MANUEL ROBLES GARCIA “MANOLÍN”

No puede decirse que el Sevilla FC sea un equipo que tenga suerte con las cesiones. Los sevillistas están que trinan con el rendimiento del que se suponía iba a ser su gran estrella esta temporada, Marko Marin, pero repasando la historia reciente nos encontramos muchísimos casos en los que jugador cedido, fracaso seguro. Por citar solo algunos nombres que todos recordaran ahí tenemos los casos de Cigarini, Boulahrouz, Stankevicius, Dumitrescu, Rambo Petkovic o incluso Puli, que llegó cedido nada más y nada menos que por el Ceuta. Cierto es que otros jugadores como por ejemplo Saviola si aportaron al equipo aunque como en el caso de Marin quizás por debajo de lo que se esperaba de un jugador de su nivel.

¿Pero es este gafe exclusivo de los últimos años o siempre ha sido así? Para responder a esta pregunta nuestro equipo de investigación se puso en marcha y gracias al soplo de nuestro buen amigo Migue (siempre aportando un muy buen material a esta web) encontramos en la temporada 1972/73 al primer futbolista que llega al Sevilla FC cedido por otro club. Se trata de Manuel Robles García, conocido en el cotarro balompédico como Manolín. Interior nacido en Santa Fe, localidad a las puertas de la ciudad nazarí conocida en todo el mundo por sus deliciosos piononos, el 11 de agosto de 1950 que tras jugar en el equipo de su colegio, en el de su localidad y en el Recreativo de Granada completa la trayectoria lógica dando el salto al Granada CF en la 71/72 donde juega asiduamente y destaca no solamente por sus cualidades balompédicas sino también por un gusto casi obsesivo por la carne de membrillo (verídico). Sin embargo la falta de oportunidades al año siguiente debido a que estuvo en dique seco dos meses por una lesión de menisco hacen que el jugador se plantee una salida pues aun es joven y necesita jugar sin importarle cambiar la primera por la segunda y es ahí donde aparece el Sevilla que acababa de sufrir la desgraciada muerte de Berruezo, que jugaba en su posición, y necesitaba refuerzos que le hicieran subir en la clasificación tras unos primeros compases de campaña ciertamente irregulares.

El Sevilla se interesó en él y contactó con el Granada con la intención de formalizar un traspaso, pero el presidente del club nazarí no cedía a las pretensiones hispalenses y finalmente se formalizó la llegada de Manolín mediante la novedosa fórmula de la cesión por la media temporada que quedaba y otra más, convirtiéndose de esta manera en el primer jugador que llega cedido en la historia del Sevilla.

Como podrán deducir del inicio de nuestro artículo, la trayectoria de Manolín en el Sánchez Pizjuan no fue todo lo buena que cabía esperar. Cinco partidos en su primera temporada y cuatro en la segunda sin marcar ni un solo gol y encima el equipo se quedó sin conseguir el ansiado ascenso en ambas, por lo que al finalizar su periodo de préstamo Manolín deja a los Espárrago, Biri Biri, Super Paco o Manga y vuelve a Granada con tan solo 13 partidos más en su haber en año y medio (entre liga y copa, también jugó alguno más de copa Andalucía).

No encuentra hueco en la plantilla del Granada por lo que se desvincula del equipo de su tierra para jugar primero en el Villarreal y posteriormente en el Getafe Deportivo (antecesor del actual equipo casi dubaití) hasta que decide retirarse del fútbol para dedicarse al sector de las aseguradoras en su pueblo natal.

Así que ya ven amigos, lo de las cesiones le ha salido mal al Sevilla desde la primera que hizo, por lo que si el año que vienen escuchan que viene un tal Messi o un Yayá Touré como cedidos no se hagan ilusiones y desconfíen por completo.