jueves, 28 de noviembre de 2013

CAYETANO RÉ RAMÍREZ

Fue hace mucho tiempo, ni me afeitaba. Sería 2012 o por ahí. Conversaba con mi padre la primera vez que oí hablar de Cayetano Ré. Mi progenitor me contaba que, cuando era pequeño se jugaba con sus amigos las estampas mediante un duelo que consistía en que cada uno sacaba un cromo al azar de su montón, y el que sacara el jugador cuyo nombre, tal y como apareciera en la estampa, tuviera mayor número de letras se quedaba con ambos cromos. Acto seguido añadía que el jugador más temido por todos era Ré, cuya aparición denotaba derrota segura por parte de su portador. También me contó que lo que hacía él era directamente quitar a Ré del montón, arriesgándose a una multa por parte de la FIIE (Federación Internacional de Intercambio de Estampas), que prohibía este tipo de acciones. De cualquier forma parece ser que algunos de sus amigos eran aún más malvados, ya que no sólo quitaban a Ré, sino que únicamente portaban en su montón a jugadores del Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, y uno de ellos hasta inventó el photoshop para convertir a Ré en Cayetano Ré en los cromos. Hoy día todos estos tramposos son diputados en el Congreso. Así se empieza.


Cayetano Ré Ramírez nace el 7 de Febrero de 1938            en Asunción, capital de Paraguay donde el vino que se vende ni es tinto ni es blanco ni tiene color. Empezó a jugar en los infantiles del Colegio de Monseñor Lasagna, donde se le definió como “bajito, piernicorto y con cara de monaguillo travieso”. No sé yo cómo tomarme que a un alumno de colegio de curas se le diga que tiene cara de monaguillo travieso.

Con 17 años firma por el Cerro Porteño, uno de los grandes del país, donde se hace con un sitio y destaca hasta hacerse con un hueco en la Selección Nacional. En 1959 da el salto a Europa, pasando a engrosar las filas del Elche, donde tras tres buenas temporadas acaba firmando por el Fútbol Club Barcelona.

Con los culés permanece desde 1962 hasta 1966, ganando una Copa de España y una Copa de Ferias. En la temporada 1964-65 se hace con el Trofeo Pichichi marcando 26 goles en 30 partidos. Fue en el Barcelona donde empezó a tener problemas para relacionarse con los compañeros, problemas quizá provocados por el Síndrome de Asperger que padecía. Esto le lleva a cambiar el Barcelona de Barcelona por el Español de Barcelona.

Viste la camiseta periquita hasta 1971, cuando ya veterano mostraba un claro descenso en su nivel futbolístico y goleador. Antes de retirarse defendería los colores del Tarrasa y el Badalona una única temporada.

Tras retirarse empezó una inestable carrera como entrenador en equipos modestos como Eldense (en dos etapas, en la segunda lo sube a Segunda B para volver a bajar al año siguiente), AD Almería, Onteniente, Córdoba o Elche (donde residía habitualmente cuando no tenía trabajo y donde se tiene un gran recuerdo de él).

Después de que ninguna de estas experiencias fuera demasiado positiva lo intenta en su tierra natal (donde la prensa tira de ingenio para criticarle), con breves experiencias en los banquillos de Guaraní (donde gana el Apertura) y Cerro Porteño. Tras pasar por tantos banquillos se decide que sería un buen inquilino para el de la Selección de Paraguay, con la que acude al Mundial de México de 1986, donde alcanza los octavos de final para caer eliminados ante Inglaterra tras un contundente 3-0, con dos goles de Lineker. Pasará a la historia por ser el primer entrenador expulsado de la historia de los Mundiales.

Tras otra breve experiencia en el Necaxa el Betis, sin saberse muy bien por qué, decide que es el entrenador ideal para remontar el vuelo. El equipo verdiblanco va 18º tras quince jornadas y necesita un cambio de rumbo.

Cayetano Ré llega y se encuentra en defensa con Job y Manolo Hierro, y en la delantera con un pato y un puma, con lo que no sería de extrañar que cuando vio el desempeño de su nuevo equipo en los entrenamientos soltara un elocuente “madre mía de mi alma, que me quede como estoy”.

Y como estaba se quedó el equipo. En sus seis primeros partidos como entrenador bético empató cinco encuentros y perdió uno. Las cosas no mejoraron mucho y fue cesado en la jornada 32, tras sólo diecisiete partidos, tras caer 0-1 frente al Atlético de Madrid. El equipo seguía 18º, y acabaría 18º, yéndose a Segunda tras perder la promoción frente al Tenerife con dudosos esfuerzos del meta Pumpido. De donde no hay no se puede sacar.

Tras la experiencia bética se prodigaría poco en los banquillos. Pasos breves y espaciados por Deportes Temuco (suena a tienda, si compras en Deportes Temuco las equipaciones para tu equipo de fútbol 7 te regalamos los guantes del portero), Cerro Porteño, Ceuta y Guaraní.

Desgraciadamente, Cayetano Ré falleció la madrugada del pasado martes, 26 de Noviembre, en Elche, la tierra donde más se le quiere, tras luchar contra el Alzheimer en un geriátrico durante varios años. Final triste para el que fuera un gran jugador, pero yo siempre he sido partidario de, en estos momentos, más que llorar, lo que hay que hacer es mirar atrás, quedarnos con toda una vida y no con sólo la última parte de la misma, y los que conocieron a Cayetano Ré tienen bastantes motivos para recordarle con una sonrisa.

1 comentario:

Rinat Rafaé dijo...

Buenísima la historia de las estampitas xDD

Entrenador kukletero para equipo kukletero. Dios los cría y el Betis los junta.

Descanse en Paz.