JOSE ANTONIO REYES

 

¿Merece Reyes por sus actuaciones en el Sevilla formar parte de los Amigos de Colusso? Radicalmente NO. ¿Merece Reyes por su trayectoria en la cantera formar parte de la Shavalería? Radicalmente NO. ¿Entonces por qué aparece Reyes en esta página? Pues básicamente por la foto que tenemos  arriba y que pasamos a comentar, previa puesta en situación:

José Antonio Reyes Calderón  nació en Utrera un 1 de septiembre de 1983, justo cuando el verano llegaba a su fin, los niños abandonaban las playas después de un mes de sol, arena y emociones sin fin  y se preparaban para la temida vuelta al cole, siempre ha despuntado para la práctica del balompié. Cuentan sus ex compañeros de colegio que cuando estaba en 3º de EGB (su trayectoria académica “oficial” solo duraría un año más) jugaba partidos con los de 8º de EGB en los que destacaba por su extraordinaria velocidad, regate y por su desbocada melena.

No tardó en llamar la atención de los ojeadores sevillistas e ingresó en 1994 con 10 años en el equipo alevín del club de Nervión. Desde entonces, los responsables de la cantera ubicada en la carretera de Utrera se desvivieron en enseñarle buenos modales, así como intentaron inculcarle un buen gusto por los detalles estéticos, como llevar el pelo corto, lo que le supuso un gran disgusto al pobre Reyes que gustaba de sentir el aire en su melena cuando cabalgaba a la portería contraria y que sólo accedió a pelarse cuando lo hizo su compañero y amigo Campano.

Su trayectoria comenzaba a ser meteórica y en 1996 fue elegido mejor jugador cadete del mundo y ya que estamos en este año avanzemos directamente al 1 de Septiembre:

José Antoñito siempre había recibido todas las atenciones por parte de su madre y su familia, ya que sabían que el talento del chiquillo podría hacer prosperar a  toda la familia. Todo el mundo estaba tan contento con la designación del chaval como mejor jugador cadete del mundo que por su 13 cumpleaños se organizó una fiesta de muy padre y señor mío. Obviando la fantástica decoración de azulejos que preside el fondo de la foto, digna de los más grandes y veteranos maestros de la calle Alfarería y sin pasar por alto el jugoso banquete que observamos encima de la mesa compuesto de degustaciones de salchichón y picos, tarta de merengue con unas decoradoras guindas que nunca nadie prueba, vasitos de plástico “cumpleaños mode on”  y unas botellas de refresco gaseoso de naranja y de refresco gaseoso de cola que los chiquillos duros del barrio se encargarían de mezclar y beber para demostrar su hombría, lo realmente importante es el regalo que sus padres le hicieron por su cumpleaños: La camiseta del Betis.  A pesar de que José Antoñito ya despuntaba en las categorías inferiores del Sevilla, el padre del clan Reyes, confeso seguidor verdiblanco (por mucho que en entrevistas posteriores su hijo haya intentado matizar este dato) no dudó en regalarle la camiseta oficial Kappa de la entidad verdiblanca (¿Quizás con el nombre de Kowalczyk a la espalda?)  y el bueno de José, con una sonrisa en la boca no tuvo más remedio que lucirla mientras cuan recien casado procedía al corte de la tarta,  para no decepcionar a su padre y a sabiendas quizás de que algún tendría que dar explicaciones por esta foto, por lo que, con la boca no demasiado grande, podríamos incluir a Reyes en la categoría de Chaqueteros.

La realidad es que Reyes siguió jugando y triunfando en el Sevilla en una carrera meteórica que incluye la consecución de la prestigiosa Nike Cup Sub-14 en 1997, competición en la que causa autentica senación, en una equipo donde también estaban David Prieto o Carlos Olmedo. Quema rápidamente etapas en los equipos inferiores del Sevilla y debuta de la mano de Marcos Alonso con el primer equipo con tan solo 16 años el 30 de enero del 2000 en un partido contra el Zaragoza en el que sustituyó a Vassilis Tsartas, siendo el jugador más joven en en jugar con el primer equipo del Sevilla FC.

No fue hasta dos temporadas después de su debut, en la 2001/02, cuando Reyes se asienta definitivamente en el primer equipo con 18 años, convirtiéndose también el  jugador más joven en marcar un gol con la camiseta del Sevilla y disputando en dos temporadas y media 92 partidos en los que marcó 25 goles, algunos para el recuerdo, lo que le valió para debutar  también con la selección española en 2003 y para llamar la atención de los grandes equipos de toda Europa, sobre todo del Arsenal, que tras ofrecer 5 millones de euros, a lo que Del Nido respondió al representante londinense que por ese dinero se llevaba “Las botas de Reyes” realizó la “oferta mareante” que pedían los dirigentes sevillistas (20 millones de libras) y Reyes fue traspasado para tristeza de la afición sevillista.

Con el club “Gunner” cuajó buenas actuaciones y se proclamó campeón de  liga, de la Community Shield y de la FA Cup pero donde nunca llegó a adaptarse ni al clima, ni al estilo de vida inglesa ni al idioma inglés, lo que le valió algún disgusto y motivo por el cual en la temporada 2006/07 es cedido al R. Madrid a cambio de la cesión también ex sevillista Julio Baptista, donde permanece un año proclamándose campeón de liga.

Su negativa a volver al frio y lluvioso Londres obligan al Arsenal a traspasarlo al Atlético de Madrid. Tras una primera temporada no demasiado acertada es cedido al Benfica portugués por un año donde coincide con su actual entrenador en el Atlético, Quique Sánchez Flores con el que gana la Copa de Portugal. Vuelta al club madrileño de nuevo  la temporada siguiente donde no cuentan demasiado con él hasta la llegada de Quique, que lo convierte en pieza clave del equipo que ganó la copa de la UEFA y la Supercopa de Europa y donde parece que la afición le ha perdonado su pasado madridista (y chaquetero).