RINAT RAFAÉ

Si queremos definir brevemente la trayectoria futbolística de Rinat Rafaé podríamos decir que como siempre se quedó a un pasito. Como mucho llegó a subcampeón. Y es que a pesar de ponerle ilusión y de seguir a pies juntillas los consejos y enseñanzas  que Oliver, Benji y compañía le daban en cada capítulo (ya sabéis, el balón es tu amigo, ir a todos lados con el cuero en los pies, pegar crujinazos a las olas…) al final nunca triunfaba.

Y eso que en algunas ocasiones las cosas no le iban nada mal. Durante su breve periplo inglés cuando apenas llegaba a los 14 años llegó a desarrollar un juego altamente aceptable que le llevo a convertirse en quizás el jugador más destacado y en el máximo goleador de la liga colegial, pero en la final, tras marcar un golazo de tijera, recibió un férreo marcaje que no le dejó desarrollar su fútbol fantasía. El partido terminó con empate a 2, se llegó a la tanda de penaltis y todos se contaban con gol hasta que le tocó el turno a Rinat Rafaé… falló su pena máxima y perdió el campeonato (los penaltis siempre han sido su cruz, Charlie Milkyway le paró el primero importante que lo eliminó del campeonato del colegio cuando apenas contaba con 10 años).

Tras este varapalo subo recuperarse al más puro estilo Djukic y volvió a llegar a una nueva final. Esta vez fue en la liga de las fiestas de su barrio. Su equipo llegó fácilmente a la final y en la primera parte de la misma ya ganaban 5-0. Perecía que por fin se iba a romper el maleficio, pero en una incomprensible segunda parte su escuadra se dejó remontar, llegando con empate a 5 al final y forzando la prórroga, todo iba igualado hasta que en el último minuto, un disparo de un rival se colaba en la portería y Rinat intentó salvar el gol… con la mano. El árbitro pitó penalti que el contrario transformó y nuevamente una pena máxima le arrebató de la boca las mieles del éxito. Años después Luis Suarez le copió la táctica con mejor resultado.

Su siguiente parada destacada fue en el CD Ciudad Aljarafe. No le iba mal hasta que el equipo cambio de entrenador. Le dijeron que el nuevo entrenador era italiano y al bueno de Rafaé se le ocurrió que para ser cortés y empezar con buen pie con su nuevo míster  iría con la camiseta del Inter de Milán (la de Bergkamp, la de Fiorucci)… resultó que el nuevo entrenador era ultra de la Juventus, lo que le condenó al más incomprensible de los ostracismo, a pesar de que en los entrenamientos se esforzaba siempre al máximo resultando siempre de los más destacados, pero nada… no lo convocaba ni en los amistosos. Los dirigentes del club se hicieron eco y promocionaron a Rafaé al equipo senior, pero el nivel era alto (para el demasiado joven aun jugador) y apenas pudo de disfrutar de tres ratitos en partido oficial en los que por lo menos pudo disfrutar del albero de la Regional.

Durante aquella época las lesiones fueron su cruz y su tobillo izquierdo lo mantuvo en dique seco durante varios años, por lo que estuvo recuperándose durante concretamente 5 años en los que apenas compitió hasta que comenzó a jugar de nuevo de forma amateur en la “mítica pachanguita de los viernes” con algunos de sus ex compañeros a los que abandonó para emigrar al fútbol italiano. Allí se reconvirtió en jugador de calcetto y en un duro y expeditivo central (al más puro estilo de Jan Urban), fundó el equipo de los Kabezazus y participaron en el campeonato internacional de Pisa. Nuevamente saboreó las mieles del éxito llegando a una final… y nuevamente se quedó a las puertas. Perdieron el campeonato, pero Rafaé dio algunas muestras de su exquisito toque y visión de juego y su réplica en el Pro Evolution se convertía en un autentico mariscal de área, hecho que le llenaba de orgullo y satisfacción.

Tras esta etapa cuelga las botas de manera metafórica durante dos años, hasta que retorna a los terrenos de juego con el UD Pijota en el mítico Trofeo de verano en el que debutaron los gaditanos contra el AkopleUnited. El equipo perdía, pero en el último minuto, un gran gol de fuerza, coraje y casta de Rafaé le daba el empate a los naranjas Pijoteros. Volvía a tener un momento de gloria… hasta que 59 segundos más tarde el Akople marcó al filo del pitido final y nuevamente le dejó la miel en los labios.

Actualmente demuestra que aún le queda toque actuando con grandes promesas del balompié en el Schalke de la Pava, en los que junto a un grupo humano de autentica categoría (incluyendo el honor de jugar algún partido junto a Alvarito Munono) disfruta más del imprescindible tercer tiempo que del partido en si,  aunque esta vez las estadísticas oficiales elevan a Rinat Rafaé al nº 1 del top. Quizás no sea gracias a él, pero para una vez que va primero…