JOSÉ BATLLE PERDOMO TEIXEIRA

José Batlle Perdomo Teixeira le jodió la noche de Reyes de 1965 a su madre viniendo a este mundo justo a tiempo para que Sus Majestades le hicieran un regalito. Esta emotiva y navideña escena sucedió en la ciudad uruguaya de Salta, y ahorraré a los lectores de este blog los chistes a cuento del nombrecito de la ciudad, ya que burlarse de los nombres de las localidades es plato de muy mal gusto.

Perdomo no podía dedicarse a otra cosa que el fútbol. Si se hubiera dedicado al bádminton a cuento de qué estaría yo hablando de él en este blog. Como er shico apuntaba maneras como mediocentro de calidad los ojeadores del gran Peñarol de Montevideo se fijaron en sus huesitos y acabó en la cantera del gran equipo del país.

En 1983, mientras la madre de Odonkor se quedaba preñada, hizo su debut con el primer equipo manya. Pronto se convirtió en uno de los ídolos de la hinchada y su carrera alcanzó su cenit con el histórico triunfo en la Copa Libertadores de 1987. Perdomo fue elegido aquel año tercer mejor jugador de Sudamérica (equivalente de la tierra al Balón de Oro), tras Valderrama y su compañero Obdulio Trasante. 

Nuestro héroe del día se ha convertido ya en uno de los cracks de su continente, pero como chico ambicioso que es quiere triunfar en Europa. En aquella época partía la pana la liga italiana, una época parecida a la que se vivió aquí con el maná televisivo a mediados de los 90. De hecho el efecto fue tan similar que en Italia dio origen a la mayor parte de artículos de “Calcio Bidoni” y en España a la mayor parte de artículos de “Renaldinhos y Pavones”.  Perdomo acabó en 1989 en el Genoa en el que no hizo mucho aparte de conocer esta bella ciudad.  Su rendimiento se resume en una frase de Vujadin Boskov, por aquel entonces entrenador de una magnífica Sampdoria, l'altra squadra della città, como dirían algunos de por aquí, que antes del derbi dijo “Si soltara a mi perro en el campo jugaría mejor que Perdomo, y mi perro no ha costado 130 millones”. La cosa es que después de esta frase lapidaria Genoa y Sampdoria empataron. Podría haber sido peor, podría haber dicho que el Genoa sería el sparring de la Sampdoria y luego perder 3-0.

Como en el Genoa no lo tragan ya, y tras una cesión donde sólo juega cuatro partidos en el Coventry City inglés, Perdomo llega en el mercado invernal de la temporada 1990-91 a un Betis que se va a Segunda pese a contar con muchos kilates en su plantilla: Trujillo, Rodolfo Dapena Dapena, Vinyals, Monsalvete… La pena es que tanto crack junto no cabe porque el universo podría implosionar, y para que se pueda enfundar la camiseta de las trece barras hubo que darle la baja al “Puma” Rodríguez. Decir que con esto se inició la estirpe de balones de bronce sudamericanos que el Betis ficharía, ya que años después vendrían Lembo o Palermo, que habían conseguido el mismo reconocimiento. 

No se sabe si por las amenazas de un bar de Nervión especialista en cochinillos que tuvo Perdomo que aguantar por esta última circunstancia pero la verdad es que en aquel Betis de Galera hizo menos que nada. La cosa es que debutó en el derbi en el Pizjuán marcando un golazo de falta (que no valió para nada ya que el Betis perdió 3-2, y lo de la remontada que acabó 4-3 que pone en la página de Perdomo en wikipedia es un exceso de imaginación que no sé de dónde han sacado) pero ya está. No se le vio más. Seis partiditos y poco más de 300 minutos. El Betis se fue a Segunda y Perdomo se volvió para Sudamérica.

Su siguiente destino fue el equipo que probablemente tiene el nombre menos futbolero del planeta, Gimnasia y Esgrima de La Plata. Allí conseguiría el mítico “Gol del Terremoto”. En el derbi frente a Estudiantes, que allí es un equipo de fútbol y no de baloncesto ni una cofradía, marcó de falta y la celebración de la grada provocó que el Observatorio Astronómico de La Plata registrara la vibración del estadio como un seísmo. Esto le valió ya para los restos el sobrenombre de “Terremoto” Perdomo.

En 1994 regresa a Peñarol donde finiquitaría sus días este futbolista del que aquí en Sevilla casi nadie se acuerda, pero que no sólo fue tercer mejor jugador de Sudamérica y campeón de la Libertadores, sino que fue capaz de provocar un terremoto con su fútbol y además tener un artículo en “Amigos de Colusso Vs. Amigos de Kukleta”. Antes de llamarle paquete reflexionad y pensad qué habéis hecho vosotros para ser merecedores de pasar así a la historia. Anda, agachad la cabeza, seres inferiores. 

Artículo cortesía de José MME