PABLO VARGAS PEREZ

Este simpático  y travieso jovenzuelo de vivaracha mirada, pizpireta sonrisa, pícaro rostro y pelo revoltoso es Pablo Vargas Pérez, nacido en la hermosa localidad sevillana de Pilas una alegre mañana del 16 de febrero 1984.

Desde muy pequeño, al joven Vargas le gustaba corretear por las plazuelas con los amigotes, si bien se quedaba siempre un pelín retrasado con respecto a los demás, por lo que cuando decidían dejar de jugar al pilla pilla y coger un balón, el dicharachero Pablito siempre prefería quedarse de portero.

Esta decisión resultó ser un acierto, porque nuestro despierto muchachote  fue progresando poco a poco en diversos equipos hasta que por fin le llegó la oportunidad de formar parte de la cantera del Betis.

Nuestro monsalvete fue superando etapas poco a poco hasta que se asentó en el fillial bético, llegando a ir convocado con el primer equipo y siendo considerado el tercer portero de la plantilla, aunque sin llegar a debutar en primera. En la temporada 2006/07 el Sevilla Atlético (por aquel entonces Sevilla B), requirió de sus servicios  cambiándose, con un grácil salto, de acera donde, con Manuel Jiménez al frente, alternó titularidad con el actual hombre de moda, Javi Varas, cuajando una gran temporada que le valió ascender de Segunda B a Segunda A.

Al año siguiente, con el equipo en 2º A Vargas no participa demasiado, dado que Javi Varas se asienta como portero titular, lo que no fue impedimento para que contagiara a su equipo de alegría con sus divertidas bromas en los vestuarios,  lo que le valió estar convocado en numerosas ocasiones con el primer equipo, volviendo la maldición del tercer portero a cruzarse con nuestro sonriente amigo, si bien él se lo tomó con filosofía dado su afable carácter y no perdió su tan característica sonrisa nunca.

La siguiente temporada, con el ascenso definitivo de Javi Varas al primer equipo, Vargas vuelve a tomar las riendas de arco filial durante la mitad de la temporada, disputando 23 partidos, pero a la finalización de dicha campaña, decide que ya es hora de volar  y descubrir la vida en otras provincias marchandose al Cacereño, jugando una temporada en el equipo extremeño. En agosto de 2010 decide que a su jovial estilo de vida le va bien el buen tiempo y  ficha por el Universidad de las Palmas, donde actualmente ejerce de portero titular.

Pablo Vargas, lo encontraréis en el país feliz en la casa de la gominola en la calle de  la piruleta.