Buenas
y elegantes tardes.
Vuelve.
Y no solo al blog, también vuelve a la ciudad. El Cholo Simeone vuelve este fin de semana como entrenador del
Atlético de Madrid para enfrentarse en el Sánchez Pizjuán al que un día fue su
equipo. Pero ya no es el alocado joven que trataba
de impresionarnos con su facilidad de pose en el Puente de Triana, no. El
Cholo ahora es un señor. Ahora es entrenador, tiene
éxito y es la imagen de todo un equipo, por lo que no lo veremos de
cualquier forma.
Quizás
lo veamos luciendo junto con su esposa (y buena amiga de
Caminero) de negro inmaculado con un
maravilloso y elegantísimo sombrero al estilo capo d’estate haciendo bueno
eso de que son los “Beckhams
argentinos”. Quizás, si hubiera hecho un poco de más calor lo hubiéramos disfrutado
con un maravilloso conjunto dos piezas de tela vaquera consistente en shorts y cazadora sin mangas que bien harían
derretirse a los más fashion trends
entre las legiones de prestigiosos ordenadores voluntarios
del tráfico que pueblan esta ciudad, pero lo lógico y dado que parece que
ya ha llegado el buen tiempo es que Simeone opte por un tradicional traje de
chaqueta como el que vemos en la foto. Así podrá deleitarnos con su particular
elegancia y buen ojo en el no siempre valorado arte de combinar prendas, como
podemos observar con detalle en esa poética armonización que conforman el
chaleco de detalles rococos con la corbata, que de tantos colores que tiene,
alguno por fuerza debe combinar. Si a esto le añadimos una tradicional americana
de sindicalista de cuadros marrón el resultado no puede ser más que plausible.
Lástima
que el Cholo no alcance la perfección
por culpa de la horrorosa camisa que lleva ¿Blanco y lisa sin más? ¡Cholo, por favor!
¡Que te
conocemos! Por ese detalle te quedas en un 8.
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