CARABOLLO SAD SONG (Y UN POQUITO DE HIP HOP)

La conciencia. Todos tenemos conciencia, hasta Camacho. Te persigue y te atormenta cuando sabes que has hecho algo malo, vayas donde vayas, te escondas ande te escondas, incluso en Villarrobledo.

En lo más recóndito de la superchota de José Antonio existen dos sucesos vitales que no sabe controlar, y que motivan el que esté siempre enfadado. No ha sabido superarlos, nadie los conoce... hasta HOY

PRIMER SUCESO: Cuando joven, fue seguidor de Los Pecos, llegando a ser presidente de un club de fans, acudiendo a sus conciertos entusiasmado, disfrazándose para no ser reconocido (ya era jugador del Madrizzz). Se sabía todas sus canciones y las bailaba heterosexualmente. En el fondo de su regordete ser, sabía que pecaba, que era peligroso este camino musical que estaba recorriendo. Pero no podía huir de la irresistible tentación de escuchar esas voces masculinas y de visualizar ese vestuario machomacho del dúo musical de los 70-80.

SEGUNDO SUCESO: Cuando entrenó al Sevilla FC, evitó con su habitual sapiencia que triunfara la perla que el destino colocó antes que Messi: Colusso. A la vista de todos estaba que nuestro amigo Cristian iba a triunfar sí o sí, sólo con verlo entrenar era más que evidente. ¿Qué motivó el hecho de que Camacho no quisiera darle confianza al joven argentino? Estoy en disposición de revelarlo.

El murciano, ese gran entrenador, gustaba de animar en el vestuario a los jugadores con temas musicales de Los Pecos (otros entrenadores preferían al Dúo Dinámico). Esto es verídico. Pregunten a Monchi, Neski, o a Mornar, que llegó a interpretar la voz del rubito de Los Pecos extraordinariamente bien, haciendo dúo con Aranalde. Consiguió que la casi totalidad de la plantilla cantara durante los viajes los grandes éxitos de Los Pecos (así nos fue)...Pero Colusso se negó a tal humillación, aduciendo que no eran de su gusto musical, que para dúos, prefería a sus compatriotas Pimpinela. Fue un golpe muy duro para el ex seleccionador nacional, no ya escuchar que a alguien no le gustaban Los Pecos (como cuando a Torrente alguien le decía que no le gustaba el Fary), sino a más a más, que prefieran a Pimpinela. La carrera de Colusso en el Sevilla FC, ya la saben ustedes. Pero no fue culpa del argentino, como ha quedado explicado: Camacho lo boicoteó a conciencia.

Camacho, desde entonces, no puede dormir sin sufrir terribles pesadillas, monotemáticas, donde aparecen él y Colusso cantando Acordes, en Operación Triunfo, cuando de repente, Colusso, haciendo del rubito, detiene la actuación, y le culpa ante toda España, de no conseguir que triunfara. Camacho empieza a sudar por las sobaquinas gritando ¡Lo siento! ¡Clemencia! Y entonces se levanta Risto Mejide y lo nomina para abandonar la academia. Ahí es cuando sudando ya por todas las sobaquinas de su cuerpo, se despierta sobresaltado. Haberlo pensado, Carabollo, ahora te aguantas.

Cuando el gran Rinati Rafaé colocó en su blog el homenaje a Camacho, me advirtió por si tenía algún tema musical al respecto, para ir al unísono. Le dije que sí, que lo tenía, pero resultaba que existían dos familiares (pero muy lejanos, oiga), que querían sumarse al homenaje, y no estaban en Sevilla para aparecer en la grabación. Esperé a que llegaran de sus respectivas metrópolis, tanto Arañaca de Socuéllamos (el más parecido a mi; muy buenos sus flows), como el Trompetilla de Caudete (muy buena su camiseta de Seúl 88 que regalaba Colacao), y ambos cantan a ritmo de hip hop unos fermosos versos dedicados a tan magno entrenador. Dichos versos hicieron que yo mismo me animara a mi mismo para sacar mi lado más flow (los gordos no tienen picha, inspirado en unos fermosos versos raperos colocados en este blog).

El resultado final, como no podía ser de otra forma, es patético, pero era necesario homenajear a Camacho, se lo merecía, es muy querido por todos los participantes en esta actuación musical, y eso, se nota en la grabación. ¡Viva Colusso!