Joven promesa de finales de los 70 y los ochenta, Juan Carlos Pérez Rojo, “Rojo”, nacido en Barcelona un 17 de noviembre de 1959 es un gran desconocido de los aficionados béticos.
Formado en la Masía, destacó como delantero zurdo en las categorías inferiores tanto del equipo blaugrana como en las de selección española donde consiguió uno de sus mayores logros deportivos: Ser elegido mejor jugador del Mundial sub-20 celebrado en 1979 en Japón, por delante de Diego Armando Maradona, que quedó en segundo lugar, dando muestras así de su calidad.
En 1983 pasa a formar parte del primer equipo del FC Barcelona, en el que jugó durante cuatro temporadas, deleitando a la afición culé de noches verdaderamente memorables lo que le valió para debutar con la selección absoluta en la que disputó 4 partidos, conquistando con su club una Liga, una Copa del Rey y formando parte de la plantilla que llegó a la final de la Copa de Europa de 1986 en la que el Barcelona cayó con el Steaua de Bucarest en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Pero una gravísima lesión cortó su explosión futbolística, teniéndolo en dique seco durante varios meses. Una vez recuperado y para intentar coger de nuevo la forma baja de categoría par aformar parte de la plantilla del filial barcelonista, donde no llega a cuajar las míticas actuaciones de antaño. Tras su paso por el Barcelona y tras recuperarse de dicha larga lesión, recaló en el Betis en la temporada 1988/89, junto con Calderé, ambos grandes amigos desde que compartieran vestuarios primero en el filial culé y luego en el primer equipo, por lo que deciden compartir de nuevo la experiencia en el Betis.
Pero justo antes de comenzar la temporada, se resintió de esa grave lesión lo que le impidió debutar en partido oficial con el equipo verdiblanco, teniendo que volver a pasar por el quirófano, y aunque intentó regresar a los terrenos de juegos al año siguiente en el Palamós en 2ª división, no pudo terminar la temporada por lo que decidió colgar las botas para dedicarse al futbol de base en su equipo de toda la vida, el FC Barcelona, con el que aún sigue ligado con alguna excepción, como el puesto de entrenador que desempeñó en el Terrassa en la campaña 2007-2008, la cual no llegó a terminar por ser cesado.
Parece que por su trayectoria futbolística, Rojo pudo haber caído en el olvido de los aficionados, pero nada más lejos de la realidad. Prueba de ello es el partido homenaje que recibió en Nerja acompañado de su buen amigo Calderé y de otros ilustres como Julio Alberto (di no a la droga) o Pepe Mejías. Solo faltó Manolo Hierro, para completar el “trío mágico”.
PD: Actualizamos la foto ante la escasa calidad de la anterior.
PD: Actualizamos la foto ante la escasa calidad de la anterior.
3 comentarios:
Mi padre me regalo una camiseta de Perez Rojo firmada hace unos años. Lo tengo guardado a buen recaudo, aunque nunca lo llegue a ver jugar.
Buen blog.
Coñe, no sabía/recordaba que este home paso por tantos clubs después de salir del Barça
Este hombre no puede ser amigo de Kukleta, toda vez que no llegó a debutar por lesión. Era un pedazo de crack, eso sí, pero amigo de Kukleta no, a pesar de venir en la (ruinosa) operación Calderé.
Tampoco considero a Calderé amigo de Kukleta; dio la cara y todavía en el verano de 1990 era un jugador aprovechable.
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