras el descenso del conjunto de
Nervión, pero los astigitanos cayeron a la categoría de bronce. Igual ocurrió
en 2009 con Betis y Sevilla Atlético. Va a ser muy complicado que veamos duelos
entre Betis y Sevilla y otros equipos de la provincia en Liga, y en Copa
depende del azar. Es por eso que propongo al señor Zoido una deficitaria
competición con la que tirar dinero y distraer a la gente de cosas más
importantes. Entre eso y el cinexin del Ayuntamiento en Navidad seguro que se
logra.
Propongo la resurrección del
Trofeo Ciudad de Sevilla en un formato de eliminatorias a doble partido por
sorteo entre todos los equipos de la capital (ampliable a la provincia) con
final a partido único en el Estadio de La Cartuja. Betis y Sevilla por
supuesto participarían (y seguro que no pondrían a los filiales porque el
torneo sería más importante que la
Champions, lo echaría TeleSevilla y todo). Sería maravilloso
ver a los jugadores del Calavera cumpliendo su sueño de subir la banda del
Villamarín, o un Triana
CF-Sevilla en el Charco de la Pava.
Sería impagable ver a Del Nido hablando de política con la directiva
del Centro
Cívico Cultural Palmete. En fin, siempre se puede soñar…
7 comentarios:
ESPECTACULAR artículo. Ya te lo dije por privado y ahora publicamente
Hubiera sido la polla ver un Sevilla Atlético contra el Betis en la Ciudad Deportiva. El culmen a años y años de superioridad
Muy bueno, curioso y entretenido. Enhorabuena.
Siempre me ha resultado curioso que lo máximo que haya llegado un equipo de la provincia de Sevilla (sin contar Betis y Sevilla obviamente) sea a segunda y que en cambio provincias como Madrid hayan tenido hasta 4 equipos en primera y montones en segunda.
Buen documentado artículo. Me pareció una barrabasada que el Betis estuviera en total 7 temporadas en Tercera. Con una historia similar a la del Celta, ambos con 48 participaciones en Primera, el Celta sólo estuvo 1 anho en Tercera. Incluso equipo mucho más pequenhos no estuvieron tantos anhos. ¿Se debió a algo en especial?
Lo que dice el tal 5-1, ver un Sevilla Atlético - Betis sería algo único. Para mí desde luego, mi suenho es ver al Deportivo jugar en Barreiro contra el Celta b, no títulos a base de endeudarse que puedan igualar eso y si no es para el anho en Segunda (asciende el filial) será en Segunda b (desciende el Depor).
Poniendo la nota con mi Celta y equipos galegos. En 1992 el equipo de mi pueblo, llamado por aquel entonces 'Endesa As Pontes' (por la fábrica que aquí tenemos con la chimenea y construcción más alta de Espanha) jugó una fase de ascenso a Segunda A contra el Celta de Vigo en 1992. Por aquellas épocas y hasta finales de década el Endesa estuvo 9 temporadas en Segunda b con dinero inyectado de Endesa, que tiempos.
Bueno bueno.
Buenos días,
He podido acceder a su página web y me ha parecido muy interesante. Debido a que dispongo de un blog similar al suyo: profesorapuesta.blogspot.com, me gustaría poder intercambiar enlaces contigo.
Espero su respuesta (profesorapuesta.blogspot.com) y que mi blog sea de su agrado.
Muchas gracias y un saludo,
Joan.
La posibilidad de ver un Sevilla Atco. - betis en 2ª no está tan lejana a día de hoy... :D
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