DRISSA KONÉ aka. ALI ZOKÓ

Tras un sano ejercicio de democracia auspiciado por nuestra página de facebook, en el que nuestros seguidores podían elegir la categoría de la próxima entrada, la ganadora ha sido Surmano, suprimo, así  que no hagamos esperar a nuestros amigos y pongámonos al turrón.

Existen varias formas en las que se pueden aprovechar la fama y prestigio de algún familiar para hacerse un hueco en el mundo del fútbol. En primer lugar tenemos al típico hermano que sin despertar interés alguno llega como “Bonus Track” del fichaje principal, valga como ejemplo el ya comentado Rodrigo Acosta. Otra opción es la del “hijo de…”, del entrenador, de ex jugadores, de directivos, de famosos o incluso de algún dictador árabe  que encuentran en su parentesco una forma rápida de captar la atención de los ojeadores para intentar demostrar su valía, ya hablamos de un caso parecido con Yusupha, el hijo de Biri Biri y dentro de esta opción existe una subcategoría, quizás un poco menos común, que consiste en un jugador de la primera plantilla que, cegado por el amor fraternal, recomienda las virtudes de su hermano a su club y este es el caso de nuestro protagonista de hoy: Drissa Koné, uno de los 14 hermanos del jugador del Sevilla Arouna Koné y al que vemos en la foto de arriba junto al jugador del primer equipo pareciendo querer decir “yeah! Es la hora de los Koné”, sin darse cuenta que visto el rendimiento ofrecido por ambos el reloj no debía andar demasiado bien…

Drissa Koné, nacido en Costa de Marfil un inocente 28 de diciembre de 1988, decidió para no ser confundido con el famoso percusionista africano y tras ver el mítico capitulo de los Simpsons en el que Homer cambia su nombre por Max Power, que él también quería tener un nombre potente que inspirara respeto a los rivales cada vez que saltara a la cacha, así que decidió que su seudónimo de guerra en el mundo del futbol sería Alí Zokó y bajo este poderoso nombre y apadrinado por su hermano Arouna, llegó con apenas 20 años al Sevilla C en el verano de 2008 para compartir vestuario con los José Carlos, Sachetti, Hugo o el ya mencionado Rodrigo Acosta (con el que formaba un explosivo tándem de hermanos).

Mediapunta rápido pero de cuestionable habilidad realiza la pretemporada con el tercer equipo sevillista pero con el ánimo de dar pronto el salto al filial y así se enfundó por primera vez la elástica blanca y roja en los amistosos disputados contra los rocosos UD Morón y Utrera, pero pronto empezaron a torcerse las cosas y por problemas burocráticos tuvo que volver a Costa de Marfil, no pudiendo ser inscrito en liga hasta ya bien avanzada la temporada, por lo que cuando por fin resolvió los correosos trámites federativos en su país ya era el mes de marzo y el Sevilla C, entrenado por Diego Rodríguez, era un equipo compacto que admitía pocas novedades, por lo que participación de Ali Zokó fue casi nula. Debutó en partido oficial en la victoria del segundo filial contra el Villanueva, cuando el partido ya iba muy de cara para los sevillistas (5-1), coincidiendo casualmente con la reaparición de su hermano con el primer equipo tras la primera de sus graves lesiones. Ambos hechos fueron motivo de alegría casa de los “Koné de Sevilla”  que lo celebraron a lo grande con un banquete de arroz, pollo, zumo de piña y refrescos varios, aunque sería lo único que podrían celebrar esa temporada. Menos de diez minutos contra el Córdoba B y un solo partido como titular en la derrota contra el Recreativo B, en el que según las crónicas  “se convirtió en un juguete para la zaga recreativista” fueron el resto de participaciones del bueno de Ali Zokó, que no sorprendió ni con su nombre ni con su juego a absolutamente a nadie, por lo que tuvo que volver a su país si quería seguir ejerciendo su sueño de ser futbolista como su hermano mayor, puliendo actualmente sus virtudes en un  club de la segunda división de la Liga de Costa de Marfil, el ES Bingerville.