lunes, 23 de enero de 2012

TRIANA EN SEGUNDA DIVISIÓN A

Corre el verano de 2007. El Sevilla anda resacoso tras ganar UEFA y Copa del Rey y el Betis anda como loco reforzándose con auténticos cracks para volver a las primeras posiciones del fútbol español.
 
Una de las noticias de aquel verano se daba sin embargo, en Segunda División, el Ciudad de Murcia, que llevaba dos años rozando el ascenso a la División de Honor presidido por el listo de Enrique Pina, decide disolverse y vender su plaza en la categoría en una operación sin precedentes en nuestro país.

 
Un modesto equipo de Granada, el Granada 74, en Tercera División y con un escudo que parece una chapa de Coca-Cola, compra su plaza y asciende dos categorías de un golpe. La aventura sólo duró un año y en dos temporadas estaban en Tercera otra vez (hoy día el equipo senior ni siquiera existe ya) y encima ni siquiera pudieron jugar en la ciudad nazarí, porque el Ayuntamiento no los apoyó y acabaron jugando en Motril.
 
¿Qué tiene que ver todo esto con el fútbol sevillano? Yo os lo cuento ahora, no me seáis impacientes. Aquel verano se fundó en el barrio de Triana un equipo al que se le puso el nombre de Triana Balompié, pero que nada tiene que ver con el Betis, pese a ser un nombre que ya usara el filial verdiblanco en tiempos pretéritos.
 
Según los fundadores de este equipo cuyo escudo preside el post, baloncito flotando bucólicamente en el río incluido, Triana podía tener un equipo en categoría nacional, y con jugadores del barrio decían.
 
La cuestión es que cuando surge la circunstancia de que al Granada 74 no le dejan jugar en Granada capital, rápidamente estos ambiciosos señores se pusieron en contacto. Ellos también querían la plaza. El Triana Balompié podría jugar en el Estadio de La Cartuja (lo cual es algo incongruente porque La Cartuja hasta donde yo sé no es Triana) y pelear contra Celta o Real Sociedad en la segunda categoría del fútbol español. La cosa iba tan en serio que cuando se convocaron las pruebas para pasar a formar parte de la primera plantilla de la historia del club se presentaron muchos creyendo que tenían la oportunidad de jugar en Segunda División, algo que el club tuvo que aclarar que no era así en su web oficial.
 
¿En qué quedó todo? Pues en nada, porque el Granada 74 se acabó yendo a Motril y el Triana Balompié tuvo que empezar su andadura desde lo más bajo, donde aún sigue, ya que se encuentra en Segunda Provincial, y es claramente el segundo equipo del barrio, tras el clásico Triana Club de Fútbol, aunque a su equipo femenino le va algo mejor, quizá por ese lado consigan los grandes objetivos que se planteaban en sus orígenes.
 
Pero yo, como trianero de naturaleza fantasiosa que soy, me dio por soñar en aquellos tiempos. Me imaginaba jugando al FIFA o al PES con el Triana Balompié y llegando a las más altas cotas. Me imaginaba que subía a Primera y llegaba a disputar competición europea, peleándose las distintas marcas de ropa por vestir al equipo aunque alguna aportara diseños extraños. Y de jugar en La Cartuja nada de nada. El Triana Balompié jugaría en el Charco de la Pava, por supuesto. Y nada de esas chuminadas de césped artificial, en Triana se juega en albero, señores, para que el día que llueva te chocolatees bien.  En Triana se juega el Domingo, a las 11:00 de la mañana, pero porque en Triana las cosas son así, no porque lo diga Florentino o un chino. Te levantas tempranito, te tomas un cafelito con churros en La Esperanza y te vas dando un paseíto para el Charco, nada de metro ni polleces. Antes del partido te das una vueltecita por el mercadillo a ver si hay algo digno de comprar, ni grandes superficies ni hostias. En vez de megafonía tenemos un radiocasette portátil en el que suena el grupo histórico del barrio mientras los jugadores calientan. Y nos ponemos reivindicativos estilo Barcelona. En el descanso del partido te tomas un pepito de ternera (aquí de toda la vida han sido pepitos, de montaítos nada) con tu cervecita con alcohol en el bar, luego le dices a Cristiano Ronaldo “maricona” desde la grada un par de veces y si te ganan, pues le das la mano al árbitro y le deseas buen viaje.
 
Eso sí que sería fútbol de verdad, algún día volverá ese fútbol de barrio y llegará lejos, y es que desde este blog juramos odio eterno al fútbol moderno.

4 comentarios:

Dani dijo...

Lo del árbitro tiene mandanga. Hace 2 años pasó una situación parecida: en Nervión (si no recuerdo mal) un jugador cogió a un árbitro de futbol sala por banda y le pegaron. ¿Resultado? El árbitro con una ceja abierta, varios puntos de sutura y el jugador con 60 partidos de sanción.
¡Ah! Y en baloncesto, a un par de compañeros míos les pasó que se pelearon dos equipos en pleno partido, con muleta incluida y todo (insetten aquí lo del cani de la muleta). Los dos equipos acabaron descalificados, con una sanción de 20 partidos a todos los jugadores implicados, excepto a un jugador, que le pusieron sanción a perpetuidad (porque fue el que usó la muleta).

Señor dijo...

Ayyyy su hubieran llegao a jugar el Triana contra el Betis cuantos corazones partidos hubiera habido!!

Lo que si se hubiera jugao era un Triana vs Sevilla Atlético

Rinat Rafaé dijo...

Me extraña que todavía nadie haya hecho un comentario acerca de ese gran escudo, con su balon reglamentario old school flotando bajo el puente de Triana o de la acertadísima elección de colores (azul y blanco, ni de uno ni de otros ni de nada).

¿No está el Rayo en primera? ¿Por qué no el Triana?

Anónimo dijo...

Lo del escudo es pura poesía...

¿A cuantos chavales se le habrá caido el balón y habrá pasado flotando por el puente de Triana?