viernes, 7 de diciembre de 2012

PEPE LEÓN Y SU CAMISA ESTAMPADA

Buenas y lamentablemente nada elegantes tardes.

No, no, no, no, no, no, no y mil veces no.  Y no es por ser clasista, pero oigan, no me negaran que al presidente de un club se le debe exigir cierta distinción en el vestir, por lo menos en actos públicos tan relevantes como puede ser la presentación oficial de tu equipo. Y vale, podemos entender que en agosto en Sevilla hace un calor que te torras, pero hay mil maneras de seguir resultando elegante y aun así mantenerse fresco. A riesgo de parecer el dueño de la mitad de los campos de cultivo de coca colombiana, un veraniego traje de lino con un bonito sombrero panamá  hubiera sido una más que acertada elección, por poner un ejemplo.

Pues no parece que lo entendiera así José León, que en la presentación del Betis para la temporada 1992/93 decidió aparecer con esta horrorosa camisa que daña a los ojos del buen gusto y ni siquiera podemos excusarle diciendo que fue un simpático guiño a la rabiosa actualidad más moderna pues Chiquito de la Calzada no irrumpiría en escena hasta un par de años más tarde. Incomprensible a todas luces y todo un misterio por resolver a día de hoy porque vistos los resultados del Betis aquella temporada adivinamos que su camisa de la suerte, aquella con la que de mozo consiguió tocarle lo caliente a una moza por primera vez, no debía ser. Quizás, podría ser que un simpático taxista se la regalara agradecido de montar en su taxi a tan magno cargo y el presidente bético como guiño se la pusiera, pero como le digo esto son todo suposiciones que hace mi mente intentando explicar por qué rayos alguien decide tirar por la borda su imagen pública de esta manera.

Y que si, que quién más y quién menos todos hemos comprado alguna camisa de lo más vacilona de palmeritas y piñas en Ropero para marcarnos unos dansin’ de lo más funakaticos en los conciertos de O’Funk’Illo en los Caños de Meca y las hemos defendido con capa y espada ante los colegas, pero coño, esta vez la ocasión no lo requería. ¡Ay, como Arturo Fernández se entere de esto!

2 comentarios:

Amate Preacher dijo...

Pues yo predico con una similar, no entiendo la broma.

Rinat Rafaé dijo...

La broma consiste en que es una camisa y no una sotana como la suya!!