INVOLUCIÓN CAPILAR: CALDERÉ

Buenas y elegantes tardes,

Si, sé lo que están pensando caballeros. Es imposible que el cacerolo de la primera foto sea el señor calvo de la última. Lo sé, es difícil de creer, pero esta es la magia de la involución capilar y  sí, es el mismo, es Ramón María Calderé Rey (Nato en Vila-Rodona, Tarragona el 16 de enero de 1959).

Como podrán observar por la camiseta de la primera foto, Calderé comienza su andadura futbolística en la cantera del Barcelona, allí destacaba no solo por su juego, si no por ese pelado en el que se notaba de lejos que su madre había utilizado la olla de puchero de los martes para ponérsela en la cabeza y recortar el cabello saliente, lo que le valía más de una burla por parte de sus compañeros “¡Ese Ramón champiñón!” le decían algunos “¿Illo dónde vas con toa la cara de la seta de Mario Bros?” le decían otros con cierta crueldad. Él se excusaba… “no, es que soy fan de los Ramones…. Yo es que soy mod….” Pero a los chavales se la sudaba completamente e incluso continuaban con la sorna llamándole Jack Black por el evidente aire que se daban. El pobre Ramoncito sufría en silencio el bullying de sus compañeros, así que no aguantó más y se fue a probar fortuna como cedido al Valladolid.

No juega una mierda, pero por lo menos debuta en primera y decide abandonar el look a lo Zipi, cortándose un poco el pelo (foto 2), lo que convierte en menos traumática su vuelta a Barcelona. Quizás por desidia, quizás por pasotismo decide dejar de afeitarse y dejar de pelarse y oigan ustedes, mano de santo. Como si fuera un Sansón enrabietado para salvar a Dalila su nuevo y salvaje look de melena desbocada y bigote pecaminoso le hace progresar meteóricamente del filial al primer equipo, donde en su partido debut le mete un gol al Madrid en un 0-3. Su nueva y agresiva pinta le motivan suficiente para convertirse en un fijo de las alineaciones del Barcelona lo que le llevan a la selección española con la que juega en 18 ocasiones disputando el Mundial 86 (donde dio positivo en un control antidoping por un jarabe para la tos y marcó dos goles contra Argelia) y la Eurocopa del 88, donde luce orgulloso tan ochentera mullet y bigotón (foto 4)… pero algo empezó a fallar.

Ramón fue viendo que poco a poco el peine cada vez se quedaba con más pelo y comenzó a padecer lo que hoy se llama el “efecto Iniesta” (foto 5), es decir prominentes entradas adornadas con raya en medio (un extraño efecto que aun hoy está siendo objeto de estudio), su rendimiento iba bajando con respecto a años anteriores y ya no era un fijo en las alineaciones del Barça. Esto le hizo replantearse su carrera y aceptar la oferta del Betis (en detrimento del Logroñés, equipo donde a buen seguro su bigote hubiera sido mejor comprendido) gracias a que otros compañeros como Rojo (otro ilustre bigote) y  Manolo Hierro (Un AfroPelukadeSanlúcar que no hay por dónde sacarlo en esta sección) habían aceptado la oferta del equipo bético formando una cuadrilla de verdaderos truhanes que fueron presentados alaminmavé (que diría Lopera), con la mayor de las ilusiones.  Parece ser que el Betis solo aceptaba a  Rojo  si Calderé iba en el pack, por lo que adivinamos que el equipo verdiblanco confiaba ciegamente en el internacional, pero desde que la calvicie era ya más que evidente (foto 6) él no era el mismo… y su juego tampoco. Logró hacerse con la titularidad, pero el Betis con Calderé, Rojo (que no llegó ni a debutar), Hierro, el Pato Yañez, el Puma Rodríguez, el rumbero Rincón y tantos otros se fue a segunda tras una irregular temporada.

Calderé estaba dispuesto a resurgir de sus cenizas, aunque fuera en segunda, se volvió a dejar greñillas (foto 7) a ver si por ahí le volvía el talento pero nada, a pesar de estar en una categoría inferior aun jugó menos que la temporada anterior (a causa de una grave lesión) sufriendo incluso la humillación de ver como el Betis lo sustituía Sergei Neiman, por lo que cuando termina la temporada y con tan solo 31 años, decide medio retirarse y volver cerca de casa para jugar en el Sant Andreu (foto 8) de 2ªB  durante los tres siguientes años; finalizados los cuales pone fin a su carrera como jugador para comenzar otra como entrenador, principalmente de equipos del levante español (UE Cornellá, UE Castelldefels, CF Gavá, UE Badaloní, CF Badalona) donde intenta conservar por todos los medios el poco pelo que aun luce en su cabeza, incluyendo el bigote (foto 9), intención de la que ha desistido en su trayectoria posterior (AD Ceuta, CE Premiá,  Reus, CD Teruel) para acabar calvo, sin bigote y casi sin cejas como observamos en la última foto, sacada de una rueda de prensa de su penúltimo equipo, el CF Palencia, equipo donde por cierto le han dedicado una maravillosa tonada con vocación de himno internacional (por favor, pulsen en el enlace y disfruten). Este verano se ha hecho cargo del Burgos CF, con el que ilusionado  marcha líder del grupo VIII de 3ª división.