Hace
algún año que otro le
contamos como antes de que existiera este blog y béticos y sevillistas
fuéramos juntos de la mano miembros de una iglesia y fuéramos
caminando al encuentro del Señor,
ya existía un lugar donde el fútbol sevillano se unía sin rivalidad, era la
peña “La Única”. Nombre que le venía al pelo porque no había otra peña de
ambiente futbolero en la ciudad que profesara devoción por igual tanto al Betis
como al Sevilla FC.
Esta singular peña conocida por los diversos reportajes que las televisiones le profesaban cuando llegaba un derbi en la ciudad parece ser, según las conclusiones que nos entregó en su informe el equipo de
investigación de la web, que podría haber pasado a mejor vida pero aun si no fuera
así “La Única” ha dejado de ser la única y todo por obra y gracia de la
crisis. Sí amigos, sí, porque si por culpa de la cacareada recesión económica hemos
visto como los divorcios bajaban hasta mínimos históricos (la gente ya no tiene
ni pa’separarse) la misma causa ha sido el origen de un matrimonio inesperado.
Pongámonos
en situación: Hasta 2012 existía en el Barrio de San Diego una peña sevillista y
a unos 50 metros de ésta una peña bética, cada una tiraba para lo suyo pero
llegó un momento en que los gastos mínimos se hicieron insostenibles para ambos
y antes de quedarse sin un lugar de reunión llegaron a la decisión que la unión
hacía la fuerza, así que la ecuación se resolvió sola y ambos se unieron en el
local de la peña sevillista a la que lógicamente hubo que lavarle la cara con
mucha pintura, nuevos listones verdes, una pared que sirviera de galería de los
éxitos béticos y dos televisores por si coincidían un partido de ambos equipos.
Misma pasión pero con la mitad de gastos.
Lógicamente
había que definir las líneas maestras de la nueva agrupación y en primer lugar
se tenía que decidir el nombre, ¿Peña Betis-Sevilla o Peña Sevilla-Betis? Fue
el azar quien solventó una cuestión siempre controvertida cayendo la moneda en
el lado rojiblanco, pero como compensación se decidió que el primer socio sería
bético y a partir de ahí alternancia, uno del Sevilla, otro del Betis.
También
solventaron futuros conflictos televisivos con una norma, en caso de
coincidencia en el televisor grande se pone el que juega fuera a menos que uno
sea de pago y otro en abierto donde prevalece el de pago. Lógicamente el
respeto se antoja fundamental en una institución de tales características,
motivo por el cual el aficionado de un equipo que gaste malas formas con un
seguidor del otro equipo será expulsado de la peña, aunque la guasa, el pique y
la broma se permiten… como no podía ser de otra manera.
Actualmente
cuentan con unos 130 socios (muchos socios se borraron tras la fusión pero
otros tantos nuevos se inscribieron para apoyar esta singular idea), ni la
Federación de Peñas Béticas ni la Sevillista le han
puesto impedimento alguno para que sigan siendo miembros suyos y ya ha
tenido hasta su pertinente
reportaje en El Día Después de Canal +. Lo importante es que la gente del
barrio siga teniendo un lugar donde ver el fútbol, coincidir con los vecinos y
poder echar su partidita de dominó… ¡Ah no, esperen! que esto último lo ha
prohibido el Alcalde.
2 comentarios:
Desde luego lo que no haga la crisis...
Y todavía dicen los mesetarios que nos llevamos mal...
Publicar un comentario