AXEL “LA COBRA” RODRIGUES DE ARRUDA

Corría un 16 de junio de 1981 cuando unos jóvenes brasileños jugaban en el descampado del barrio, con unas simples mochilas a modo de portería, una pachanguita donde todos intentaban mostrar las mejores de sus virtudes. A pesar de ser un partido de claro carácter amistoso, los jóvenes se empleaban a fondo no faltando pequeños piques entre los jugadores de ambos equipos.

En el minuto 35 del partido dos tiernos infantes discutían por la dirección de un saque de banda cuando sin comerlo ni beberlo uno de ellos propinó un mordisco a su contrario, cogiendo rápidamente la pelota y sacando de banda, consiguiendo de esta manera la posesión del esférico para su equipo sin que el resto de chuiquillos se atrevieran a protestar. Este joven de tan solo 11 años era Axel Rodrigues y a partir de ese preciso momento sería conocido por todo su vecindario como “La Cobra” Axel.

A medida que iba creciendo, el jugador brasileño desarrollaba un refinado gusto por los bigotes de galán, lo que unido a sus actitudes futbolísticas y a su agresividad en la cancha, convenció a los ojeadores del Santos que no tardaron en incorporar a sus escalafones inferiores a esta cobra  de 174 cm. de altura, 67 kilos de peso, nacida en la ciudad paulista de Santos el 9 de enero de 1970 y que reptando reptando consiguió llegar al primer equipo del equipo donde despuntó Pelé, siendo uno de los jugadores más destacados  durante las 4 temporadas en las que militó en el club “Peixe”, llegando incluso a debutar con la selección nacional brasileña en 1992.

Estas buenas actuaciones le hicieron fichar por el Sao Paulo ,donde siguió la buena tónica de sus primeros años de carrera, llegando a ser capitán de dicho equipo y llamando la atención de diversos clubes europeos como el Real Madrid o el Atlético de Madrid. Pero fue el Sevilla quién finalmente se llevo la “cobra al agua” al conseguir un preacuerdo con el centrocampista brasileño que haría incorporarse a Axel al final de la campaña que estaba en disputa en la que el Sevilla finalmente descendió a Segunda División.

Cómo “Los Cobras” son personas serias que respetan sus compromisos y Axel ya había dado su palabra al club nervionense desechó todas las ofertas que tenía y se incorporó a principios de la temporada 1997/98 para intentar hacer retornar al Sevilla, que se hizo con sus servicios mediante la fórmula de cesión con opción a compra, a primera división.

La temporada de “La Cobra” Axel, como la de casi todo el plantel Sevillista de aquel año, fue muy gris, no llegando a ser ese futbolista duro aunque no fuera corpulento físicamente (los niños de Santos lo sabían muy bien), con una “buena técnica", además de tener “facilidad de demarcación y hacer buenos apoyos" en el centro del campo, como el mismo se definió en su presentación, disputando tan solo 24 de los 42 partidos de liga (solo 13 de ellos completos), siendo expulsado en una ocasión y anotando un solo  gol, que abrió la “lata” en la victoria por 2-0 ante el Toledo, por lo que el Sevilla decidió no hacer efectiva la opción de compra (que tenía un coste de 2 millones de dólares), lo que hizo que Axel abandonara un vestuario donde hizo muy buenas migas con Eboue,  Pepelu, Enría, Oulida o su tocayo Lawaree y regresara a Brasil.

El Sao Paulo se desprendió de nuevo de La Cobra y lo cedió al Bahia de la Serie B brasileña, donde no llegó a debutar por morderle al entrenador (?) por lo que al año siguiente fue contratado por el Atlético Mineiro. De nuevo Sao Paulo, Sport Recife y  nuevamente  experiencia en la Serie B en el Botafogo fueron sus siguientes equipos antes de abordarse en una enriquecedora aventura en el fútbol japonés donde disputó 15 partidos en el Cerezo Osaka. A pesar de la gratificante experiencia, una cobra no puede ser domesticada en una sociedad como la japonesa, por lo que Axel decidió terminar su carrera futbolística en Brasil, mostrando su agresividad y buen hacer en el medio campo a los aficionados del  Paraná y del Figueirense, donde finalmente se retiró en 2005.