Fue hace mucho tiempo, ni me
afeitaba. Sería 2012 o por ahí. Conversaba con mi padre la primera vez que oí
hablar de Cayetano Ré. Mi progenitor me contaba que, cuando era pequeño se
jugaba con sus amigos las estampas mediante un duelo que consistía en que cada
uno sacaba un cromo al azar de su montón, y el que sacara el jugador cuyo
nombre, tal y como apareciera en la estampa, tuviera mayor número de letras se
quedaba con ambos cromos. Acto seguido añadía que el jugador más temido por
todos era
Ré, cuya aparición denotaba derrota segura por parte de su portador. También
me contó que lo que hacía él era directamente quitar a Ré del montón, arriesgándose
a una multa por parte de la FIIE
(Federación Internacional de Intercambio de Estampas), que prohibía este tipo
de acciones. De cualquier forma parece ser que algunos de sus amigos eran aún más
malvados, ya que no sólo quitaban a Ré, sino que únicamente portaban en su montón
a jugadores del Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, y uno de ellos
hasta inventó el photoshop para convertir a Ré en Cayetano Ré en los cromos.
Hoy día todos estos tramposos son diputados en el Congreso. Así se empieza.
Cayetano Ré Ramírez nace el 7 de
Febrero de 1938 en Asunción,
capital de Paraguay donde el vino que se vende ni es tinto ni es blanco ni
tiene color. Empezó a jugar en los infantiles del Colegio de Monseñor Lasagna,
donde se le definió como “bajito, piernicorto y con cara de monaguillo travieso”.
No sé yo cómo tomarme que a un alumno de colegio de curas se le diga que tiene
cara de monaguillo travieso.
Con 17 años firma por el Cerro
Porteño, uno de los grandes del país, donde se hace con un sitio y destaca
hasta hacerse con un hueco en la Selección
Nacional. En 1959 da el salto a Europa, pasando a engrosar
las filas del Elche, donde tras tres buenas temporadas acaba firmando por el Fútbol
Club Barcelona.
Con los culés permanece desde 1962
hasta 1966, ganando una Copa de España y una Copa de Ferias. En la temporada
1964-65 se hace con el Trofeo Pichichi marcando 26 goles en 30 partidos. Fue en
el Barcelona donde empezó a tener problemas para relacionarse con los
compañeros, problemas quizá provocados por el Síndrome de Asperger que padecía.
Esto le lleva a cambiar el Barcelona de Barcelona por el Español de Barcelona.
Viste la camiseta periquita hasta
1971, cuando ya veterano mostraba un claro descenso en su nivel futbolístico y
goleador. Antes de retirarse defendería los colores del Tarrasa y el Badalona una
única temporada.
Tras retirarse empezó una inestable
carrera como entrenador en equipos modestos como Eldense (en dos etapas, en la
segunda lo sube a Segunda B para volver a bajar al año siguiente), AD Almería,
Onteniente, Córdoba o Elche (donde residía habitualmente cuando no tenía
trabajo y donde se tiene un gran recuerdo de él).
Después de que ninguna de estas
experiencias fuera demasiado positiva lo intenta en su tierra natal (donde la
prensa tira de ingenio para criticarle), con breves experiencias en los
banquillos de Guaraní (donde gana el Apertura) y Cerro Porteño. Tras pasar por
tantos banquillos se decide que sería un buen inquilino para el de la Selección de Paraguay,
con la que acude al Mundial de México de 1986, donde alcanza los octavos de
final para caer eliminados ante Inglaterra tras un contundente 3-0, con dos
goles de Lineker. Pasará a la historia por ser el primer entrenador expulsado
de la historia de los Mundiales.
Tras otra breve experiencia en el
Necaxa el Betis, sin saberse muy bien por qué, decide que es el entrenador
ideal para remontar el vuelo. El equipo verdiblanco va 18º tras quince jornadas
y necesita un cambio de rumbo.
Cayetano Ré llega y se encuentra
en defensa con Job
y Manolo
Hierro, y en la delantera con un pato
y un puma,
con lo que no sería de extrañar que cuando vio el desempeño de su nuevo equipo
en los entrenamientos soltara un elocuente “madre mía de mi alma, que me quede
como estoy”.
Y como estaba se quedó el equipo.
En sus seis primeros partidos como entrenador bético empató cinco encuentros y
perdió uno. Las cosas no mejoraron mucho y fue cesado en la jornada 32, tras sólo
diecisiete partidos, tras caer 0-1 frente al Atlético de Madrid. El equipo seguía
18º, y acabaría 18º, yéndose a Segunda tras perder la promoción frente al
Tenerife con dudosos esfuerzos del meta Pumpido. De donde no hay no se puede
sacar.
Tras la experiencia bética se
prodigaría poco en los banquillos. Pasos breves y espaciados por Deportes
Temuco (suena a tienda, si compras en Deportes Temuco las equipaciones para tu
equipo de fútbol 7 te regalamos los guantes del portero), Cerro Porteño, Ceuta
y Guaraní.
Desgraciadamente, Cayetano Ré
falleció la madrugada del pasado martes, 26 de Noviembre, en Elche, la tierra
donde más se le quiere, tras luchar contra el Alzheimer en un geriátrico
durante varios años. Final triste para el que fuera un gran jugador, pero yo siempre
he sido partidario de, en estos momentos, más que llorar, lo que hay que hacer
es mirar atrás, quedarnos con toda una vida y no con sólo la última parte de la
misma, y los que conocieron a Cayetano Ré tienen bastantes motivos para recordarle con una sonrisa.
1 comentario:
Buenísima la historia de las estampitas xDD
Entrenador kukletero para equipo kukletero. Dios los cría y el Betis los junta.
Descanse en Paz.
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