JOAQUIM AGOSTINHO DA SILVA RIBEIRO

Portugal, además de fados, bellas playas, toallas baratas o María la Portuguesa, tradicionalmente no ha sido mala exportadora de futbolistas a nuestro país, valgan los ejemplos de Futre, Figo o CR96 para afirmarlo, pero el Sevilla FC no ha sido especialmente selecto a la hora de elegir en el país vecino, es por ello por lo que la lista de jugadores lusos que han vestido la camiseta sevillista contiene nombres como Peixe, Bakero, Taira, el entrenador Toni Oliveira o nuestro protagonista de hoy Joaquim Agostinho da Silva Ribeiro, conocido futbolísticamente como Agostinho.

Si queremos resumir brevemente la trayectoria de Agostinho en el Sevilla, diremos que entró en una convocatoria (contra el Sporting de Gijón) pero finalmente fue el jugador descartado por lo que no llego ni a sentarse en el banquillo. Pero no queramos correr y veamos cómo llegó a formar parte del equipo nervionense.

Nacido en la plácida localidad de Paços de Ferreira, un 15 de septiembre de 1975 Joaquiminho, como era conocido cariñosamente por sus familiares nació en el seno de una familia muy unida gracias a que su madre hacía siempre todo lo posible por unir a todos sus miembros al calor de un gran guiso de bacalao, lo que le facilitó encontrar el apoyo familiar tan necesario para dedicarse exclusivamente al fútbol. De este modo sus primeros pasos de profesional los da en el Vitoria de Guimaraes con tan solo 18 años, manteniéndose durante dos temporadas en el club portugués del que se marcha por la puerta de atrás al rescindir su contrato tras estar dos meses apartado del equipo. El Real Madrid ve en él una buena oportunidad de contratar a un jugador joven, con futuro y gratuito y lo incorpora a su filial, donde juega unos pocos minutos antes de partir rumbo a Sevilla como parte de la operación del traspaso de Suker al cuadro madridista.

El fichaje del delantero croata por el equipo madrileño se había cifrado en unos 600 millones de pesetas más la cesión de “Rambo” Petkovic durante media temporada, la de Agostinho  por una y media (con un valor de  50 millones de pesetas según el presidente sevillista) y el traspaso a final de aquella campaña de dos descartes del equipo madrileño (finalmente fueron Ramis y Gómez), así que los primeros en llegar por la venta del ilustre delantero de Osijek fueron Petkovic y nuestro protagonista y si bien el bueno de “Rambo” si logró hacerse con la titularidad nada más llegar, dada la mala racha que el equipo pasaba aquella temporada, Agostinho vivió todo lo contrario y fue condenado al ostracismo por Víctor Espárrago que declaró que “No estaban para formar jugadores a otros equipos” y buscaba un compromiso  con la situación que vivía el club que no encontraba en el portugués, por lo que lo más cercano de debutar que con el primer equipo que estuvo nuestro zipiatesco jugador fue la convocatoria para el partido contra el Sporting de Gijón en la que finalmente, como hemos dicho en el párrafo anterior, fue el jugador descartado.

Al finalizar la temporada, el Sevilla FC decide que no quiere hacerse cargo del jugador luso la temporada que le quedaba de cesión y el Real Madrid lo cede inmediatamente al Salamanca donde juega durante un año, para posteriormente  pasar por Las Palmas y del conjunto canario al Málaga CF, donde permanece tres temporadas y donde muestra su mejor nivel, llamando la atención del mismísimo Paris Saint Germain, que adquiere al jugador, pero donde no llega a convencer, desligándose de la entidad parisina al terminar la campaña y dando paso a una serie de idas y venidas del jugador por diversos clubes  de segunda categoría, tanto españoles (Polideportivo Ejido) como portugueses (Flgueiras o Rio Ave, entre otros) donde no llega a echar raíces hasta que en el 2008, con casi 33 años llega al Palencia, de la Tercera División, donde ejerce de megaestrella del equipo (?), llegando a coincidir con otro viejo conocido de la afición sevillana: Benjamín.