jueves, 2 de julio de 2015

MARIANO DAMIÁN BARBOSA

La palabra “cancerbero” tiene un origen curioso. Según la mitología griega Cerbero era un perro de tres cabezas  con una serpiente en lugar de cola y cuyo dueño era Hades. La función del can Cerbero era guardar la puerta de Hades que daba acceso al inframundo griego (lo que en la religión cristiana se vino a llamar el infierno) y asegurarse que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Extrapolado al lenguaje futbolístico podríamos concluir que el cancerbero del equipo es el encargado de evitar que su equipo traspase la puerta del infierno (un gol en contra) guardando la puerta. 

Otros conceptos sinónimos a cancerbero son por ejemplo “guardameta”. Aquí no hace falta dar mayores explicaciones etimológicas, un guardameta es aquel que guarda la meta del equipo contrario (marcar un gol). Es como si en una maratón después de correr 48 Km y cuando estás a punto de cruzar la línea de finalización de la distancia estipulada viniera un tío y te hiciera un placaje evitando que cruzaras la meta. Pues eso, un guardameta.

Por último tenemos la más común de las acepciones que es la de “portero”. El portero es el vigilante de la portería, aquella persona que supone un primer escollo para las visitantes (¿perdone a qué piso va usted?) encargada al inicio de una finca de que los extraños no se adentren en la propiedad de los demás. Nuevamente trasladado al fútbol este concepto tenemos que el portero es aquel que evita que el equipo contrario (el extraño) consiga traspasar la portería con nefastas consecuencias para su equipo.

Analizados estos tres conceptos creo que no se extrañaran, y sin duda me permitirán, si en este artículo evitamos referirnos a Mariano Barbosa con algunos de estos tres vocablos, así que simplemente lo llamaremos “el jugador que utiliza una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros”.

Cuando a mediados de julio del año pasado el Sevilla FC hizo oficial la contratación de Mariano Barbosa por dos años a muchos les sorprendió esta decisión. En primer lugar porque no eran pocos los que esperaban un portero de más nivel que compitiera directamente con Beto, en segundo lugar porque más que un fichaje destinado a competir con el titular parecía una contratación destinada a decirle al suplente (Javi Varas) que o se piraba o se piraba, en tercer lugar porque venía de ser el “el jugador que utiliza una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros” al que le encajaron el gol más esperpéntico de la temporada futbolística en España y por último lugar por su extraordinario parecido a Melendi.

Pero Barbosa no era un desconocido en la Liga española ni mucho menos. Siendo uno de los “jugadores que utilizan una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros” más prometedores de Argentina, el Villarreal se fijó en el ex de Banfield para sustituir a Reina que fichaba por el Liverpool. Barbosa llegaba con la vitola de titular pero finalmente Pellegrini se decantó por Viera como titular y el de Lanús tuvo que conformarse con ver la mayoría de partidos desde el banquillo. Para el recuerdo de los castellonense quedarán sus piques a parar penaltis con Viera (ojo, los lanzaba Somoza) y alguna que otra intervención de bastante mérito tras cantada previa. 

La llegada de Diego López al Villarreal le enseñó la puerta de salida y el bueno de Barbosa se marchó al Recreativo de Huelva donde apenas disputa cuatro encuentros, todos de Copa. Dado que en Argentina todavía conservaba un buen cartel probó con Estudiantes de La Plata y River Plate sin que en ninguno de los dos equipos lograra ganarse la confianza de sus entrenadores por lo que finalmente decidió probar suerte en una liga con menos nivel de exigencia como la mexicana, concretamente en el Atlas donde sus buenas actuaciones consiguieron que de nuevo un club español confiara en él, concretamente Las Palmas donde durante cuatro temporadas se convirtió en “el jugador que utiliza una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros” titular hasta que el Sevilla FC llamó a su puerta.

Pronto, muy pronto pudo debutar en partido oficial, pues en el minuto 17 de la primera jornada, en el partido contra el Valencia, Beto se lesiona (en lo que ha sido su tónica habitual toda la temporada) y tiene que ser sustituido por Barbosa. El Sánchez Pizjuán no ganó para infartos durante los 73 minutos siguientes debido a la inseguridad que transmitía “el jugador que utiliza una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros” argentino pues en la primera jugada intentó controlar un balón con el pie de una manera un tanto extraña y no la cagó de milagro. Su excusa fue que entró demasiado frío pues no había podido calentar. Vaaaale, aceptamos barco como animal de compañía…

Con Beto todavía lesionado, la visita al Estadio de Cornellá-El Prat en la segunda jornada era una buena oportunidad para reivindicarse pero su actuación fue digamos que “discreta”. Demasiado cabraloca en las salidas y quizás pudo hacer algo más en el gol “perico”. El equipo ganó y su actuación pasó desapercibida, sin embargo unas molestias que sintió al terminar el partido devinieron en una trágica lesión que le apartó del equipo varias semanas. Realmente fue trágica para él, pero no para el sevillismo porque con Beto y Barbosa lesionados entró en escena Sergio Rico que con sus buenas actuaciones desplazó en primer lugar a Barbosa de ser el primer suplente y posteriormente a Beto de la titularidad por lo que “el jugador que utiliza una camiseta de distinto color que el resto de sus compañeros” argentino no volvió a jugar un minuto en partido oficial con el Sevilla FC en el resto de la temporada.

Sí pudimos verlo sin embargo medio tiempo en la curiosa Supercopa Euroamericana, donde Barbosa excusó su situación en el Sevilla ante los medios de su país con que “había agarrado la titularidad del marco sevillista pero una lesión le apartó” (pocavergüenssa es poco) y la última vez que pudimos disfrutar de su arte en la denfensa del arco fue en ese truño de amistoso que el Sevilla jugó en Marruecos contra el Hassania de Agadir donde, ajeno al show del árbitro (y de Aspas), pudo despedir la temporada como titular.

Hace escasos quince días el Sevilla FC le comunicó que “destacaba su enorme profesionalidad” pero que se iba al carajo y ahora el bueno de Mariano Barbosa anda buscando un nuevo destino donde demostrar todo el fútbol que lleva en sus botas (no hablamos de sus manos). Se habla del Valladolid, donde curiosamente llegaría para sustituir al portero que vino a sustituir en el Sevilla FC que a su vez se iría al equipo del que llegó Barbosa. En fin, cosas del destino…

Y una vez colussokukletizado hago una reflexión: Barbosa siendo titular en Las Palmas recibe una oferta del campeón de la UEFA que supone todo un reto para él, lógicamente aun sabiendo que será difícil, acepta con toda la ilusión. Entrena y trabaja con profesionalidad, en silencio (¿alguien sabe que voz tiene Barbosa?) y sin montar numeritos, no como otros de los que se les supone mucha mayor calidad. La jugada le salió mal pero ¿es reprochable su actitud? Para nada… y vais vosotros y lo votáis como peor jugador de la temporada. Pues que sepáis que Barbosa, como todo ser humano, también necesita a veces comprensión y una mano amiga que le anime. Insensibles, que sois unos insensibles.

6 comentarios:

Chema dijo...

Totalmente de acuerdo con el último comentario.Dicho ésto a mí los porteros sudamericanos por lo general nunca me han dado buena espina,siempre los he visto muy llamativos pero bastante cantosos(algo así le pasa también a Beto,la verdad).Al menos es de elogiar que el tío no ha protestado absolutamente nada esta temporada.
Espero que le vaya bien.Al menos esta temporada le ha servido para poder presumir de título.
PD:como amante de la mitología clásica,el 1er párrafo me ha encantado.

Alfonsobis dijo...

A faltao un término muy argentino: arquero

Rinat Rafaé dijo...

Jajajjaaja estaba esperando ese comentario!!!

Anónimo dijo...

Querido amigo, para tu información atlética maratoniana, la distancia de la prueba mítica del Maratón son 42 kilómetros y 195 metros, no le pongas seis kilómetros más que si con 42 llego debaratao con 48 ni te cuento. Un saludo y enhorabuena por tan magnífico blog.

Rinat Rafaé dijo...

Es que a la que me refiero es a una maratón especial rollo Humor Amarillo que cuando estás llegando un tio coge y te hace un placaje. ¿No has oido hablar de ella? ;-)

Anónimo dijo...

Al final vuelve al Villarreal a discutirle la titularidad a Asenjo
Los Sportinguistas lo conocemos bien porque en todo el tiempo que ha estado en Segunda con Las Palmas ha sido un candado en la porteria