TAMANDANI WAZAYO PHILLIP (¿DE TODOS LOS SANTOS?) NSALIWA

Hay serranitos que son una autentica delicia, son los que podríamos llamar los Serranitos Deluxe. Un serranito deluxe tendría el pan recién hecho (ligeramente crujiente), su buen filete de pollo/lomo (al gusto del consumidor, ahí no entramos) de calidad, el jamón sería de pata negra 5J y no escasearía, un par de rodajitas de tomate de Conil y el pimiento graciosamente frito carecería de rabito. Para acompañar a este delicioso manjar nada mejor que unas patatas recién fritas de esas con las que tu madre te acompaña el huevo frito y que deja al embrión ovíparo en un segundo plano. Si además todo esto lo encontramos por unos 3,5 €, gloria.

Por otro lado todos nos hemos comido alguna vez un serranito  indigno de tal nombre  con un pan blandengue del día anterior, un filete lleno de nervios cuya ingestión pone al límite a cualquier estomago medianamente educado, jamón de paquete con cierto gusto a rancio, tomate invisible y pasado, tortilla francesa, pimiento renegrío y con rabito y patatas congeladas de paquete. Hay locales que tienen la desfachatez de cobrarte 5 pavos por escupir en el sagrado nombre del serranito. Existen, no diré nombres pero seguro que todos tenemos uno en mente… 

Trasladando con mimo estos ingredientes al mundo fútbol podemos elaborar la mundialmente conocida como Teoría del Serranito-Romaric que consiste en identificar los ingredientes que a priori puedan clasificar un fichaje para que dependiendo de la conyuntura se proceda a su incorporación o no. Siempre se podrá considerar una buena adquisición si su coste ha sido reducido, si se obtiene un rendimiento inmediato desde el primer partido (nada de periodo de adaptación), si el jugador en cuestión adquiere un fuerte compromiso con el equipo (que sepa a donde viene, cual es su función y lo que se espera de él), integración absoluta en la ciudad y revalorización inmediata en el mercado por si la tiesura hiciera necesario desprenderse de él siempre entre lágrimas y con video homenaje mediante. Con estos ingredientes es muy difícil que un jugador te salga mal.

Pero de igual manera que hay serranitos y sucedáneos del serranito existen los grandes fichajes y los amigos de Kukleta. Sería complicado definir los ingredientes justos para cocinar un Amigos de Kukleta, pero si hiciéramos un esfuerzo por enumerar algunos de ellos a buen seguro que todos estaremos de acuerdo en que un precio elevado, una buena dosis de rendimiento nulo justificado en una mala adaptación, unas gotitas degradación rápida de su valor, un par de cucharadas soperas de nulo compromiso con el equipo, una ración de problemas diarios y una procedencia ciertamente exótica son algunos de esos ingredientes que todos tendremos en nuestro recetario.

Si una incorporación tiene tres o cuatro ingredientes de alguna de las listas podremos rapidamente valorar si la compra ha resultado o no satisfactoria, pero la Teoría del Serranito-Romaric no es infalible y en ocasiones la realidad es tan sumamente compleja y surrealista que se sale de los parámetros mínimos de estimación de la misma, un ejemplo perfecto lo encontramos en la rocambolesca historia ocurrida a mediados de agosto de 2010. En esta fecha el Betis hizo oficial el fichaje de un jugador absolutamente desconocido para el gran el gran público (Axel Torres y Maldini, no me refería a vosotros) era Tim Nsaliwa pelotero de 28 años oriundo de un país tan exótico y de tan poca tradición futbolística como Malawi, internacional con Canadá (que tampoco es que precisamente sean unos hachas en esto del fútbol) aunque con pasaporte alemán que había jugado la temporada anterior en el Lillestrom noruego, aunque con experiencia en el fútbol alemán y griego, llegando a jugar una cincuentena de partidos en un equipo de tanta solera como el AEK de Atenas que era el actual propietario de sus derechos (se enfrentó al Sevilla en la previa de la Champions y se autoprodujo un video con todas y cada una de las acciones que realizó en el partido, que la Champions no se juega todo los días y luego el video te vale pa vassila con los colegas en el futuro). Con estos ingredientes podríamos empezar a sospechar del serranito despachado, pero Luís Oliver tiró de ilusión y declaró nada más anunciar su fichaje "Es un pedazo de jugador y os va a sorprender, además cobra una décima parte que Mehmet Aurelio y no creo que sea diez veces peor", por lo que podríamos deducir de sus palabras que como máximo era tan pedazo de futbolista como 9/10 de Memeth Aurelio.  

Por supuesto un futbolista con tal curriculum no podía dejar de tener el clásico video del youtube borroso y con musiquita errollá de sus "mejores" jugadas, además el jugador en un caso similar al de Azeem Azam se daba más lustro a sí mismo y vacilaba en twitter de enfrentamientos a machete con Riquelme o de pases imposibles a Rivaldo y en su imprescindible página web recopilaba escrupulosamente todos y cada unos de sus logros. Además nos sorprendía definiéndose como Professional Soccer Player & rapper. Si, si, han oído bien: RAPPER, porque Nsaliwa además de tocar con mimo la pelota, rima los versos con flow asesino lo que bien utilizado podía suponer un reclamo a la hora de vender todo tipo merchandising entre las fans del muchacho.

Pero a los tres días de haber firmado con el jugador y anunciado el fichaje de este diamante en bruto, en una rocambolesca situación que fue el ejemplo perfecto con el que poder ilustrar el esperpéntico periodo de Luis Oliver (presidente kukletero donde los haya) al frente del Betis, el club verdiblanco anuncia que al final no va a fichar a Nsaliwa. Primero porque a pesar de que superó el pertinente reconocimiento médico, posteriormente le "detectaron" unas supuestas anomalías cardiacas que el jugador negaba, mutando la versión según pasaban las horas a las clásicas “diferencias económicas”. Lo cierto es que un tal Carlos Bucero que era el que estaba trejemanejando con el fichaje fue despedido un día antes y a partir de ahí se rompió misteriosamente la negociación. La afición calentita por el mamoneo entre Lopera, León y Oliver alzó la voz y para colmo aparece Serra Ferrer y dice que se quiere llevar al jugador para el Mallorca, negociación que finalmente no fructificó.

Nsaliwa se quedó compuesto, sin equipo, solo y decepcionado. Había tocado su sueño con los dedos e incluso lo había publicado en su sagrada página web: “my dream move to the Spanish traditional team of Betis Sevilla” para darle la bienvenida a su nueva afición que ilusionada ya hacía cábalas sobre donde jugaría el de Malawi. Con su simpatía, su don de gentes, su alegría, sus ganas de vivir,  su entusiasmo, su tesón, su esfuerzo y su humildad Nsaliwa se había ganado el corazón de todos por lo que enrrabietado porque le arrebataran su sueño de las manos de cuajo decidió hacer valer el papel firmado y denunció al Betis por incumplimiento contractual, reclamándole 900.000 € de indemnización.

Mientras entrenaría en solitario hasta que en enero encontró acomodo en la Ponferradina (donde si pasa el reconocimiento médico) equipo en el que a pesar de ir colista apenas juega siete ratitos, llegando a acusar a su entrador, Claudio Barragán, de no ponerle por ser extranjero. Estaba claro que Nsaliwa no estaba teniendo fortuna desde que pisó la península ibérica. Tampoco pudo tomarse la revancha deportiva contra el Betis porque aunque fue convocado se quedó todo el partido en el banquillo. Al menos le quedaba la esperanza de que la justicia le diera la razón y se fuera con un buen piquito en la saca. 

En abril de 2011 Nsaliwa por fin debutó con el Betis, aunque fuera en los tribunales, declarando ante el juez que desde que le pasó lo del Betis sus rimas ya no fluían, su flow menguaba y que casi acaba con su carrera deportiva. El juez no consideró sus argumentos y parece que le dio la razón al Betis aunque la resolución no está del todo clara.

A partir de aquí Tam Nsaliwa (o simplemente Tam para los que lo conozcan del mundillo rapero) se buscó la vida en equipos de segunda fila daneses, militando actualmente en el BucaSpor turco. No desfallece y continua persiguiendo su sueño, tal vez no en el Betis ¿pero quién sabe qué le deparará el futuro? A lo mejor el karma le recompensa por haber vivido tan esperpéntica situación en Sevilla o tal vez como nos mostraba en la contraportada de su primer LP (de descarga gratuita aquí) simplemente es que Tim Nsaliwa ni siquiera llega a la categoría de mal serranito, él como mucho es una hamburguesa gigante.