miércoles, 28 de diciembre de 2011

ALVARITO MUNONO


Alvarito Munono realiza una espectacular parada bajo la mirada atónita de un seguidor
Alvarito Munono no era el típico niño que se pasa el día enchufado a la Nintendo y tocándose las pelotas. Bueno, si interactuaba con pelotas, pero con las de fútbol (y probablemente con las otras). Los estudios no es que fueran lo suyo, había asignaturas que se le atragantaban una y otra vez, pero como decían sus profesores, no era cuestión de “aptitud si no de actitud” quizás se refugiaban en esa socorrida frase para esconder su fracaso como docente, en cambio en las artes más ancestrales del balompié Alvarito Munono si que tenía buenos maestros: Sus hermanos mayores, que si bien no habían llegado a la élite, su calidad estaba fuera de toda duda y pusieron empeño en hacer de él un hombre de provecho, ya que habían visto en él algo especial… Tenía algo en la mirada. El oculista les dijo que tenía el ojo vago, pero sus hermanos sabían que no, que no era eso. Pronto se dieron cuenta que tenía unas cualidades impresionantes para la portería, así que comenzaron a pulir la joya.

Con lo que había aprendido de los severos entrenamientos a los que había sido sometido y en edad de infantil logró ingresar en la prestigiosa escuela deportiva que regentaban Ricardo Serna y Rafa Paz, haciéndose rápidamente con el puesto de portero titular, demostrando una inusitada rapidez y reflejos, así como un moderno juego de pies que no se vería en primera división hasta hace relativamente poco tiempo.

Una soleada y agradable tarde
Monchi se acercó por las instalaciones de la escuela para visitar a sus antiguos compañeros y compartir botellines, anécdotas y disfrutar de unas risas. Llevaba 7 u 8 botellines encima y ya estaba liado con las copas cuando vio por el rabillo del ojo como unos chavales le tiraban naranjas y objetos varios a otro chico que los detenía como buenamente podía. Pensando que se trataba de un nuevo entrenamiento para porteros y viendo el tesón y la ilusión con la que el joven se esforzaba en sus ejercicios o quizás porque se vio a si mismo 20 años antes comentó "¿Quién es ese chavalito?, ¡me lo voy a llevar al Sevilla!" Todos rieron de la ocurrencia del cachondo de Monchi y de sus divertidas bromas, pero aquel "chavalito" que apenas llegaba a los 11 o 12 años lo escuchó mientras seguía tratando de detener la cantidad de objetos que le lanzaban y no se lo tomó precisamente a broma, así que nervioso se excusó y se ausentó del entrenamiento para ir corriendo a su casa a contar la noticia. Cuando llegó, exhausto, soltó la bomba: "Monchi me ha visto y me quiere fichar". Toda su familia se rió de la ocurrencia y se tomaron a broma el comentario del niño que se quedó tremendamente decepcionado. Aun así no perdió la esperanza y esperó sentado cerca del teléfono durante algunas tardes la llamada del por entonces Secretario técnico del Sevilla.

Los años iban pasando, la llamada no llegaba y  poco a poco Alvarito Munono fue creciendo (a lo ancho más que a lo largo, eso sí). Aquella decepción le hizo endurecer su carácter y separarse de la mentira del fútbol y como todo alocado joven empezó a descubrir las bondades de las botellonas,  las chicas, que si me fumo un cigarrito… (Que os voy a contar que vosotros no sepáis ya, ¡gambiteros!) relegando su vida deportiva a un absoluto segundo plano.

Se dejó ir, su carrera se quedó absolutamente off, apagada para siempre, así que decidió darle una vuelta a su vida y tomar ejemplo de otros deportistas (?) como
Alguersuari, Fonsi Nieto o Kiko Rivera y dedicarse a su carrera como Dj y bajo las siglas de KRAFTYbeats!!! Con la intención de hacer vibrar al personal con sus manos, pero en vez de realizando inverosímiles paradas, manejando con tino los ritmos en la mesa de mezclas.

Para aquellos pocos que lo vieron jugar y parar en su momento, Alvarito Munono es toda una leyenda. Ejemplo perfecto de chavalito que jugaba taco al fútbol, que incluso revolucionó la manera de entender el fútbol en categorías benjamín y alevín pero que en cuanto descubrió la noche se echó a perder. Quizás llegaría a ser portero, pero no precisamente de fútbol, aunque en ocasiones, muy de vez en cuando, hace disfrutar a sus incondicionales fans en los fríos campos de arenas del Charco de la Pava entre pistas con redes rotas y visibilidad reducida. Los verdaderos amantes de este deporte sabemos cuando son esos momentos... y los disfrutamos.

9 comentarios:

Rinat Rafaé dijo...

Este es el último artículo que teniamos para publicar. Como no queríamos dejarlo en el tintero lo publicamos hoy antes del cierre temporal del blog.

Gracias a todos por estos meses y ¡¡VIVA AMIGOS DE COLUSSO vs AMIGOS DE KUKLETA!!

Anónimo dijo...

Pa mi que en la foto de espectacular parada nada, que se cuela por toda la escuadra. es un golasso

Joseca dijo...

Vaya paranoya

Rafa dijo...

Anda que no conozco yo tambien a chavales iban pa figuras y empezaron a salir por la noche y acabaron en el Mairena, Tomares, San Juan, etc (con el debido respeto a estos equipos, por supuesto).

Buenísimo lo del ojo vago

Anónimo dijo...

Munono vio truncada su carrera por culpa de una semana santa en la que comió demasiados paquetes de patatas. Los efectos de las patatas le duraron 10 años. Si no llega a ser por ese ínterin de gordura, nadie habría esuchado nunca las palabras Javi Varas.

Juan Malet Rodríguez

Cyborg 77 dijo...

Que guasa tenéis!! jajajaja

Feliz año desde www.historiasdecromos.blogspot.com

Rinat Rafaé dijo...

Ojala tuviaramos guasa Cyborg77, pero no tenemos internet en el móvil...

(Redoble de tambores) trrrtttt... ¡TACHAN!! y risas en latadas por doquier!!

Señor dijo...

Me ofrezco voluntariamente para someter a Alvarito Munono a un severo entrenamiento para que vuelva a ser el de antes. Todo muy en plan Rocky. Volveremos a oir habalr de él

A.Lamet dijo...

jajajaja esa es mi historia....
espero que disfruteis kn ella...
el post refleja a la perfeccion mi trayectoria futbolistica exceptuando un importantisimo detalle:: monchi si que estaba totalmente convencido de ficharme, fuy yo quien decidi devolver todo lo que mis entrenadores ricardo serna y rafa paz me habian dado quedandome kn ellos esa temporada y ganando la liga distrito triana en tejares!! en el ultimo partido gracias a dos penaltis parados por el que todos podeis imaginar....
el portero suplente porke los tiraba un gato, que me daba miedo...