JOSE ANTONIO CAMACHO

Lo bueno de tener un blog como este es que necesariamente la objetividad no es un valor añadido por lo que de vez en cuando nos permitimos ciertas “licencias de autor” que nos permiten recrear una historia que tal vez nunca ocurrió, expresar indisimuladamente nuestra opinión acerca de un jugador o desenmascarar nuestras más oscuras fobias futbolísticas. De esta manera aquí y ahora puedo decir sin temor a ruborizarme lo más mínimo que para mí y a pesar de que puede que algunos duraran menos u obtuvieran peores  resultados, estamos ante EL PEOR ENTRENADOR DE LA HISTORIA del Sevilla FC y que me cago en su estampa. 

¿Y con quién empató Camacho para merecer semejantes improperios? Pues el otrora central lateral izquierdo del Real Madrid comenzó su carrera más o menos seria como entrenador en el Rayo Vallecano, tras ello consiguió un ascenso a primera con el Espanyol y realizar un par de buenas temporadas ya en la división de honor (para ser un recién ascendido, que tampoco es que se saliera de la pelleja ganando la Liga ni hostias), trayectoria que parece que fue más que suficiente para que se convirtiera en el técnico de absoluta moda en el fútbol español y para que su contratación por el Sevilla en la temporada 1996/97 desatara una ilusión desmedida en todo el sevillismo. La cosa no pintaba mal en aquel momento, un nuevo presidente (algún día sección de presidentes en su blog favorito inaugurada por González de Caldas, por supuesto), una plantilla de ensueño muy renovada con jugadores tan bien valorados en el ámbito futbolero como Aranalde, Mornar, Gómez o Marinakis, el fichaje más caro de la historia del club hasta ese momento (Almeyda) y un crack mundial de la altura de Colusso hacían presagiar que a pesar de la baja de Suker el Sevilla podría realizar una plácida temporada que al fin hiciera saborear las mieles del éxito a la parroquia nervionense y prueba de ello fue la presentación del equipo ante 50.000 espectadores que abarrotaban el Ramón Sánchez Pizjuan, pero Camacho se encargó de convertir esa ilusión en toda una tragedia.

Nada más empezar  la Liga el Sevilla encadena cuatro derrotas consecutivas en casa (Zaragoza, Compostela, Valencia y Barcelona) y un empate contra el Atlético, aunque su primera victoria llega en Tenerife en la jornada 3. Acomodado en la zona baja de la tabla, no es hasta la undécima jornada cuando el equipo es capaz de brindarle una victoria a su afición (4-2 contra el Athletic), pero desgraciadamente esta victoria más que un signo de recuperación supuso un inútil espejismo. Los directivos intentaron mitigar los efectos de aquel bache contratando en los meses venideros nuevos y más ilusionantes fichajes como Bebeto o Prosinecki, abandonando el club jugadores como Carlitos, Santaella, Jelicic, Marinakis y… ¡¡¡¡COLUSSO!!!! (Si, han leído bien, se prescindió al mismísimo Colusso), pero las nuevas incorporaciones no tuvieron ningún efecto y tras perder contra el Real Madrid, el Sevilla encadena seis derrotas consecutivas (entre ellas un sonrojante 0-3 contra el Betis) que definitivamente lo hunden en la clasificación de tal manera que se acaba la primera vuelta con unos raquíticos 21 puntos.

Pueden que piensen que estoy tirando de hemeroteca a la hora de realizar este resumen, pero nada de eso, la ilusión que generó este proyecto también se extendió a un chaval en plena adolescencia que inocentemente creía que ese año si, y aunque se lo habían prometido mil y una veces, su equipo por fin lograría codearse con los de arriba y comenzó un cuaderno resumen de aquella temporada con recortes de prensa, análisis de los jugadores y de los fichajes, fotos, autógrafos y todo tipo de material desde los primeros partidos amistosos hasta justo un partido después de finalizar la primera manga de la temporada y fue tal la decepción sufrida que juró y perjuró odio eterno a los responsables de aquella decepción, quedando grabado a fuego en su memoria todas y cada una de las jornadas que duró aquel desastre. (Desgraciadamente aquel cuaderno se perdió en alguna mudanza y en su día me dio exactamente igual, pero en el último año me ha dado tiempo a arrepentirme por no cuidar semejante material, hoy sería el libro sagrado del colussismo)

Directiva, técnicos y plantilla se conjuran para realizar una mejor segunda vuelta que por lo menos saque del pozo al equipo, pero en el primer partido ocurre el desastre… la hecatombe. Jugaba el Sevilla en el Pizjuán contra la Real Sociedad y al minuto 86 ganaba fácilmente 2-0 y por fin parecía que iba a darle un minipunto al equipo de los chicos, pero en cuatro minutos el equipo de Camacho se deja remontar inexplicablemente perdiendo 2-3 el partido, lo que acaba con la paciencia del respetable que explota brutalmente contra la medianía de entrenador que dirigía el equipo y contra el presidente (que parecía más centrado en follarse a la Miss España de  turno, aunque para ello tuviera que meter la mano en los fondos del club, que en intentar resolver el caos en el que estaba sumido la entidad) Camacho declaró tras el partido sin vergüenza ninguna que con cualquier otro entrenador el Sevilla FC no hubiera perdido ese encuentro y por fin tras 22 jornadas fue destituido. Varios técnicos intentaron arreglar el desastre que el murciano había causado, Julián Rubio y brevemente Bilardo y Juan Carlos Álvarez, pero el potaje que Camacho había cocinado y guisado a fuego lento no tenía solución y el Sevilla dio con sus huesos en segunda división tras 30 años ininterrumpidos en primera. Algunos dirán que la culpa no fue del entrenador, que los jugadores también tendrían algo que decir y puede que no les falte razón, pero lo cierto es que los Almeyda, Hibic, Salva, Velasco, José Mari o Tsartas (al que Camacho llegó a desesperar) demostraron posteriormente no ser precisamente unos patapalos, por no hablar de los Jiménez, Rafa Paz, Unzúe, Prieto y el resto de veteranos. Además los Aranalde, Mornar, Colusso, Marinakis o Gómez son auténticos ídolos en esta casa, por lo que nosotros lo tenemos muy claro: la culpa de todo fue de Yoko Ono.

Tras hundir en la miseria al Sevilla no se crean que Camacho fue desenmascarado y tuvo que pedir trabajo en el Burguer Mickey de Cieza, nada de eso, volvió al calor del Espanyol, con el que realiza una mediocre campaña y tras ella ficha por el Real Madrid, donde no llega ni a empezar la temporada. Tras este nuevo varapalo a su carrera lo contratan nada más y nada menos ¡¡qué de seleccionador nacional! Con la Selección tampoco consigue gran cosa y en el Mundial del 2002 a parte de dedicarse a mostrarnos que sus sobacas son capaces por sí mismas de resolver el problema de la escasez de agua en su Murcia, llevó a la selección hasta cuartos de final donde fue eliminada por Corea del Sur (¡¡la jodida superpotencia mundial futbolística de Corea del Sur!!), que sí, que el árbitro pudo contribuir a la eliminación, pero digo yo que si te enfrentas a Corea del Sur que menos que meterle 4 o 5 golitos, que seguro que alguno aunque sea ya por descarao sube al marcador…

Una vez finalizada su aventura como seleccionador, tuvo otro intento de entrenar al Real Madrid de los Galácticos versión I, pero los jugadores tenían bien estudiados sus antecedentes sevillistas y le hicieron una cama de proporciones épicas (y merecidas, que se joda) por lo que nuevamente no pasó de septiembre.

Con la lección bien aprendida los equipos españoles no confiaban del todo en Camacho, por lo que su siguiente equipo fue el Benfica y tras fracasar en Portugal le llega de nuevo la oportunidad de entrenar en España, concretamente al Osasuna donde lo aguantan tres temporadas antes de mandarlo a la pujante selección China, donde actualmente se entretiene enseñándole a los chinos como se juega a esto de la pelota.

En los últimos años también hemos podido disfrutar de como Camacho destacaba más que ninguno de los que hacían el ridículo en las retrasmisiones del Mundial del 2010 y lo que en un medio de comunicación serio hubiera supuesto un toque de atención en el circo de Tele5 supuso una potenciación de su poco ortodoxa actitud, ya se sabe que en esa cadena son mucho de gritarse unos a otros, así que lo mismo dentro de unos meses nos lo encontramos discutiendo en el plató de la Isla de los Famosos o algún formato similar… no lo descarten.