DEJAN “RAMBO” PETKOVIC

Hay ocasiones en el que el devenir de los acontecimientos te obligan a adelantar planes y esto es lo que nos ha ocurrido con Dejan Petkovic, jugador que, sin duda, más temprano que tarde aparecería por estos confines, pero que tras anunciar su retirada del fútbol profesional a los 38 años y en un nuevo acto de oportunismo colussil (?) ha adelantado su llegada a este rincón.

Nacido en la extinta Yugoslavia, una otoñal tarde de septiembre de 1972 mientras los árboles de hoja caduca se preparaban para el duro invierno de la bella ciudad de Majdanpek, el joven Dejan comienza su carrera futbolística en el equipo local donde su aspecto rudo de boxeador, debido en gran medida a su aplastada, torcida y chata nariz, le hace ganarse el sobrenombre de “Rambo”. Pronto empieza a destacar por sus habilidades futbolísticas, lo que hace recibir la llamada del Radnički Niš con tan solo 16 años, donde Petkovic continua su fulgurante progresión durante las cuatro temporadas que permanece en el club de Niš, hasta que es reclutado por el Estrella Roja, flamante campeón de la Liga de Campeones, tan solo un año antes, pero cuyo fantástico equipo, que contaba entre otros con Prosinecki, Savicevic o Pancev empezaba a desmantelarse en gran medida por la explosión de la guerra de los Balcanes, por lo que aficionados, huérfanos por la marcha de sus campeones, vieron en un joven Dejan un nuevo ídolo con el que intentar recuperar el esplendor del que habían disfrutado tan solo unos años antes.

A pesar de su juventud Rambo toma las riendas de s equipo, convirtiéndose en el jugador más destacado, pero la mayor intensidad de la guerra en su país (que ya empezaba a dividirse) le obligó a dejar la liga yugoslava para recalar en el Real Madrid (convirtiéndose en el primer fichaje de la “era Sanz”), que vio en él un jugador de futuro, complemento ideal para acompañar en punta de ataque a su nuevo y flamante fichaje Freddy Rincón. No le fueron bien las cosas al jugador serbio en sus primeros meses en la liga española, disputando tan solo tres partidos, por lo que Jorge Valdano, entrenador en aquellas fechas del Madrid aprovecha la negociación del fichaje de Suker por el club madridista para empaquetar al jugador junto a Agostinho en el Sevilla FC, donde Rambo (que hereda el 10 de Tarik Oulida) jugaría cedido el resto de temporada.

No comienza mal la ventura sevillana para Petkovic, que se apoya en la camaradería balcánica de Suker y un recién llegado Jelicic para adaptarse rápidamente a la ciudad hispalense, debutando a la semana de ser presentado en el empate en casa contra el Albacete, haciéndose rápidamente con un puesto de titular y anotando su primer gol como sevillista contra el Athletic en la jornada 28. Parecía que todo iba sobre ruedas, pero poco a poco Víctor Esparrago va calando a nuestro protagonista de hoy, que dado su poco compromiso va entrando cada vez menos en el once titular,  lo que unido a la consolidación de Pepelu en el primer equipo y a una inoportuna lesión en un entrenamiento que en marzo le deja KO el resto de temporada, reducen sus números a unos pírricos 8 partidos de liga en los que disputa 441 minutos y marca un solo gol, regresando a Madrid una vez concluida su cesión. La siguiente campaña no cambia la suerte de Rambo, ya que apenas juega con el Real Madrid, volviendo a marcharse cedido en el mercado invernal al Racing de Santander, donde no llega a la decena de partidos, en el que a la postre fue su último equipo en la Liga española, de la que se marcha, con un balance de tres equipos en dos temporadas, 22 partidos, 904 minutos y un par de goles.

Llegado este momento, nadie se creía las patrañas de su representante, que solo encuentra acomodo para su jugador en Brasil… y sorprendentemente, acertó de pleno. Dejan Petkovic se convierte en todo una leyenda del futbol brasileño jugando en equipos como el Vitoria, Vasco de Gama,  Fluminense, Goiás, Santos, Atlético Mineiro y sobre todo en el Flamengo. Incluso cuando emigró de Brasil para una desafortunada aventura en el Venezia o para dar lo que parecían sus últimos coletazos como jugador  en el Shanghai Shenhua chino o en el Al-Ittihad saudí (con el que gana la prestigiosa Champions árabe) en 2003 y 2004, una vuelta a tiempo a Brasil hacía que Rambo Petkovic fuera poseído por la samba y el movimiento de las bundas brasileñas, sacara a relucir todo su potencial y desplegara todo su repertorio de golazos a balón parado y de goles olímpicos (del que es recordman con ocho goles marcados desde el córner) y volviera a convertirse en leyenda. Tal es así que disuelta Yugoslavia (con la que había sido internacional en 7 ocasiones), Petkovic pidió poder jugar con la canarinha, sin que la FIFA concediera su petición, fue elegido dos veces mejor jugador del campeonato y mejor jugador de la historia del Vitoria de Bahía por delante de Bebeto, se ha producido una película sobre su vida y ha sido nombrado Consul Honorario de Serbia en Brasil. Todo en una longeva carrera que finalizó ayer a los 38 años de un jugador que,  al contrario de lo que suele ocurrir emigró de Europa a Brasil para convertirse en el jugador que todos dijeron que sería, y si bien su etapa española fue desastrosa y Petkovic no parece tener mucho interés en recordarla, o al menos eso deduce al comprobar cómo obvia las estadísticas de este periodo en su web oficial, aquí estamos nosotros para recordárselas.