LOS ESCUDOS MÁS CURIOSOS DEL FÚTBOL SEVILLANO: VOLUMEN 3

De entre las muchas crisis que asolan la sociedad en los últimos tiempos, una de las más curiosas es la crisis de creatividad tan enorme que padecemos, dando la sensación de que ya todo está inventado y que sólo sabemos recurrir a lo ya visto. Sólo hay que echarle un ojo a los estrenos de Hollywood de estos últimos tiempos.

Y nosotros pues vamos y hacemos lo mismo. Tras el inesperado éxito de la primera entrega de escudos curiosos del fútbol sevillano, llegó el segundo volumen y hoy les presentamos el tercero, dedicado al noble arte del plagio. ¿O no es éste mismo blog un plagio de “En una baldosa”? ¿No comentaron en el programa “Digan lo que digan”, de SFC TV, una anécdota totalmente inventada por el gran RinatRafaé en el post de “La Cobra” Axel sin citar la fuente? Nadie está libre de pecado.

Este tercer volumen va dedicado a aquellos equipos de fuera de Sevilla que diseñaron su escudo en base al de los dos principales equipos de nuestra ciudad. Escudos en algunos casos casi copiados, en otros casos alterados de forma grotesca, como si una de una versión heráldica de la productora Asylum se tratase.

En mi intensa investigación por la red he encontrado muchísimos escudos que cumplían el perfil que buscaba, y todos no caben aquí. Es de recibo decir que hay muchas más copias del escudo del Sevilla que del escudo del Betis. De hecho, casi todos los plagios al equipo heliopolitano proceden de aficionados béticos que fundaron un club en otra región homenajeando al club de sus amores. Encontramos así los casos del Bético Esperanza, Betis de Valladolid (donde jugó Iván Zarandona), Betis de Hadú, Betis San Isidro, Carnota, Mas Pellicer, Verdiblanca de Malgrat, Verdiblanca Mataró o Viladamat.  

Con el escudo sevillista se han hecho muchas más canalladas, aunque hay algunos a los que les gusta tanto que no se comen la cabeza para hacer su versión, como ocurre en los casos de Racing Portuense y Selaya, aunque Trigueros y La Selva del Camp no se quedan muy atrás.

El problema llega cuando alguien es creativo pero flojo. Entonces coge algo que ya existe, el escudo de uno de nuestros clubes, y básicamente le cambia el color y cuatro cosas más, quedando algo realmente extraño a nuestros ojos. Hay mucha gente empeñada en que el color azul vendría bien aquí en Sevilla, siendo el caso de Cinco Casas, Juventud Interian y Pozuelo para el Sevilla Fútbol Club, y de Fátima y Casetas, para el Real Betis Balompié. 

Pero luego llega la combinación definitiva, la que hace que las retinas sangren y nuestras cabezas exploten. ¿Creían que el ya desaparecido Sporting Villanueva, citado en el primer artículo de esta saga, era el único que había osado? Observen a Balos y Damiel Racing Club.

Con este atentado visual acaba este tercer volumen sobre los escudos más curiosos del fútbol sevillano. Si habrá un cuarto volumen no lo sé, lo que sí es posible es que alguien de otra ciudad plagie este artículo porque hay quien tiene excusa para ello.