Buenas
y elegantes tardes,
Hoy, en mi estreno como redactor de esta Santa casa,
me gustaría hablarles de un elemento que desgraciadamente ha desaparecido del
fútbol: El bigote. “¡Oiga que en los últimos años Guti ha
tenido bigote!” me dirán algunos ¿Considerar a Guti como insigne jugador
con bigote? Señores, por favor, estamos ante caballeros, no me hagan abandonar
mis buenos modales y dedicarles una rima
fácil ante tal monstruosidad de comparación.
¡Hablamos
de bigotes de verdad! Bigotes de galán como los de Kowalczyk
o “La cobra” Axel,
de bigotes salvajes como los de Megido
o Rojo
o de bigotes de auténticos caballeros como Carmelo,
el ex portero del Real Burgos Bastón
o el mítico “Tato” Abadía.
Hablamos de jugadores elegantes que con 22 años aparentaban cerca de 45, de
jugadores, desgraciadamente, de otra época, en definitiva de un fútbol añorado.
Y
ya que hablamos de bigotes, vamos a recordad al último gran bigote que surcó
los campos de nuestra ciudad, y ese es Francisco Javier Sánchez Jara (o
Francesc Xavier, como prefieran) y si, es el jugador que aparece en la foto
(No, no es Aznar
con la camiseta del Betis).
Sánchez
Jara nacido a finales de la década de los 60 en un pueblo de Lleida no era
desde luego lo que se dice un genio con el balón en los pies, pero por alguna
razón tenía chispa. El hecho de que luciera bigote cuando ya nadie lo portaba
le hacía tener un carisma especial y con esa buena onda comenzó su andadura
profesional como lateral derecho (aunque no le hacía ascos a otras posiciones
en el terreno de juego) en los escalafones inferiores del Barcelona. Siempre
cumplidor, llamó la atención de Osasuna en el que juega un par de temporadas no
muy destacables, descendiendo con el equipo rojillo a la división de plata en
la segunda de ellas y de repente, cuando todo el mundo daba por hecho que su
próximo destino sería un Lleida, un Palamós o quizás con suerte un primera de la parte baja tipo Mérida o
Compostela, contra todo pronóstico, un Johan Cruyff al que se le había ido
completamente la olla cegado con el éxito de los cuatro títulos conquistados
por su “Dream Team”, quiso rizar el rizo
y pensando quizás que su sistema era tan sumamente infalible que podría ganar
la liga con cualquiera que jugara prescindió de jugones como Ekelund o Vucevic
y revolucionó la plantilla reclutando para el Barça a cracks de la talla de
Lopetegui, Korneiev, Cela, Eskurza, Escaich o José Mari, le dio galones a
Busquets padre, promocionó de la cantera a Angoy, Arpón, a su hijo Jordi o a
Luis Cembranos y repescó a nuestro protagonista del Osasuna.
Evidentemente
el sistema de Cruyff no era TAN
infalible y el Barça descarriló aquel año con un juego mediocre, al que los
Guardiola, Koeman, Bakero, unidos a los nuevos integrantes del “nuevo Dream
Team” (más propios de un “equipo de pesadillas”) solo pudieron aupar al cuarto
puesto de la clasificación, contando con la colaboración de Sánchez Jara en
apenas 6 partidos, así que la siguiente campaña el Barça tuvo que rearmarse de
nuevo y para ello se fijó en un jugador del Betis, que había quedado un puesto
por encima de los culés aquella campaña: Cuellar y para abaratar su venta o
bien a modo de gentil obsequio envío a José Mari, a Arpón y a nuestro
protagonista de hoy a Heliópolis.
Sánchez
Jara no vio con malos ojos la operación, ya que iba a un equipo que había
superado al Barça en la tabla y que además jugaría competición europea, pero
Serra Ferrer, a pesar de la evidente camaradería propia de los portadores de
mostacho, no fue tampoco demasiado benevolente con nuestro bigotudo amigo y le
relegó a un segundo plano, actuando apenas en una docena de partidos en los que
eso si anotó un gol, dejando un recuerdo imborrable en la parroquia bética a la
que no era raro que se le pareciera Sánchez Jara en sueños, pesadillas o
incluso en elementos
menos comunes. Al acabar la temporada 95/96, Sánchez Jara se marcha en
busca de minutos al Racing de Santander, donde se mantiene tres temporadas y
posteriormente recala
en el Sporting de Gijón, donde siempre destacó por cumplir honradamente con
su cometido… y por supuesto por su bigote (que a veces mutaba a perilla).
Tras
dos temporadas en el equipo asturiano se retira del fútbol profesional y se
traslada a su Lleida natal, donde milita en distintos equipos del fútbol
regional, compaginando esta actividad con la regencia de una tienda de menaje y
artículos para el hogar “Casa”.
Existen rumores que para no ser reconocido por su numerosísima
legión de admiradores y poder llevar una vida tranquila, Sánchez Jara
actualmente no luce bigote, un imperdonable
error que esperemos subsane en los próximos días.
9 comentarios:
¡¡Por fin este grandioso jugador se ve publicado en este insigne lugar!! ¡¡Ya era hora hombre!!
Magnifico artículo que yo también tenía ganas de ver publicado!
Por cierto, no es cierto que en los últimos años no haya habido jugadores con bigote... GUTI LUCIO BIGOTE
No hace mucho me dijeron que todavía jugaba al futbol en el Cortegana ¿Alguien sabe algo de esto?
Yo he encontrado esto sobre lo que dice el anterior comentario (no se si será verdad):
Debo añadir y añado que la carrera de Sánchez jara no ha concluido. Es director deportivo y jugador del CF Cortegana, que juega en Primera Andaluza. ¿Por qué? Porque, aunque nacido en Almacelles, la familia Sánchez Jara proviene de Cortegana (Huelva), y allí se casó, en el año 92, con una lugareña, y ahí vive...
http://bigotonwatch.blogspot.com/2010/06/consciente-de-que-los-futbolista-con.html
Sánchez Jara en cuanto cruzaba el medio campo del Molinón, centraba al área, independientemente de que hubiese alguien para rematar o no, pero era ver la raya de la medular y zas.
Plantilla de la temporada 2011/12 del CE EFAC Almancelles (equipo de Lleida). "Equip Campió 1ª Regional Temporada 2011-2012" ojo, fijaros en el el 4º de abajo empezando por la izquierda.
Y de rebote entrevista fantasía todo por obra gracia y cortesía del sr. Karim
Recuerdo que tanto Sánchez-Jara como Arpón eran buenísimos y polivalentes en el PC Fútbol de aquel año
Javier vive en Almacelles, lugar dónde nació. Se casó con una chica de allí i juega en el equipo del pueblo. Tanto Javier como Arpón siguen jugando juntos en los veteranos del Barcelona.
Yo sé, por amigos de allí, que visita Cortegana con frecuencia, y además en el centro del pueblo se ubica la "Peña Barcelonista Sánchez Jara", que me quedé helao cuando vi el cartel.
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