IKECHI ANYA

Supongo que ya habrán visto el video del momento. Se juega la semifinal del playoff de ascenso a la Premier League entre el Watford y el Leicester City, la eliminatoria va empatada 2-2 y es el minuto 96 de partido. El árbitro había decretado cuatro minutos de descuento pero alarga el tiempo suplementario porque acaba de pitar un penalti a favor del Licester, si marca se acabó la aventura del Watford. Anthony Knockaert se dispone a lanzar el penalti, chuta, el portero rechaza con los pies, el balón le vuelve, chuta a bocajarro pero nuevamente el guardamente con reflejos felinos se abalanza contra el balón y consigue despejar, el balón le llega a un defensa que manda con vilolencia el balón lejos del área. Parece que no hay tiempo para más y que el partido se ve abocado a la prórroga pero el Watford monta una contra en apenas medio minuto desde que el Leicester fallara el penalti y consigue marcar el gol de la victoria que le permite jugar la final por el ascenso. Una locura de fútbol en estado puro, que acaba con la histeria colectiva de una afición que invade el campo porque apenas 40 segundos antes se veía eliminada.

A muchos comienzan a sonarle caras ¿ese portero no es Almunia? ¿El entrenador del Watford que se pega un guarrazo por la banda mientras celebra el gol no es Gianfranco Zola? Pues están en lo cierto amigos, pero nuestro ojo colussokukletero va más allá y se fija en detales en los que casi nadie ha caído, como  que el jugador que recoge el rechace del defensa y que corre como un poseso hacia el área contraria es un viejo conocido como de estos lares como Ikechi Anya.

Ikechi llegó al Sevilla como primer refuerzo del Sevilla Atlético en la temporada 2009/10 procedente de la escuela de fútbol que Glenn Hoddle tiene con sede en Jerez en la que perfeccionaba sus cualidades tras haber ofrecido sus servicios en equipos como el Wycombe Wanderers, el Oxford City, el Halesowen Town o el Northampton Town lo que hacía de este escocés natural de Glasgow todo un buscavidas del balompié con tan solo 21 años. Tras verlo en algunos amistoso, enamoró a Víctor Orta y a Diego Rodriguez con su verticalidad, su versatilidad y sobre todo con su potente disparo y su velocidad que no dudó en ficharlo para el filial .

De padre nigeriano y madre rumana, el chico quería agradar y devolver con goles la confianza de los que habían apostado por él y lo cierto es que mientras que Diego fue el entrenador, Ikechi gozaba de la confianza de su míster y a pesar de no marcar goles, tan fundamentales para la confianza de un delantero, se confiaba en sus cualidades, pero todo cambió con la destitución del otrora zaguero hispalense y la llegada de Ramón Tejada, ya que Ikechi perdió su posición de privilegio viéndose relegado a un papel más secundario, desapareciendo por completo de las alineaciones allá por el mes de febrero, por lo que al terminar la temporada decide que lo mejor para todas las partes es que abandone la entidad, dejando unos discretos números en su haber: 22 partidos y cero goles, además de un buen puñado de amigos con los que whatsappearse (¬¬) como Bernardo, Marc Valiente, Campaña, Rodri, Pukki, Cala, Luna, José Carlos o Luis Alberto.

Su siguiente destino sería el filial del Celta, donde irrumpe de manera espectacular explotando al máximo su velocidad, lo que no pasa desapercibido para Paco Herrera, que lo hace debutar con el primer equipo contra el Granada, partido en el que disputa los minutos finales, sin embargo la falta de acuerdo para prorrogar su contrato hacen que deje de tenérsele en cuenta y libre firma al terminar la temporada con el Granada CF, que sin embargo cede al jugador al Cádiz. Dado que en Cádiz sopla el levante con fuerza, se pensó que “el hijo del viento” le vendría como perlas al equipo amarillo para que su paso por la 2ªB fuera lo más breve posible.

Ikechi se hace con la titularidad en el Cádiz, pero su progresión no es la que se esperaba de él, por lo que tras el palo que supuso el perder el ascenso en los penaltis, el Cádiz hace una limpia de plantilla que da con el escocés en el Watford, donde vistos los últimos acontecimientos podrá quitarse el mal sabor de boca que le dejó aquella fatídica tanda de penaltis contra el Lugo. Será en Wembley dentro de escasos días, pero por ahora toca disfrutar de ver como la hazaña que él y sus compañeros realizaron da la vuelta al mundo.